La presidenta de la Junta, María Guardiola, en la segunda sesión del debate sobre el estado de la región; detrás, la vicepresidenta primera de la Asamblea, Lara Garlito, y la presidenta, Blanca Martín. HOY
Debate sobre el estado de la región

María Guardiola presume de gestión y elude acercarse a PSOE y a Vox

Los casos de corrupción embarran un debate sobre el estado de la región sin puntos de consenso entre los cuatro partidos del Parlamento regional

Viernes, 27 de junio 2025

La falta de sintonía con PSOE y Vox, lo que mantiene al PP en un gobierno en minoría, y los casos de corrupción han marcado ... el segundo debate sobre el estado de la región de la legislatura. Mientras que el pasado año quedó en evidencia la división del Parlamento regional en dos bloques, en esta ocasión se puede hablar de tres posiciones que parecen muy lejos del acuerdo.

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Hay dos citas en el año que despiertan un especial interés en la Asamblea. Una es el pleno de presupuestos, tanto en la presentación de la ley como en las sesiones dedicadas a las enmiendas parciales. La segunda es el debate sobre el estado de la región, ya que permite el cara a cara entre la presidenta de la Junta y los líderes de la oposición.

El proyecto de cuentas para 2025 fue finalmente retirado, lo que daba un aliciente especial al debate sobre el estado de la región de este año. Además, era el primero al que Guardiola se presentaba en minoría tras la ruptura del gobierno de coalición con Vox y también el primero del secretario general del PSOE y nuevo presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Miguel Ángel Gallardo. Por tanto, había muchas cuestiones de interés y mucho que analizar.

El debate sobre el estado de la región se denomina en realidad debate sobre orientación política general de la Junta de Extremadura porque debe servir para eso, para fijar las líneas estratégicas del Gobierno regional, que después deberán recogerse en el proyecto de cuentas para el año siguiente. De ahí que concluya con la presentación de las propuestas de resolución, un tipo de iniciativas políticas que tienen mucho de enmiendas presupuestarias. Pero una vez más ha servido para fijar la situación de la política regional en la actualidad: el PP quiere seguir gobernando en solitario, aunque no le dan los votos; Vox quiere volver a ser importante, aunque no a cualquier precio; y el PSOE quiere ser alternativa, aunque los casos que acechan al partido dentro y fuera de la región se lo ponen muy difícil.

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María Guardiola inició el debate en la tarde del jueves con una intervención en la que probablemente no hizo grandes anuncios ni presentó líneas estratégicas, pero sí aportó numerosas medidas con las que quiere seguir mejorando el servicio público y ayudar al crecimiento de la región.

Para la presidenta de la Junta, los datos evidencian la buena situación económica de la comunidad, que considera en gran parte mérito de su gobierno a pesar de que coincide con un buen momento en general en todo el país. Extremadura tiene hoy menos parados que nunca (66.577 en la jornada de ayer, según dijo) y más ocupados, alcanza récord de exportaciones y de turistas, y recauda más pese a haber encadenado tres bajadas de impuestos durante su mandato. Pero considera que se puede avanzar más, para lo que anunció otra medida que puede tener gran incidencia fiscal, ya que se elevarán los límites para poder acogerse a las deducciones autonómicas del IRPF (30.000 euros en tributación individual y 55.000 en conjunta). A esto se sumará una nueva deducción de hasta 100 euros por los gastos veterinarios que soportan los dueños de perros.

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Son de las pocas propuestas para las que el Gobierno regional necesitará el respaldo de la oposición, ya que requerirán un cambio legal para el que el PP no tiene mayoría suficiente. El resto de medidas es principalmente de gestión, algunas de calado, como la inversión de 220 millones de euros en el hospital de Cáceres, un nuevo plan de vivienda dotado con 950 millones de euros y la construcción de cinco polígonos industriales por 33,3 millones. Y otras más curiosas, como la creación de una asignatura en ESO sobre el papel de Extremadura en la historia, llamada Aula Extremestiza.

Guardiola también se opuso al cierre de Almaraz, pidió la construcción de autovías nacionales y criticó el servicio ferroviario, tres temas que han marcado la actualidad regional en los últimos años. Pero no dijo nada de otro, el regadío de Tierra de Barros. Tampoco habló de su gobierno en minoría, aunque dijo que seguirá su camino, para lo que pidió una oposición responsable.

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Turno de la oposición

Tras esta primera sesión, la jornada del viernes se centró en la intervención de los grupos parlamentarios. Abrió el pleno el presidente del Grupo Socialista, Miguel Ángel Gallardo, quien hizo un diagnóstico bastante distinto del que ofreció Guardiola. Según dijo, el paro no baja tanto como en otras comunidades; las rebajas fiscales han beneficiado sobre todo a los que más tienen; y en sanidad somos la región con más tiempo de espera para una operación. Dejó una imagen significativa al mostrar una tarjeta sanitaria y una tarjeta de crédito para mostrar que para lograr un buen servicio la segunda está ganando terreno a la primera.

