El Perpetuo y el de Mérida, los hospitales más afectados por los cierres de camas en verano

Donde habrá más cierres de camas en sus unidades y servicios será en los hospitales Perpetuo Socorro de Badajoz y en el de Mérida, según la información facilitada por los sindicatos, pues la Consejería de Sanidad aún no ha anunciado el plan de contingencia para esta época del año, pese a conocer desde abril la planilla vacacional de sus profesionales.

De hecho, los sindicatos han ido recibiendo parte de esta información a cuentagotas, pese a que agrupaciones como CSI-F lo ha pedido por escrito.

En el Perpetuo Socorro permanecerán cerrados los quirófanos de Traumatología durante el mes de agosto. Además, la planta de esa especialidad (la cuarta) funcionará bajo mínimos durante todo el verano. El ala derecha se clausurará del 14 de julio al 18 de septiembre y la izquierda cerrará media unidad del 15 al 31 de julio y completamente el mes de agosto.

En el caso de Medicina Interna, la segunda planta derecha permanecerá cerrada durante los tres meses de verano.

Además, en agosto solo estará en funcionamiento la mitad de la unidad de cuidados intensivos (UCI) y se cerrará por completo la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) en la que realizan procedimientos quirúrgicos que no necesitan hospitalización.

En el Hospital Materno Infantil de Badajoz también se cerrará el ala derecha de la unidad de Pediatría médico-quirúrgica durante todo el verano, así como el hospital de día médico-quirúrgico en agosto. Tampoco estará en funcionamiento la segunda planta de Ginecología del 14 de julio al 18 de septiembre.

Finalmente, el Centro Extremeño de Reproducción Humana Asistida (Cerha) también funcionará a medio gas y solo mantendrá una consulta médica del 15 de julio al 15 de septiembre. Además, el laboratorio de embriología realizará una parada técnica del 15 de julio al 6 de agosto.

En Mérida, los principales cierres se darán en las unidades quirúrgicas de Urología, Ginecología, Traumatología y Cirugía, que se prevé que estén abiertas al 50% y pasen a contar con 18 camas en vez de con 36.

Otro de los grandes afectados por los cierres de camas en verano será el Hospital Universitario de Cáceres, donde no estarán operativas 44 en unidades quirúrgicas. Otros veranos el SES ha unificado los servicios de Ginecología y Tocología en el San Pedro de Alcántara y en esta ocasión van a seguir abiertos ambos.

Por su parte, en Plasencia no se esperan cierres de servicios ni disminución de camas durante este verano.

Lo que está claro es que los cambios afectarán durante los meses de julio, agosto y septiembre a gran parte de los centros hospitalarios de la región, tal y como ha sucedido otros años, donde los cierres de camas han rondado los 300.

Además, el problema para encontrar a médicos especialistas se ha agudizado en los últimos años y los servicios de las áreas de salud tienen cada vez más difícil contratar.

Asimismo, en categorías como enfermería, se prevé que el SES siga la tónica de los últimos años y cubra solo el 33% del personal por vacaciones, según indica el sindicato Satse en Extremadura.

En cuanto a las contrataciones totales durante este verano, la Consejería de Sanidad no ha detallado por el momento el número. Otros años la cifra ha rondado los 7.000 profesionales y en el SES trabajan unos 19.000.

En cualquier caso no se espera que se cubran las vacaciones de todos los sanitarios. Por ejemplo, en el área de Plasencia se cubrirá el 58% de su personal en atención primaria y el 70% en especializada. En la de Coria la cifra se queda en el 51% y el 38% respectivamente, según UGT.

El SES empezará a hacer las contrataciones a partir del 1 de julio y los sindicatos consideran que llegan tarde. «Hay una falta de previsión total. No existe un plan de contingencia acorde a la situación», critica la presidenta del sector de Sanidad de CSI-F, Emilia Montero.

Pide también que los contratos sean para los meses de junio, julio, agosto y septiembre. «Lo que no puede ser es que sean de 15 de días o de mes y medio», añade Montero, que lamenta que los llamamientos los hagan «tarde» y eso provoque que algunos sanitarios ya estén trabajando en otras comunidades, donde los realizan con más antelación.