Rocamador: el convento-hotel en medio de la dehesa extremeña que reabre
Situado en el término de Almendral, es gestionado por la bodega Pago de las Encomiendas, de Villafranca de los Barros, que se ha quedado con el negocio que inició Carlos Tristancho y Lucía Bosé
Tiene la consideración de hotel de cuatro estrellas pero por su historia y por sus instalaciones, reabiertas hace un año tras diez de cierre, está ... llamado a ser uno de los estandartes del turismo y la restauración de primer nivel en Extremadura. El hotel monasterio Rocamador, en el término municipal pacense de Almendral, ofrece 93 plazas hoteleras y se está convirtiendo en lugar también de referencia para la celebración de bodas, comuniones o bautizos en un convento franciscano de 1512 y rehabilitado con todo detalle hace un cuarto de siglo.
Rocamador cumple 25 años el próximo 13 de diciembre. Se abrió en 1997 como proyecto de un matrimonio conocido: Lucía Bosé y Carlos Tristancho. En 2001 recibió una estrella Michelín y en 2002 fue nombrado mejor hotel por la Guía Gourmetour. La antigua capilla del que fue monasterio, en la que estuvo orando San Pedro de Alcántara, copatrono de Extremadura, se rehabilitó como un exclusivo restaurante.
Rota la pareja, Tristancho siguió al frente de la instalación hasta que entró en concurso de acreedores en 2012. No logró superar el concurso. Fue liquidada la empresa del hotel y se lo quedó La Caixa y de ahí a un fondo de inversión. Lo valoró para su venta en 1,2 millones. Lo compró una empresa bodeguera extremeña, Pago de las Encomiendas, propiedad de la familia Carrillo García, de Villafranca de los Barros. Ha invertido cerca de tres millones en su recuperación y puesta en marcha.
Ha recuperado, entre otras dependencias, la bodega del monasterio franciscano y han creado nuevos vinos, todo dentro del objetivo de devolver «las instalaciones a su máxima expresión e introducirlas en nuestro circuito enoturístico», señala Diego Reyes. Pago de las Encomiendas ha redirigido parte su negocio al aprovechamiento turístico de sus bodegas. Como adelantó este diario en marzo de 2017, ha construido un aeródromo, el primero del país que se halla junto a una bodega hotel, El Moral, de cuatro estrellas, enclavada en Ribera del Fresno. Cuentan también con una bodega por gravedad y otra de crianza biodinámica en Villafranca.
El hotel monasterio Rocamador tiene 3.777 metros cuadrados construidos en una finca de dos hectáreas. Se encuentra entre Almendral y Barcarrota, aunque en el término municipal de la primera localidad.
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