El hallazgo de 60 tumbas en Villafranca aporta más datos de la romanización en la zona rural
La necrópolis se ha descubierto durante las obras de construcción de la nueva depuradora
De la civilización romana se sabe mucho. Casi todo. Sobre todo, en los núcleos urbanos. Pero el hallazgo de 60 enterramientos en Villafranca de ... los Barros ayudará a entender mejor cómo los romanos se asentaron en las zonas rurales de Extremadura entre los siglos II y V después de Cristo. Es decir, entre el Alto Imperio Romano y el Bajo pero también en el inicio de la Edad Media.
Ese es el valor principal que según la Consejería de Turismo y Cultura y los investigadores que trabajan sobre el terreno aporta la aparición de al menos seis decenas de tumbas en el terreno en el que han comenzado las obras para la construcción de la nueva estación depuradora de aguas residuales del municipio villafranqués. Está justo al lado de la actual instalación, con treinta años de existencia cuando se le dio una vida útil de veinticinco.
Villafranca es uno de los enclaves de paso de la antigua Vía de la Plata, una de las grandes vías de comunicación de los romanos en Hispania. Una calzada que sigue con bastante exactitud el trazado de la actual autovía A-66 y la Nacional 630. La Vía de la Plata original parte del oeste de Hispania, desde Augusta Emerita, la actual Mérida, hasta Asturica Augusta (la leonesa Astorga).
El 17 de octubre de hace casi ya dos años, en 2023, se firmó el acta de inicio de la obra de la nueva depuradora en Villafranca, con 21 millones de inversión. Debía estar ya terminada porque su plazo de ejecución era de dieciocho meses. Pero ha habido un retraso más que justificado en esa previsión: hallazgos arqueológicos de peso. Una necrópolis de la que han empezado a conocerse algunos de sus detalles.
Cuando empezaron los trabajos salieron a la luz restos de valor que abarcan el periodo romano y el inicio de la Edad Media. Por eso sigue en vigor una intervención arqueológica de urgencia, que cuenta con la participación de un equipo técnico compuesto por arqueólogos y antropólogos.
Tumbas en quinientos metros
El objetivo de esta intervención es documentar, analizar y preservar los restos localizados en cuatro zonas «con evidencias funerarias, así como realizar un seguimiento arqueológico durante el desarrollo de las obras para minimizar cualquier posible afección al patrimonio», explica Cultura.
De momento, lo que se ha documentado por esos trabajos arqueológicos son cerca de 60 enterramientos de época romana, «con una notable variedad tipológica». Se han identificado inhumaciones en fosa simple, en cajas de ladrillo o de mampostería pétrea, muchas de ellas cubiertas por losas de piedra. Entre los primeros enterramientos hallados y los últimos hay una distancia escasa, no más de 500 metros.
Para la Consejería de Cultura, estos hallazgos constituyen un «testimonio arqueológico de primer orden» sobre la romanización del ámbito rural extremeño y, en particular, del papel desempeñado por Villafranca de los Barros como enclave estratégico vinculado a la antigua Vía de la Plata.
Sebastián Corzo, arqueólogo en esa necrópolis descubierta, señala a HOY que aún quedan 17 enterramientos por documentar, un trabajo que hará que las intervenciones arqueológica se prorroguen hasta julio.
Cinco de esos enterramientos ya documentados son con toda certeza de la época del Alto Imperio, entre finales del siglo I antes de Cristo y el siglo III d. C, confirma el arqueólogo.

El análisis del contexto funerario, de los ajuares y de los restos óseos permitirá concretar su cronología y vinculación cultural, en estrecha relación con otros yacimientos del entorno, como la villa romana El Villar.
Nueva información
«Hay muchas cosas interesantes todavía por saber, como ese periodo de transición entre la época romana y el inicio de la Edad Media, con los visigodos en España. Y esta intervención en Villafranca de los Barros nos puede ayudar a descifrarlo mejor. Porque no solo es ahondar en cómo fue la romanización en el ámbito rural, sino cómo fue justo en los primeros años de los visigodos», agrega Corzo a este diario.
Además de la excavación de las áreas con restos funerarios, el proyecto contempla un control y seguimiento arqueológico exhaustivo a lo largo de toda la obra de infraestructura, con el fin de detectar y proteger posibles nuevos hallazgos, añade la Junta.
Una vez finalizados los trabajos de campo, los restos óseos y materiales documentados serán estudiados, catalogados y depositados en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.
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