La sequía arrasa la cosecha de cereal en la Campiña Sur, el granero de Extremadura
Los agricultores de la comarca pacense, con 50.000 hectáreas productivas, dan por perdida al completo la campaña de este año
La sequía se carga la cosecha de cereales en la comarca de la Campiña Sur. Es el tradicional granero de secano de Extremadura, un territorio ... con 50.000 hectáreas potencialmente productivas que en esta ocasión han quedado inservibles para generar millones de toneladas de cereales e ingresos a sus agricultores. La escasez de agua desde el otoño -ni siquiera las borrascas de diciembre dejaron agua en abundancia en esta zona, de otra parte, habitualmente seca-, sumada a las altas temperaturas de finales de marzo y principios de este mes de abril han echado a perder toda la posible cosecha.
«No se salva nada. Solo podría si lloviera ya, para salvar algo, pero es que no lo va a hacer. No se ve lluvia por ningún lado a la vista. Esto es la catástrofe más absoluta», sentencia a HOY Cándido Méndez Cabezas, agricultor de 58 años y miembro de una familia productora de cereal desde hace generaciones.
Habla mientras pisa una parcela de trigo absolutamente tísico, amarillento, inservible para ser cosechado, a las afueras de Llerena (5.670 vecinos, el segundo municipio más poblado de la Campiña Sur).
«Llevamos rozando el larguero de la posible catástrofe desde hace varias campañas pero al final ese balón acababa dando en el palo y saliendo fuera. Nos salvábamos. Pero este año no. En esta ocasión el balón ha entrado en la portería. Es una catástrofe como yo no lo recordaba. Se ha perdido toda la potencial producción», agrega metafóricamente.
Cándido Méndez es agricultor natural de Casas de Reina y reside en Llerena. Es presidente de la cooperativa Agrollerena y Comarca.
Hasta hace unos años, dedicaba cada año entre 110 y 120 hectáreas a sembrar trigo, cebada y avena. Una situación que, por sucesivas crisis en el sector, ha cambiado drásticamente. «Cada vez se siembra menos cereal y hay que intentar tener otras alternativas como el olivar», reseña.
Esperanza frustrada
En la cerealista comarca de la Campiña Sur sigue siendo vital para la vida de sus localidades el trigo, la avena o la cebada, pero la realidad es que en la última década la persistencia de bajos precios ha empujado a ir abandonando progresivamente esos cultivos en secano en beneficio del olivar o el barbecho permanente en esa zona del sureste extremeño.
Solo la invasión rusa de Ucrania y el conflicto bélico desencadenado (Rusia y Ucrania son grandes proveedores de cereal) desde hace más de un año insufló cierto optimismo a los cerealistas de la Campiña Sur porque hace un año los cultivos herbáceos estaban muy solicitados.
«La esperanza del año pasado se ha tornado en ruina en esta. No tenemos nada de producción y encima se han quitado los aranceles a los cereales de Ucrania y entran con más facilidad que nunca en los puertos españoles, con lo que la necesidad de cereal nacional ha quedado en segundo plano», agrega.
Sin ingresos y sin seguro
«La sequía ha dejado destrozado toda la comarca. Incluso a pueblos de otras comarcas pero próximas a la nuestra como Fuente de Cantos o Bienvenida (Tentudía). No se puede cosechar nada. No merece la pena», expresa Méndez.
Este viernes, los cooperativistas de Agrollerena y Comarca tienen una reunión para poner en común «la desgraciada campaña que tenemos que vivir».
Una situación agravada, reconoce, porque es prácticamente inexistente la contratación de seguro de cereal contra la sequía. «Muy poca gente lo tiene hecho. Sí es más normal es de pedrisco y de incendio pero no el integral, que incluye los daños por sequía. Y no lo hay porque los rendimientos que nos pide Agroseguro para asegurar por hectáreas son muy bajos para la mayoría de los productores», explica el agricultor extremeño.
Añade Cándido Méndez que la ausencia de cereal en el granero de secano de Extremadura es un problema que trasciende a otras comarcas, no solo a la Campiña Sur. En Tentudía, pone como ejemplo, tienen grandes dificultades los ganaderos para dar de beber a su ganado por falta de agua, lo que sumado a la ausencia de cereal o tener que comprarlo a un altísimo precio, está provocando «que mucha gente esté vendiendo sus vacas u ovejas porque no pueden mantenerlas».
