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José Pedro Caballero tiene 35 años, los mismos que su amigo de la infancia Antonio León. Uno es ingeniero agrónomo y el otro ingeniero informático. « ... Nos criamos juntos, estudiamos juntos y empezamos a fumar juntos con 16 o 17 años», dice José Pedro la víspera de un viaje a Madrid en el que tienen cita con su entrenador de habanos. Sí, existe un concurso dedicado a elegir quién sabe más sobre este tipo de puros que, si se quiere respetar la denominación de origen, solo se ofrece a través de 27 marcas. «Cuestan desde dos euros y medio hasta los 300 euros de un cohiba behike 56, de los cuales yo una vez lo probé, pero cuando no tenían ese prcio porque no me parce ético gastar tanto dinero», reconoce José Pedro. Ni uno ni otro fuman cigarrillos, ni siquiera puros todos los días, pero su pasión por los habanos les llevó a participar en la fase nacional que por primera vez se hizo en España en 2023 como paso previo a la mundial, la Habanos World Challenge. Se celebra hace 25 años y los actuales campeones son una pareja de Canadá.
La primera vez que concursaron en la fase nacional perdieron en la final, pero a finales de septiembre del año pasado la pareja de Castuera ganó a la madrileña y ya tienen pasaporte para Cuba el 22 de febrero. Este tipo de concursos, explica José Pedro, son de dos en dos y tienen que ver con la cultura sobre este tipo de cigarro y también sobre sus opciones de maridaje o catas a ciegas.
La fase preliminar se hace a través de internet con preguntas en directo más una propuesta argumentada de maridaje, y a partir de ahí fueron seleccionados para la final nacional en septiembre, que tuvo lugar en el Estadio Metropolitano del Atlético de Madrid. Acertaron todas sus preguntas y sus contrincantes fallaron tres. Luego, superaron la fase de corte y encendido. «Para hacer un buen corte, que sea perpendicular, limpio y no dañe la capa del habano; el encendido hay que hacerlo con una llama inodora como una cerilla o varilla de cedro, y ponerlo a 90 grados de la llama y sin quemar la capa», explica a HOY José Pedro.
En cuanto al maridaje, los extremeños propusieron un Montecristo número 3 con un determinado champán. «Puedes maridarlo con té, café o lo que mejor te venga, pero en función de la fortaleza del habano pide mejor una cosa u otra», aclara Caballero, quien a menudo observa muchos errores en fumadores de habanos -«como dejarlo apagar y volverlo a encender o llamarle vitola a la anilla», dice- y que también asume que su hobby «está mal visto, no es el más agradable para los demás porque el humo molesta, pero si se hace bien puede llegar a ser muy placentero».
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