Miles de extremeños salen a la calle contra la amnistía
Las concentraciones convocadas por el Partido Popular celebras en Cáceres y Badajoz fueron las más multitudinarias | El Partido Popular estima que se han concentrado 12.000 en Badajoz y 10.000 en Cáceres y la delegación del Gobierno lo rebaja a 7.000 y 6.000, respectivamente
13.000 personas según la Delegación del Gobierno y 20.000 según las estimaciones del Partido Popular. Cualquiera de las dos cifras las convierte en ... una de las mayores movilizaciones de los últimos años en Extremadura. Este domingo muchos extremeños se lanzaron a la calle contra la amnistía incluida en el pacto de investidura del PSOE y Junts.
Las concentraciones convocadas por el PP en el paseo Condes de Barcelona de Badajoz y el paseo de Cánovas de Cáceres fueron las más multitudinarias y superaron con mucho a las manifestaciones de la ultraderecha que eligió reunirse una vez más frente a las sedes del partido socialista.
En Badajoz el PP logró la concentración más grande. Sus dirigentes la calificaron como histórica. Unas 12.000 personas según los convocantes y 7.000 según la Delegación del Gobierno se reunieron en Condes de Barcelona. El entorno de esta avenida y las principales calles del entorno quedaron colapsadas. Esta gran manifestación coincidió con la media maratón Elvas-Badajoz, por lo que hubo numerosos atascos.
Cuando faltaba media hora paga la convocatoria oficial, la mediana del paseo Condes de Barcelona estaba casi llena con los manifestantes. La organización pidió a los convocados que no ocupasen las carreteras porque no tenían permiso para cortar el tráfico, pero en momento puntuales fue imposible porque se desbordaron las previsiones.
La concentración comenzó con ambiente festivo. Desde el escenario y los altavoces instalados por los convocantes sonó música española. Una de las primeras en llegar a la protesta fue Mari Carmen Gómez Valle que se desplazó de Talavera la Real a Badajoz para manifestarse «porque creo que es una verdadera aberración lo que se está haciendo en España». «No podemos consentir una amnistía, lo que está mal, está mal para todos y porque todas las regiones o todas las comunidades autónomas tenemos los mismos derechos. Por eso tenemos que estar aquí».
Como Mari Carmen muchos de los concentrados en Badajoz llegaron de otras localidades de la provincia pacense, de hecho se desplazaron 20 autobuses hasta esta avenida pacense.
Cuando el ambiente se fue caldeando, llegaron los primeros gritos en la manifestación: «Pugdemont, a prisión» y «España no se vende», que fue muy repetido. Pocos minutos antes de las doce la avenida Condes de Barcelona ya estaba llena y ondeaban las banderas españolas, también europeas repartidas por el PP.
Los gritos
Comenzaron entonces gritos como «Pedro Sánchez traidor» y «No es un presidente, es un delincuente». La parte superior del paseo Condes de Barcelona de Badajoz también se llenó poco después. Los organizadores trataron de mantener a los asistentes en la parte baja de la avenida, pero no había espacio. Poco después comenzaron los atascos y se colapsaron por completo las calles cercanas. Muchos pacenses que trataban de llegar a la protesta se quedaron atrapados en sus coches.
En Badajoz hubo unos pocos gritos con insultos pero la organización pidió por megafonía mantener el respeto. También insistieron en que era una concentración, no una manifestación, que no se iban a trasladar. El PP lanzó este mensaje para no unirse a la intención de la plataforma Revuelta, de ultraderecha, que tras la movilización en Condes de Barcelona se fue hacia Ronda del Pilar, en el centro.
Pasados unos minutos de las doce, los dirigentes populares se subieron al escenario en la capital pacense. Entre los presentes estuvo el secretario general del PP de Extremadura, Abel Bautista, dos consejeras del Gobierno de Guardiola: María Mercedes Vaquera Mosquero (Educación) y Sara García Espada (Sanidad), además del diputado Antonio Cavacasillas, el expresidente de la Junta de Extremadura y senador Jose Antonio Monago y el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera.
El encargado de dirigirse a los concentrados fue el presidente provincial, Manuel Naharro, que solo leyó el comunicado nacional, el mismo que se repitió este domingo en todas las capitales españolas. «Vamos a dar la batalla contra la impunidad, en las instituciones, en los tribunales y, sí, también en las calles», dijo Naharro y se llevó una ovación y gritos de «España, España».
