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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Veranea en la Fontanilla y en la barca de Francisco.
«Mi proyecto es hacer que los lunes se parezcan más a los viernes»
EL VERANO DE Carlos Pajuelo

«Mi proyecto es hacer que los lunes se parezcan más a los viernes»

PEDAGOGO Y BLOGUERO ·

Pedagogo, y autor del blog Escuela de Padres, reivindica la vida como un viaje y el presente, como foco de atención

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Martes, 31 de julio 2018, 21:41

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–¿Qué tiene previsto hacer este verano?

–Sobrevivir, seguir viviendo, intentar disfrutar de cada día y, si se puede, además compartirlo con la familia y las amistades, mejor que mejor.

–¿Suele tener planificadas las vacaciones o va más a la aventura?

-Planificadas no sería la palabra que mejor lo definiera pero, desde luego, no voy a la aventura. Digamos que sé a dónde voy a ir, pero me dejo sorprender por lo que veré.

–¿Tiene en cuenta la gastronomía a la hora de elegir el lugar de vacaciones? ¿Cuáles son sus platos favoritos?

–Me parece fundamental que, cuando uno viaja, intente empaparse del lugar al que va, y la comida es una estupenda manera de conocer y recordar lugares. Me adapto bien al lugar donde esté y me gusta probar la gastronomía del lugar. Dicho esto, las croquetas de mi madre me encantan.

–¿Qué es lo que más le gusta hacer cuando está de vacaciones?

–Pues me encanta eso del «dulce hacer nada», no tener ninguna prisa por hacer nada. Pasear sin rumbo. Vamos, que me encanta eso de perder el tiempo, dejarme invadir por una especie de ganduleo que se me hace entretenido.

–¿Con qué compañía suele ir de vacaciones o prefiere viajar solo?

–Familia y amigos: esa es la mejor compañía. Durante tres veranos he viajado solo cuando hice el Camino de Santiago, y me lo pasé muy bien. Pero cuando viajo acompañado, me lo paso igualmente muy bien.

–¿Prefiere los viajes culturales, el campo o la montaña?

–Cada vez me gustan más los viajes de naturaleza. En Extremadura tenemos la suerte de tener unos paisajes impresionantes de norte a sur.

–¿Asiste a las fiestas de los pueblos?

–Esto creo que es una de las muchas limitaciones que tenemos los que no somos de pueblo, que nos perdemos disfrutar de las fiestas del pueblo. Las fiestas en las ciudades, con esto de la globalización, tienden a igualarse y pierden su identidad.

–¿Aprovecha el verano para ir al teatro, cine, conciertos...?

–No más que en invierno. Intento que las vacaciones sean para descansar, y para mí, descansar es rebajar el número e intensidad de actividades. Si durante el verano tuviera que ir a tanto acto cultural, me estresaría.

–¿Ve más televisión en verano?

–La televisión la veo poco porque me estoy volviendo un consumidor de series. Y es lo que habitualmente veo: series que, además, veo de un tirón, todas las temporadas, a eso de dos capítulos al día.

–¿Desconecta del día a día o, a pesar de estar de vacaciones, sigue pendiente del móvil, la redes sociales...?

–Desconecto de actividades laborales pero el móvil sigue ahí, las redes también, y las sigo utilizando como en el resto del año. Me interesa lo que pasa en el mundo, me gusta estar en contacto con mis amigos.

–¿Duerme siesta en vacaciones o prefiere dedicar ese tiempo a hacer otras actividades?

–Mis siestas son de esas de 10 ó 15 minutos en el sofá, ya sea verano o invierno. Y me parece un momento de lujo.

–¿Madruga durante las vacaciones o prefiere trasnochar?

–No es que madrugue, pero mi reloj biológico me saca a las 8 como muy tarde de la cama, y el ritmo lento que me acompaña durante el día es una estupenda manera de irse a dormir más temprano. En vacaciones me suelo ir a la cama más temprano que durante el curso.

–¿Cuáles son las vacaciones que recuerda con nostalgia? ¿Qué tuvieron de especiales?

–No suelo ser muy nostálgico, e intento pensar en todo caso en qué suerte he tenido con poder vivir las vacaciones que he vivido. Los recuerdos de la infancia están sobrevalorados [ríe]. Presto más interés a lo que puedo hacer hoy, a lo que he vivido ese día, lo que olí, lo que comí, lo que sentí.

–¿Qué sitio de Extremadura elegiría para pasar unos días de vacaciones y por qué?

-Sierra de Gata en otoño; Jerte en verano; la dehesa extremeña en primavera, y en la Aceña de la Borrega, cualquier día del año.

–¿Cuál es el recuerdo de su niñez que guarda con más cariño?

–El recuerdo de mi maestro desde los 6 a los 10 años, don José Cacho. Para mí era lo más parecido a un superhéroe. En mi tarea profesional le digo a muchas maestras y maestros que ellos son los que eligen cómo quieren ser recordados. Yo no era el mejor alumno que tuvo don José, pero me sentía querido por él, y ese recuerdo me ha acompañado toda mi vida, y me ha hecho mucho bien.

