«El Latín era un tostón y ahora me ha encantado», el bachillerato a distancia forma a 400 adultos en la región
Laura García, de 38 años, es una de las alumnas de una opción que se imparte en el instituto El Brocense de Cáceres y el Reino Aftasí de Badajoz, con todo el material en Internet y donde solo se requiere ir a los exámenes
Hay gente que acabó la enseñanza obligatoria, hasta cuarto de la ESO, y luego dejó a medias el bachillerato, bien por pereza, porque se pusieron ... a trabajar, porque agotaron las convocatorias... la casuística es variada, pero existe una segunda oportunidad en dos institutos de la región para sacarse el bachillerato a distancia. Solo hay que acudir y hacer acto de presencia en los exámenes trimestrales. En Badajoz este bachillerato 'on line' se imparte en el IES Reino Aftasí, donde el curso pasado se matricularon 220 personas mientras que en Cáceres lo oferta el IES El Brocense, con 130 alumnos. En total suman 350 alumnos, si bien el jefe de estudios del Reino Aftasí, Valeriano Gómez, estima que la cifra media de los últimos cursos ronda los 400 en toda Extremadura. Con todo, añade, la cifras está lejos de la época 2008-2010, cuando solo en su centro se matriculaban 500 asultos. «Fue un periodo en que por la crisis mucha gente se quedó sin hacer nada y estudiaba. en la actualidad hay algunos menos tambien por la gran variedad de ofrta formativa que hay con ciclos de todo tipo», explica.
Este año el periodo de matriculación ya se ha abierto, Gómez recuerda que es gratuita y dura hasta el 15 de octubre.
Flexibilidad
Las normas para cursar el bachillerato de adultos a distancia son tener 18 años o cumplirlos durante el curso, pero existen excepciones para abordar estos estudios desde los 16 años cuando no se puede acudir a clase, «por ejemplo deportistas de alto rendimiento, gente con contrato laboral u otra circunstancia que lo justifique», explica Valeriano Gómez, que destaca la «flexibilidad» de esta opción. Y es que, aunque es a distancia, es posible acudir a clase. Son entre las cuatro de la tarde y las nueve de la noche, en el caso de Badajoz los lunes y los miércoles los de primero de bachillerato y los martes y los jueves los de segundo. Sin embargo, Gómez entiende que a mucha gente le baste el material 'on line' que la Consejería de Educación tiene alojado en el portal 'Avanza'.
En cuanto al perfil de estudiantes este es muy variado. «Hay chicos o chicas que no han terminado sus estudios agotando el límite de convocatorias y aquí no hay límite; otro tipo son personas de 25 o 30 años que los dejaron a medias y trabajan pero han decidido culminarlos porque les quedaron 4 o 6 materias, las cuales se retoman sin necesidad de hacer el curso entero. También gente trabajadora, desde policías a bomberos que le piden el bachillerato para ascender; o alumnos de 40 años que quieren el bachillerato para hacer un ciclo o grado superior o unas oposiciones; e incluso estudiantes de casi cincuenta años que en los años noventa no terminaron el BUP o el COU y ahora se sacan el bachillerato por una cuestión de satisfacción personal», describe Valeriano Gómez.
Este docente reconoce que la tasa de abandono es alta «porque mucha gente trabaja o tiene hijos», pero ha visto estudiantes que han tardado seis años en obtener su título «porque han decidido ir a su ritmo con una o dos asignaturas por año» y otros que, en cambio, en un solo curso han aprobado primero y segundo.
Humanidades, la más pedida
En la actualidad hay cuatro opciones de bachillerato: el de Ciencias, el de Humanidades (es el que predomina), el Artístico; y uno nuevo General (el que más ha crecido) desde hace tres años a caballo entre el de Ciencias y Humanidades.
Para el jefe de estudios del IES Reino Aftasí todo son facilidades, por eso recuerda que con la última ley educativa de 2022 (Lomloe) se estableció que si tienes un título de técnico medio o superior y te matriculas en Bachillerato, solo necesitas cursar las materias comunes, que son cuatro en primero y cuatro en segundo.
«Hay flexibilidad total. Vas a materias que te gusten o a las que te venga bien el horario. Nuestra premisa es dar facilidades. Solo hay que ir al examen una vez al trimestre de manera presencial y hemos llegado a tener alumnos de toda Extremadura, incluso en el extranjero, de Mallorca, de centros penitenciarios o de centros de medidas judiciales como el Marcelo Nessi», relata Gómez, que imparte clases de Historia y de Geografía.
Según explica, hay algunas clases en las que se juntan casi 30 alumnos. «No hace falta venir a clase porque todo el material, que es gratuito, igual que la matrícula, está en la web, pero hay gente que viene a las que le interesa y como son adultos a veces se montan debates muy interesantes», señala el docente.
Laura García Soto Terminó el Bachillerato con 38 años
«Tenía esa espina clavada y es cuestión de organizarse»
Laura es de Badajoz, tiene ahora 38 años y un trabajo. Cuando era adolescente terminó cuarto de la ESO e hizo primero de Bachillerato, pero segundo se le atragantó. «Me matriculé en segundo y abandoné porque no me sentía capacitada para terminarlo. Fue un cúmulo de cosas, el caso es que me agobié. No le cogía al truco a algunas asignaturas, así que lo dejé. Al año siguiente lo volví a intentar, pero no hubo manera».
Aquel abandono le cerraba las puertas a las puertas de acceso a la universidad, pero eso a Laura le daba igual porque sus objetivos eran otros. «Tenía claro que quería dedicarme al mundo de la belleza, así que me fui a hacer el ciclo de peluquería y estética, primero en el Sopeña y luego en una academia. Me saqué que título y he estado trabajando, hasta que decidí sacarme el título de bachillerato porque tenía esa espina clavada», cuenta.
A Laura le quedaban todas las asignaturas de segundo y dos de primero de Bachillerato «porque en aquel momento de mi vida no me presenté a los exámenes, o sea, me fui».
Luego pasaron los años y esta extremeña recapacitó. «No tiene que ser tan difícil, debería volver a intentarlo. Y lo que sí tenía claro es que si volvía a estudiar lo haría en el mismo instituto porque yo venía de un colegio religioso y en el Reino Aftasí descubrí la libertad y me encantó, así que cuando supe que justo en este instituto se podía hacer a distancia no me lo pensé más y di el paso porque yo esto lo consideraba mi casa».
Laura no ha formado familia desde entonces pero no ha parado de trabajar, así que optó por el formato semipresencial. «Yo por las mañanas atendía mi trabajo y las clases entraba a las cuatro hasta las siete o las ocho dos o tres días a la semana. Lo importante es tener organización. Tienes que estudiar y esforzarte en los estudios, y también en mi trabajo. Al final me saqué entero las ocho asignaturas de segundo y las dos de primero entre septiembre y mayo del curso pasado».
En clase no le costó integrarse porque hay alumnos de perfiles parecidos al suyo. Y durante este proceso, dice, ha habido un redescubrimiento. «Cuando era adolescente se me atragantó Latín, y ahora he visto que si le coges el truco puede llegar a gustarte. Además, he aprendido mucho vocabulario. Y otra asignatura que de repente me ha apasionado y es Historia de la Filosofía. De joven era un tostón y ahora me ha encantado, me ha me ayudado a descubrirme a mí misma. A todo el que esté dudando lo animo a que estudie».
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