Hectáreas
En Extremadura, en 2022, según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos que elabora el Ministerio de Agricultura, se contabilizaron 191.100 hectáreas de secano y 36.090 de regadío.
En total, 227.191 hectáreas de cereal en Extremadura. De ellas, 93.563 fueron de trigo blanco y semiduro y 50.776 de avena, en secano. En regadío, la mayor cantidad de hectáreas de cereal de invierno (esto es, excluido el maíz), fueron las 5.361 destinadas a trigo blando y semiduro.
En esta campaña, ante la situación de altos precios por el cereal por la guerra de Ucrania y la escasez de agua en otoño, muchos agricultores de regadío, de las mejores tierras de las Vegas del Guadiana, decidieron plantar cereal en sus parcelas.
Un cereal que arraigó bien y que se desarrolló muy bien....pero al que le empieza a faltar también el agua. Tanto que en algunos casos o se va adelantar su cosecha o se va a tener que realizar algún riego de emergencia.
«Si hubiera llovido más o menos decente en marzo y en este abril no haría ni falta. Llegaría bien para la siembra. Pero la situación del cereal de regadío también se ha complicado», confirma Antonio Soto, presidente de la sectorial de cultivos herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura.
«Los cerealistas de regadío van a poder cosechar pero es que no nosotros ni vamos a meter las máquinas en las parcelas. No sirve el cereal, no merece la pena. Quien tenga ganado y pueda aprovecharlo para algo...que lo aproveche pero ni eso va a ser rentable», agrega compungido Cándido Méndez.
Perdido el cereal en la Campiña Sur, Méndez espera que al menos el olivar se salve. De momento sería posible si lloviera en abril pero como la sequía se extienda también se verá muy afectado.
Extremadura pedirá ayudas en la Mesa de la Sequía si sigue sin llover
La Junta de Extremadura pedirá en la Mesa de la Sequía nacional convocada para la próxima semana que, si persiste la situación de falta de lluvias, se empiece a pensar en la articulaciones de «posibles compensaciones» para los agricultores y los ganaderos. Lo señaló ayer el portavoz del Ejecutivo extremeño, Juan Antonio González, quien reconoció que la Junta se alegra por la convocatoria de dicha Mesa, donde la Administración extremeña pedirá que el «problema nacional» de la sequía sea considerado con un «cariz nacional» y que «por tanto se empiecen a pensar en posibles compensaciones para los agricultores». Tras afirmar que el de la sequía «no es un problema que afecte solamente a Extremadura sino que es un problema de ámbito nacional», dijo que si la situación actual de falta de lluvias persiste la Junta pedirá que «lógicamente este problema que es nacional tenga un cariz nacional y que por tanto se empiecen a pensar en posibles compensaciones para los agricultores», recogió Europa Press. En todo caso, González recalcó que «los efectos del cambio climático se tienen que combatir desde ya», y que la mejor manera de combatirlo a tenor del modelo actual de crecimiento que «necesita muchísima energía es a través de las energías alternativas, limpias». «No apoyar las energías renovables es no apoyar la lucha contra el cambio climático», espetó el portavoz de la Junta, quien apeló a la necesaria concienciación por parte de todos de que existe un «problemón» con el cambio climático. Las declaraciones de González tuvieron lugar después de que se conociera que el subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso, había convocado la Mesa de la Sequía para el próximo miércoles. Se reúne con el objetivo de evaluar la incidencia de la sequía en el sector agrario para dar seguimiento a la última reunión técnica, reunida el pasado 30 de marzo, e intercambiar información con los sectores afectados. En esta reunión, han sido convocados las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes, además de representantes de los ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica y Reto Demográfico, así como las comunidades autónomas. El objetivo de esta reunión es continuar con el seguimiento de la situación de sequía que se atraviesa desde el año pasado y analizar la evolución climática, su incidencia en cultivos y ganado, además de analizar el estado de las reservas de agua en los embalses, así como servir de foro de encuentro de todos los actores implicados y analizar las propuestas de actuación.
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