Gallardo criticó igualmente la ausencia de propuestas para los jóvenes, especialmente con la vivienda; la escasa inversión regional en infraestructuras y la falta de propuestas sobre el tren (llegó a plantear una ley para sancionar con 25 millones de euros las averías que no se deban a causas de fuerza mayor). Y como alternativa propuso cuatro pactos: por la juventud, para blindar los servicios públicos esenciales, para proteger derechos como el acceso a la vivienda y para limitar la financiación en publicidad a lo que considera pseudomedios.

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Había interés por conocer el estreno de Gallardo en un debate sobre el estado de la región, pero también por la posición que tomaría Vox al presentarse por primera vez como parte de la oposición. El presidente del grupo parlamentario, Ángel Pelayo Gordillo, incidió en que Guardiola no tiene la mayoría suficiente para aprobar ninguna iniciativa en el Parlamento regional. Por ese motivo, pidió que vuelva al principio de la legislatura y recupere los principios del pacto de investidura, que pasan por reducir lo que considera «gasto innecesario», hacer frente al Gobierno central ante problemas como la inmigración ilegal y abandonar unas políticas que calificó de izquierdistas y continuistas.

Gordillo cuestionó especialmente que Guardiola defendiera en su discurso del jueves una posición de centralidad. A su juicio, no cabe la equidistancia con el PSOE, un partido que considera corrupto, por lo que avisó con que Vox castigará cualquier acercamiento a los socialistas. Pero el giro a la derecha no sería gratuito, por lo que reclamó negociar cualquier iniciativa que parta del Ejecutivo regional. Una postura que viene manteniendo en los últimos meses, desde que se rompió el gobierno de coalición, y que volvió a plantear de cara a la negociación de los Presupuestos de 2026.

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Por parte de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel criticó la falta de diálogo del Gobierno regional y el seguidismo con la dirección nacional del PP. También puso en duda el mérito de Guardiola en la situación económica, ya que afirmó que la comunidad sigue a la cola en numerosos indicadores.

Asimismo, cuestionó el gasto de la Junta en pseudomedios y acusó a los populares de cebarse en las críticas a los casos de corrupción del PSOE. Con un golpe de efecto, un papel con una larga ristra de escándalos que, según dijo, han sido protagonizados por el PP.

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En cuanto a los populares, su portavoz en la Asamblea, José Ángel Sánchez Juliá, acusó a la oposición de estar perdida y sin proyecto. Centró buena parte de sus intervenciones en criticar al PSOE y sus casos de corrupción. Dijo que Gallardo utiliza la Asamblea para lograr el aforamiento y «esconderse de la justicia» por el caso que investiga la contratación de David Sánchez, hermano de Pedro Sánchez, por la Diputación de Badajoz. También le acusó de callar sobre el informe de la UCO, a lo que el presidente del Grupo Socialista replicó que «Cerdán es un golfo, como lo era Luis Bárcenas», extesorero del PP.

Sánchez Juliá también denunció la pinza que a su juicio hacen PSOE y Vox, al que reclamó que abandone la política de chantaje y adopte una posición útil,

Guardiola ataca al PSOE

La respuesta de la presidenta de la Junta a los grupos parlamentarios dejó clara la posición del PP: seguirá gobernando, con las medidas que considere adecuadas, y esperando el apoyo de la oposición. Pero no parece dispuesta a negociar.

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En su intervención, Guardiola se centró sobre todo en el PSOE, que a su juicio está enredado en las mordidas y «en el reparto de prostitutas», acosado por la corrupción y que funciona como «una organización criminal». De sus propuestas de pacto no dijo nada, pero por lo visto en el debate el acercamiento con los socialistas se antoja complicado.

En cuanto a Vox, aseguró que no va a pagar peajes ni aceptar chantajes. «No estamos en el mercadeo, estamos en la gestión», afirmó. En su opinión, el partido de Abascal es «la única excusa que tiene Pedro Sánchez para mantenerse en el poder», ya que «lo que hacen es alimentarlo con sus decisiones, rompiendo pactos de gobierno, bloqueando cuentas regionales y abriendo debates más que superados».

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Guardiola se refirió brevemente a Irene de Miguel, de Unidas por Extremadura, una coalición liderada por Podemos, que a su juicio ha demostrado ser un partido «perfectamente inútil» por su labor en el Gobierno central.

Frente a lo que considera falta de altura de la oposición, aseguró que mantendrá su línea de trabajo. «Vamos a seguir gobernando con realidades, con diálogo y con vocación de servicio», aunque lo hará «sin pedir permiso». Según dijo, «la política no está para salvar líderes, está para mejorar vidas».

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