–¿Viaja por la vida ligero de equipaje o tiene mucho apego a las cosas?

–Ligerísimo de equipaje. Le tengo apego a lo vivido y rápidamente lo hago parte de mí, así que no necesito recopilar recuerdos materiales de lo vivido.

–¿Cómo han cambiado sus prioridades con el paso del tiempo?

–Yo siempre he tenido como prioridad intentar ser una buena persona, querer y sentirme querido y, con el paso del tiempo, lo que ocurre es que cada vez me doy más cuenta de que no es tarea fácil esta de ser buena persona porque nuestras decisiones, nuestros actos, pueden hacer daño a personas a las que quieres.

–¿Cuál es el logro del que se siente más satisfecho?

–Del cariño y reconocimiento por parte de mis antiguas alumnas y alumnos, y el de mis compañeros de profesión.

–¿Qué es lo que más trabajo le ha costado conseguir?

–Es que yo no he llegado a ninguna meta, a ningún puerto. Intento disfrutar del viaje. El día que consiga conseguir algo seguramente será el día de mi funeral, y estarán hablando bien de mí porque, si ese día no hablan bien de uno, malo, malo.

–¿Qué es lo que más valora de la gente y por qué?

–La generosidad. Creo que vivir teniendo en cuenta las necesidades de los demás es de personas admirables. Y yo conozco a un montón de madres y padres que ejercen esa generosidad día a día, sin desfallecer. Padres y madres que, además son maestros, enfermeros, policías, abogados, camareros... El mundo está lleno de ellos. Lo que ocurre es que la generosidad en un mundo tan hedonista como el nuestro es molesta, incómoda, porque nos muestra hasta qué punto estamos cegados por nuestro ombligo.

–¿Ha habido algún momento en su vida que ha marcado un antes y un después?

–No, la verdad es que no. Claro que me han pasado cosas a mí o a los que quiero que han generado cicatrices profundas y mucho miedo, pero es que la vida cotidiana es lo que tiene: que es frágil, efímera, que en un momento lo que creías que era tuyo, desaparece. Todos los días me ocurren cosas que me marcan un antes pero es que, al día siguiente, irremediablemente viene el después.

–¿En su camino ha encontrado más competitividad o compañerismo?

–Yo solo me fijo en los que me quieren, así que tengo unos compañeros geniales. Seguro que a alguno le caigo mal, y entiendo que por ello habla mal de mí, pero yo no compito contra nadie. Así que, si me han puesto zancadillas, el problema lo tienen los que me pusieron la zancadilla, que tienen que vivir todos los días con esa pierna maligna. Yo, a lo mío.

–Si pudiera dar marcha atrás, ¿cambiaría alguna decisión que ha tomado?

–No, no cambiaría nada porque entonces tendría otra vida y no sería yo. Y no me puedo ni quiero excusar en el «si lo hubiera sabido». Todo lo que he decidido, lo he hecho porque he querido, así que no me suelo arrepentir. Eso no quiere decir que no sea consciente de que, por mis decisiones, he podido herir a alguien. Y esa es mi penitencia, saber que he hecho daño a alguien.

–¿Tiene algún proyecto entre manos?

–Seguir trabajando, aprovechar que ya me quedan poco años de vida laboral para disfrutar, seguir disfrutando de mi trabajo. Mi proyecto es que los lunes se parezcan cada vez más a los viernes.

En Corto

–Su tiempo de ocio lo dedica a: Estar ocioso.

–Cuando se levanta da las gracias por: Todo.

–Un ejemplo a seguir: Le podía dar mil nombres de madres y padres, ejemplos a seguir.

–Lo que menos le gusta de la gente: Son tan necesarios los demás que algún defecto tendrán que tener. Suelo fijarme en las virtudes más que en los defectos.

–Algo que siempre ha querido hacer o tener y aún no ha conseguido: Tocar la guitarra.

–El libro que más huella le ha dejado: Todos los que he leído forman parte de lo que soy porque si no me dejan huella no los termino de leer.

–Su película favorita: Que no sea de miedo, que no sea un dramón, que salga del cine con una sonrisa.

–La canción de su vida: Mi vida tiene toda una Banda Sonora.

–El lugar que más le ha impactado: El último que he visitado, que deja de serlo en cuanto visito uno nuevo.

–Y el que elegiría para sus vacaciones perfectas: Las vacaciones perfectas no existen pero lo intentaré en Tanzania.

–El deporte que practica: Andar.

–Su comida favorita: Los platos de cuchara.

–Si pudiera, compraría un cuadro de: Un retrato de Lucian Freud.

-El olor que más le gusta: Me encanta el de la pólvora en una buena mascletá.

–Su lema: El que heredé de mi hermano Manolo Pajuelo: «Salud, que lo demás es mentira».

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