Salud Pública valida la calidad de las aguas de 36 piscinas y playas naturales para este verano
Las piscinas naturales de Extremadura avaladas por la Junta suponen una más que el año pasado pero dieciséis menos que en 2019, antes de la crisis sanitaria del coronovarus
El atractivo sigue ahí porque las aguas no se han evaporado pero el número de piscinas y playas naturales, sobre ríos y embalses ... , con el visto bueno sanitario no regresa a tiempos prepandemia. Mantiene Extremadura su seña como la región con más kilómetros de costa interior y con dos banderas azules en pantanos pero para este verano apenas hay avances en cuanto a las zonas declaradas aptas para el baño por la Dirección General de Salud Pública de la Junta. Son 36, una más que el año pasado, dieciséis menos que en 2019, antes del coronavirus.
Precisamente la salvaguarda sanitaria, el evitar concentración de bañistas que puedan derivar en contagios por covid, es uno de los motivos que pueden explicar el descenso acusado de zonas de baños naturales avaladas por la Administración extremeña.
El otro motivo está en que los análisis de las aguas que realiza Salud Pública no den los resultados óptimos para estimar que son espacios aconsejables para el baño. Las discrepancias entre alcaldes y Sanidad son evidentes. Muchos municipios esperaban regresar a una cierta normalidad en cuanto a número de visitantes en esas zonas, con sus servicios de hostelería y alojamiento.
«Ha llovido mucho y hay más caudal. Que tenga peores indicativos que hace unos años en los que sí se daba el visto bueno por Sanidad no se entiende», dice Joaquín Tejero, alcalde de La Codosera. Ahí, sobre el río Gévora, está una de las piscinas naturales extremeñas más valoradas.
Hay que aclarar que en ríos y embalses no se puede prohibir como tal el baño. Lo que se hace es no recomendarlo. «Y además es imposible controlar que cualquier persona se bañe en zonas de dominio hidráulico público», añade Jesús González, regidor de Castañar de Ibor. Si se determina que el agua no reúne las condiciones, lo que pueden hacer los regidores o las confederaciones es indicar con un cartel que allí no se debe bañar.
Varias muestras
Salud Pública hace varios análisis para ver cómo se hallan esos cauces. Hay un primer análisis de pretemporada, en primavera. Si es favorable, el camino queda expedito desde el punto de vista sanitario. Posteriormente a ese primer análisis, durante julio y agosto, la Junta toma nuevas muestras.
«En mayo nos avisaron desde el centro de salud que no había un flujo suficiente de agua para impedir posibles infecciones. Esto significa que este año no nos iban a declarar la piscina natural como espacio apto para el baño porque el agua podía estar bien pero no excelente. Fue una sorpresa ese aviso», indica Tejero a HOY.
«Nos desaconsejaron que volviéramos a esperar a nuevos análisis ahora porque las aguas no iban a mejorar, dijeron, lo bastante para lograr una calidad excelente. Es incomprensible», agrega el regidor de La Codosera.
Su piscina natural fue visitada por 25.000 personas hace dos años. Cuenta con un restaurante, abierto también este verano. «Los servicios van a seguir estando dispuestos para quienes nos visiten aunque no sea una zona oficial de baño», recalca.
«Por un motivo o por otro cada año no están poniendo más difícil las zonas de baño. Y eso es un palo muy gordo para los pueblos. Hay que mirarlo bien», culmina el primer edil de Castañar de Ibor.
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