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Quedan 24 horas para que los médicos, psicólogos, físicos, químicos, biólogos, farmacéuticos y enfermeros recién graduados se enfrenten al examen que marcará su futuro laboral. Este sábado se celebran las pruebas de Formación Sanitaria Especializada y en Extremadura se presentarán casi mil aspirantes. 629 ... lo harán en Badajoz y 340 en Cáceres. En total, más de 32.000 optarán en todo el país a una de las 11.900 plazas ofertadas.
La mayoría son para médicos internos residentes (MIR). Esta comunidad ofrece 312 y de ellas 227 son para MIR. Muchos llevan estudiando más de doce meses y afrontan esta recta final con los nervios a flor de piel. De la nota que obtengan depende que puedan elegir la especialidad en la que se formarán durante los siguientes cuatro o cinco años.
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Álvaro Rubio
Lo sabe bien Víctor Manuel Martín Hernández, de 24 años y natural de Villanueva de la Serena, que se graduó en Medicina por la Universidad de Extremadura el pasado mes de mayo.
«Me estoy preparando por una academia, como casi todos. Contactaron conmigo en tercero de Medicina. Es bastante temprano y agobia un poco, pero así funciona. Ya en quinto eliges una y pagas para reservar la plaza y que te ayuden en la preparación. A principios de sexto te entregan los manuales y empiezas a verlos», comenta Víctor, que detalla que eso se traduce en memorizar unas 4.000 páginas.
A partir de mayo, el estudio se intensifica y reciben un calendario que determina los temas que deben saber por fechas. Es una carrera contrarreloj. «He pagado 2.800 euros por la academia y he estudiado unas diez horas al día. Desde diciembre, en alguna ocasión he llegado a las doce», comenta este joven, que solo se ha tomado los domingos de descanso. Ese día solo lo ha utilizado para corregir el simulacro de examen realizado los sábados.
Ha sido un año intenso en el que se ha olvidado hasta de sus hobbies. Le gusta la novela de misterio y de ciencia ficción, pero en este tiempo no ha leído ni un libro de ese tipo. Antes devoraba diez anuales.
El poco tiempo libre que le ha dejado el estudio lo ha aprovechado para descansar. «Solo he salido algún sábado por la noche con los amigos. Te recomiendan hacer deporte para desconectar, pero es casi imposible sacar tiempo. Tienes que ser muy fuerte mentalmente para enfrentarte a esta prueba», reconoce.
No ha necesitado ayuda psicológica, pero muchos de sus compañeros sí recurren a profesionales de la salud mental. «No lo he llevado muy mal, pero es muy cansado e intenso. Hay quienes no pueden con la presión. Al final, dedicas tu vida a un examen, así que es indispensable ser fuerte o ir a un psicólogo para que te ayude», reconoce Víctor, que ha instalado su 'cuartel' de estudio en casa de su abuelo.
«Allí no vive nadie ahora y está al lado de la casa de mis padres, así que ha sido el lugar perfecto para estar en calma y dedicarme solo a preparar el MIR», cuenta este joven desde una habitación cuyas paredes están empapeladas con esquemas del temario.
A las siete de la mañana está en pie y, a las ocho, delante de los libros. Estudia hasta la hora de comer, ve algún capítulo de una serie y luego, de cuatro a 21.30 horas, continúa con la tarea.
Cuando se le pregunta por el secreto para obtener buenos resultados (tiene un 7,39 de media en la carrera), responde que «no hay fórmulas mágicas, solo estudiar. Comenta que «al final es a lo que te acostumbras». Dice que lo importante es estar tranquilo.
Le gustaría hacer una especialidad hospitalaria. «Podría ser Reumatología, Neurología o Neumología. Para ello tengo que quedar entre los 5.000 primeros y no es fácil», explica Víctor, que tampoco descarta hacer Medicina Familiar y Comunitaria. De ella ofertan 98 plazas en Extremadura y en los últimos tres años han quedado vacantes desiertas.
Cree que el desasosiego que existe en torno a esa especialidad se debe a las «malas» condiciones laborales de los médicos de familia. «Hay gente que estamos dispuesta a hacer Medicina de Familia, pero la Administración no aporta soluciones a los problemas reales», concluye.
La ministra de Sanidad, Mónica García, está negociando con los sindicatos un nuevo Estatuto Marco con las condiciones laborales de los sanitarios. Entre otras cuestiones, propone que los médicos que terminan el MIR, es decir, la formación especializada, no puedan trabajar en centros privados durante los próximo cinco años. Ante eso, las instituciones colegiales y los MIR que actualmente realizan la residencia en Extremadura se niegan en rotundo. «Con esta medida están coartando nuestra libertad. Queremos terminar la formación y poder elegir pública, privada o las dos», afirma Chantal Román, vocal de MIR del Colegio de Médicos de Cáceres y residente de segundo año de la especialidad de Geriatría. En ese sentido también opinan desde el Colegio de Médicos de Cáceres. «Es como el Servicio Social Médico Obligatorio, es decir, parece que hay que hacer una prestación social por haber hecho la residencia en el servicio público, por lo cual estamos totalmente en contra. Atenta contra los derechos laborales de los médicos, que están consagrados en la Constitución», afirma Robles.
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