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Marta, con un detalle que le regalaron, delante del ministerio. HOY
Marta Vázquez: «El apagón me ha costado 200 euros»

Marta Vázquez: «El apagón me ha costado 200 euros»

A esta joven de Villafranca de los Barros la caída del suministro eléctrico le cogió en Madrid, donde había viajado en tren para elegir su plaza de enfermera residente en el Ministerio de Sanidad

Martes, 29 de abril 2025, 21:09

La ilusión con la que Marta Vázquez llegó a Madrid la tarde del domingo se apagó de sus ojos la tarde del lunes, cuando tras acudir al llamamiento que el Ministerio de Sanidad había convocado para los estudiantes de enfermería que han superado el examen Eir, la joven y su madre no pudieron volver a su casa, en Villafranca de los Barros a consecuencia del apagón que dejó sin electricidad a toda la península.

«Viajamos en tren desde Mérida, nos vinimos el domingo porque el lunes por la mañana estaba citada de manera presencial en el Ministerio de Sanidad para coger mi plaza de enfermera residente. Todo iba bien hasta que saliendo del ministerio, sobre las doce del mediodía sentimos el apagón», recuerda este joven más calmada tras lo sucedido.

Ella viajó con su madre, y cuenta que justo después de elegir la plaza que ha conseguido en el hospital de Llerena fue cuando se fue la luz. «En ese momento no le dimos demasiada importancia, estábamos emocionadas porque había conseguido mi plaza. Intentamos buscar un sitio para comer pero entonces ya todo empezaba a ser un caos en Madrid. Los bares y supermercados cerraron», apunta.

La joven y su madre consiguieron comprar unas empanadas para comer algo a lo largo del día y acudieron a la policía a pedir ayuda, pues había una gran presencia de agentes locales y nacionales en todas las calles del centro. «Teníamos el tren de vuelta por la tarde y no sabíamos nada, no teníamos cobertura, no había luz. La policía nos dijo que lo mejor era no salir de Madrid porque todo estaba colapsado y las carreteras cortadas».

Sin lugar para pasar la noche

A primera hora de la tarde la estación de Atocha, de donde salen los trenes hacía Extremadura, cerró sus puertas para evitar que los viajeros se agolparan en el interior. Con la estación cerrada y sin lugar donde pasar la noche extra que Marta y su madre se vieron obligadas a pasar en Madrid decidieron volver al hostal donde habían estado alojadas la noche anterior. «Fuimos para intentar recuperar nuestra habitación y estaba complicado porque estaba todo completo. Muchas de las personas que no pudieron volver a casa el lunes iban hostal por hostal buscando alojamiento».

La alta demanda de alojamiento hizo que en muchos hostales y hoteles los precios se incrementarán, y Marta y su madre tuvieron que pagar 200 euros por una habitación en el mismo hostal en el que se habían alojado la noche anterior. «Conseguimos una habitación en el mismo sitio que nos alojamos el día anterior, íbamos a compartirla con otra chica porque no había espacio para todos, pero no fue necesario porque nos reubicaron a todos».

Lo peor para ellas fue que perdieron el tren y tuvieron que pagar una habitación a «precio de oro». «Vivimos momentos de mucha incertidumbre. Las sirenas no dejaban de sonar, la gente caminaba como loca por la calle, daba la sensación de que estaban huyendo y no podíamos comunicarnos con nuestros familiares», explica la joven y su madre que volvieron a Villafranca en coche ayer a las nueve de la mañana.

«Habíamos perdido el tren y no teníamos cómo volver así que mi padre salió a las tres de la madrugada en coche desde el pueblo y nos volvimos a primera hora», contaba aliviada esta joven que señala que aunque económicamente han salido perjudicadas, lo importante es que ella y su madre están bien.

Otros extremeños afectados

Como Marta han sido muchos los extremeños que se quedaron atrapados en Madrid tras el apagón. A las puertas del Ministerio de Sanidad había decenas de jóvenes procedentes de la región que esperaban poder elegir su plaza a lo largo de la tarde del lunes, cuando comenzaba el segundo llamamiento del día.

Pero a las dos de la tarde dos guardas de seguridad colgaron un cartel informando que se suspendía el llamamiento por el corte de luz hasta el miércoles. «No puede ser, he pasado un fin de semana horrible esperando este día y ahora lo cancelan porque no hay luz», decía Alba Garrido que quiere coger plaza en Plasencia ya que es su ciudad.

Cuando informaron de la cancelación de la elección de plazas los allí presentes aún no se hacían una idea de la magnitud de lo acontecido. «Creíamos que esto era un problema de conexión por la saturación que debe tener la página del ministerio pero no han dicho que el problema es nacional», contaba.

Esto provocó que muchos de los convocados para la tarde del lunes no pudieran elegir plaza y se viesen obligados a permanecer un día más en la ciudad, como Patricia Hidalgo, que viajó desde Hornachos. «Yo volvía el martes por la tarde en tren a Badajoz, pero no pude hacerlo porque han retrasado la convocatoria y esto me ha obligado a buscar otro hostal para pasar la noche».

A ella, que viajaba junto a su madre,se les apagó la luz justo cuando llegaron a Atocha el lunes por la mañana. «Fue bajarnos del tren y de repente todo se quedó a oscuras, las escaleras mecánicas no funcionaban y la gente comenzó a chillar y correr sin rumbo», recordaba aún impresionada.

Sin luz ni línea telefónica no pudo conectarse con su familia hasta las tres de la madrugada, que es cuando se restableció la luz en Hornachos, cuatro horas después de que lo hiciera en Madrid.

«Fue todo muy impactante, los agentes que patrullaban las calles nos aconsejaron no estar en las calles. Compramos agua, velas y algo de comida, pero fue complicado porque todo estaba cerrado y la gente acabó con todos. Vimos cómo se agotaban las radios y las conservas, mientras la gente se agolpaba en las calles escuchando la radio».

Fueron pocos los que consiguieron salir de Madrid el lunes, María Lucio tardó cuatro horas en hacerlo, este fue el tiempo que estuvo en el atasco para coger la A-5 para llegar hasta Badajoz.

El caos volvió ayer a primera hora cuando todos los viajeros que se habían quedado en la ciudad volvieron a Atocha, que abrió sus puertas el lunes por la noche para que los viajeros que no habían encontrado hostales pudiesen pasar la noche allí.

Los tren AVE comenzaron a funcionar a primera hora de la mañana, no ocurrió lo mismo con los trenes de cercanías, que son los que llegan hasta Plasencia, Cáceres, Mérida o Badajoz donde no se pudo restablecer la línea. «Tengo el billete para viajar el martes a Plasencia pero me dicen que no sale ningún tren y lo que quiero es que me cambien el billete para otro día o me devuelvan el dinero», decía Estefanía Fernández.

Renfe atendió desde primera hora a todos los viajeros que llegaban hasta sus oficinas en Atocha, allí explicó a los viajeros que iban hacia Extremadura que no había posibilidad de dar servicio porque aprovechando la oscuridad que dejó el apagón habían robado los cables y las catenarias de las líneas que salen de Madrid hacia el sur de la península. «Os aconsejamos que busquéis transporte alternativo porque no sabemos cuando podremos funcionar hasta Extremadura, estamos intentando poner autobuses, pero está todo completo», decían los trabajadores, finalmente consiguieron fletar dos autobuses en la tarde de ayer, y devolvieron el dinero a los viajeros que perdieron su billete.

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