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Anabel Rodríguez posa tras la entrevista en la plaza de Los Alféreces de Badajoz. :: casimiro moreno

Anabel Rodríguez, novelista negra con acento extremeño

Extremadura en femenino ·

Compagina la narrativa con la abogacía, que desde el año 2000 ejerce en Berjano Abogados, el bufete que dirige junto a su marido, también abogado, en Badajoz.

Lunes, 7 de octubre 2019, 07:54

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Vivir de la literatura es una utopía», dice Anabel Rodríguez (Badajoz, 1973). Su tono de voz no transmite pesar en esta afirmación, más bien ilusión ante el próximo lanzamiento de su nuevo libro y el convencimiento de las dificultades a las que se enfrentan los escritores para obtener unos ingresos estables que provengan exclusivamente de sus obras.

Lectora por herencia paterna, en las páginas de sus novelas une la abogacía y la historia. En la precisión de su relato, que consigue gracias a la exhaustiva documentación, se observa la influencia de su tarea diaria como abogada y en los crímenes que narran sus dos primeras obras y los personajes que crea también se detecta el mundo profesional en el que se mueve.

ALGUNOS DATOS

  • Académicos Tras estudiar en el colegio Luis de Morales y en el instituto Zurbarán de Badajoz, cursó Derecho en Cáceres y tiene un título de Experto Universitario en Mediación Familiar.

  • Profesionales Estuvo un tiempo preparando las oposiciones de judicatura y empezó a trabajar en Berjano Abogados en el año 2000.

  • Literatura Comenzó a escribir a en un curso de narrativa y publicó su primera novela, 'Azaría', en 2015. Tiene otra terminada a la espera de ver la luz.

  • Aficiones Activa en la vida cultural pacense, disfruta con la música en directo, el teatro y el cine; a la hora de leer, no tiene un estilo preferido y en sus lecturas de este año las escritas por mujeres triplican a las firmadas por hombres.

Rodríguez compagina la narrativa con la abogacía, que desde el año 2000 ejerce en Berjano Abogados, el bufete que dirige junto a su marido, también abogado, en Badajoz.

Nacida en esta misma ciudad, pasó los primeros años de su vida en Oliva de la Frontera, aunque completó la Educación Primaría y Secundaria en Badajoz, antes de desplazarse a Cáceres para estudiar Derecho. Pasó algunos años preparando unas oposiciones para judicatura, pero finalmente se decantó por el bufete.

Se define como «escritora a ratos». El tiempo que le dedica al despacho y a su familia -es madre de dos gemelas de 13 años- hace que no siempre encuentre hueco para ponerse a escribir y si lo hace es, en muchos casos, robándole horas al sueño. Más importante que marcar plazos para avanzar con un texto considera establecer un horario, aunque no siempre lo pueda cumplir, y tener la regularidad de escribir todos los días.

Así lo hizo durante el tiempo que tardó en terminar su primer libro, 'Azaría' (2015). «Me cuesta años escribir una novela; no soy como esos escritores que cada seis meses presentan una obra», reconoce Rodríguez, que añade que realiza un concienzudo trabajo de investigación previo a ponerse a escribir.

«Estar en contra del feminismo me parece la misma barbaridad que declararse racista»

Lo mismo ha hecho con el proyecto que ya tiene terminado y corregido. Se desplazó a Segovia, en concreto al archivo militar, donde repasó los autos judiciales de un caso real: el crimen del capitán Sánchez. «Se hizo famoso porque Vicente Aranda dirigió un capítulo del programa de televisión 'La Huella del Crimen' basado en ese asesinato», explica la escritora, que define su libro como una «novela negro-judicial ambientada a principios del siglo XX».

Utilizando este conocido suceso, Rodríguez crea personajes y desgrana un proceso judicial a través de las figuras de dos abogados. «Investigando me he dado cuenta del seguimiento periodístico que se hacía de los casos y los juicios en esa época; los periódicos publicaban fotos muy escabrosas y los procesos eran muy seguidos por la sociedad», expone.

La información que aporta sobre este nuevo trabajo, sin facilitar el título, lo sitúa en un ámbito muy cercano al de 'Azaría'. La acción de esa novela se desarrolla en un pueblo extremeño durante la dictadura de Primo de Rivera y también hay un crimen, que en ese caso es investigado por una de las vecinas del municipio.

Orientación legal

Al intentar publicar ese libro se chocó con una realidad que desconocía. «Me di cuenta de que estaba muy perdida en temas contractuales con editoriales, y eso que tengo formación jurídica», señala.

Esto le hizo pensar en las dificultades que encontrarían otros escritores a la hora de relacionarse con las editoriales. Por eso, con la intención de ayudar a los creadores, comenzó a realizar publicaciones en un blog sobre orientación legal para escritores.

A pesar del placer que encuentra en la escritura, Rodríguez asegura que ya tiene ganas de ver publicado su nuevo libro. «Tengo dos editoriales interesadas y quiero que termine esa fase para que llegue a los lectores», indica. Esta afirmación contrasta con la sensación que tenía antes de adentrarse en el mundo literario. Le costó tomar la decisión de acudir a cursos de narrativa. «Me gustaba mucho, pero me daba vergüenza soltarme y fue mi pareja, Segundo, quien me animó», recuerda.

En esa formación, el profesor le pidió que escribiese el primer capítulo de una novela y fue como descorchar una botella de espumoso. Inició un par de blogs en Internet y surgió 'Azaría'. El recorrido de esta obra hizo que se entrase en contacto con varios medios de comunicación. Dos años estuvo colaborando semanalmente con El Correo de Andalucía y luego trasladó la sección que hacía a la radio, en concreto a Canal Extremadura. «Mi intención es dar a conocer a mujeres que han quedado olvidadas por la historia», comenta al citar, por ejemplo, a María del Monte, la primera cirujana española que realizó complejas intervenciones en obstetricia. «Me considero feminista, creo en la igualdad de hombres y mujeres, y recuperar la figura de estas mujeres me parece una forma de colaborar en ese sentido», afirma.

En la misma línea, entiende que declaraciones como las de Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, hacen mucho daño. «Decir que se está en contra del feminismo me parece la misma barbaridad que declararse racista», según esta escritora, que ve necesario fomentar la lectura en la sociedad como un método para luchar contra ciertos comportamientos. «Como madre, me preocupa que mis hijas lean, creo que en este esfuerzo hogares, colegios y administración pública deben ir de la mano».

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Anabel Rodríguez, novelista negra con acento extremeño