Fuera del escenario el secretario general del PP de Extremadura, Abel Bautista, quien ha asegurado que «por primera vez, el Estado forma parte de un ataque contra» el Estado de Derecho y la Constitución. Bautista se ha referido al principio de igualdad, recogido en la Carta Magna, como uno de los reclamos que han hecho en esta jornada los extremeños que no quieren ser «españoles de segunda», ni que les lleguen «las migajas», mientras «se le promete a los catalanes, con ese pacto, la condonación de 15.000 millones de euros de la deuda, más 26.000 millones para el Rodalíes»
El acto en Badajoz terminó con un grito de Viva España y el himno nacional seguido del de Extremadura. Con los acordes de 'Resistiré' la mayor parte de los asistentes se dispersaron.
En Cáceres
En Cáceres quedaba aún media hora larga para que dieran las 12 de la mañana y el entorno del bombo de la Música del paseo de Cánovas de Cáceres empezaba a llenarse. Banderas de España a modo de pañuelo, capa, bufanda o lazo del pelo comenzaban a hacerse hueco en la plaza oficiosa de la ciudad, el bulevar por donde transcurre la vida ciudadana. Pero era otro el complemento predominante en la concentración de Cáceres en contra de la amnistía: los paraguas. Algún profesional del españolismo lo lucía rojigualda, pero excepto por ese toque de color, la zona se cubrió de una apagada capota infinita para evitar la lluvia, que caía fina pero constante. Y seguía llegando gente, lo cual es meritorio en una ciudad capaz de paralizarse hasta casi la muerte por las precipitaciones. 6.000 personas según la Delegación de Gobierno asistieron a este acto, que la organización cifra en 10.000.
Pocos minutos antes de las 12 de la mañana la presidenta María Guardiola accedía a una zona que se mostraba ya atestada, rodeada por sus cuatro costados. Seguían las banderas de España agitándose, mezcladas con alguna de la Legión y, testimonialmente, la de la Unión Europa. Y además, pancartas. Las había discretas y sintéticas como «Habla, pueblo», puyas poéticas a Pedro Sánchez como «Pedro, traidor, solo te importa tu sillón» o verdaderas parrafadas en lenguaje prácticamente jurídico como 'El ejercicio de la actividad de los partidos políticos es libre dentro del respeto a la Constitución y a la Ley'. El propio PP, convocante de esta concentración, repartía carteles con el lema 'España en pie', que mucha gente se colocaba en los paraguas.
Además de Guardiola un buen número de consejeros asistieron a este acto, al que se sumó oficialmente Vox, pese a agendar una convocatoria propia, un poco más tarde, en la puerta de la sede del PSOE en la plaza de Noruega. Elena Manzano, consejera de Hacienda, Victoria Bazaga, portavoz y consejera de Cultura, Mercedes Morán, consejera de Agricultura y la secretaria general de Igualdad, Ara Sánchez, arroparon a Guardiola en la lectura del manifiesto.
También estaban miembros de la ejecutiva del PP como los diputados regionales José Ángel Sánchez Julia, Elena Nevado o José Manuel García Ballesteros. El alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, concejales y alcaldes de otras localidades integraron esta comitiva, en la que también participó el senador Carlos Floriano y la diputada nacional Cristina Teniente. A esa concentración también asistió el consejero de gestión forestal y mundo rural Ignacio Higuero de Juan.
Discurso de Guardiola
Guardiola pronunció un discurso de poco más de 12 minutos interrumpido en varias ocasiones por el público con lemas como «¡No a la amnistía!», «España no se vende» y algunos insultos directos al presidente Pedro Sánchez. Dijo que la única intención de Sánchez es «mantenerse en el poder después de perder las elecciones», por lo que «se ha puesto al frente del movimiento independentista que busca romper la igualdad entre españoles amordazando a jueces y fiscales y humillando a nuestro país, están vendiendo la libertad y la igualdad de los españoles y lo hacen como suelen hacerlo los delincuentes, a escondidas, ocultándose y engañando», defendió Guardiola, que alegó a favor de la Constitución y de movimientos pacíficos como el de ayer.
«No nos vamos a rendir ni nos vamos a cansar de defender nuestros derechos ni vamos a dar un solo paso atrás»
Al final del acto sonó el himno de Extremadura y el de España. También se escuchó el Redoble, el recién aprobado himno oficial de la ciudad, mientras Guardiola se daba un baño de masas entre un público que tardó un tiempo en dispersarse.
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