Guadalupe acoge la celebración más extremeña y reivindicativa

El anacronismo persiste a día de hoy, pero este 8 de septiembre se ha dado un paso más para fortalecer la reivindicación que lleva años sobre la mesa y en el Vaticano, conseguir que Guadalupe pertenezca a una de las tres diócesis extremeñas, en concreto a la de Plasencia.

Este 8 de septiembre, la misa por la patrona de Extremadura no ha sido presidida por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, que como extremeño ha tenido mucho que ver en el paso dado, que sea el obispo de una diócesis de la tierra quien oficie la eucaristía por el Día de Extremadura. Ha sido el responsable de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, el encargado de hacerlo. Y, además de por Cerro, ha estado acompañado entre otros por los obispos de Coria-Cáceres y Plasencia, Jesús Pulido y Ernesto Brotóns, respectivamente.

«Gracias a Francisco Cerro, un gracias especial por ese diálogo con la provincia eclesiástica de Extremadura, que entiende muy bien porque es extremeño», le ha agradecido de manera pública Rodríguez Carballo al término de la eucaristía. Un agradecimiento por permitir que la celebración por la patrona haya sido esta vez, y continúe siéndolo en el futuro, más extremeña.

La reivindicación histórica continuará adelante de la mano de los responsables eclesiásticos y también de la sociedad y los políticos de la comunidad. Los tres expresidentes de la Junta la han defendido, Guillermo Fernández Vara se la planteó al Papa Francisco en 2018, y la presidenta de la Junta, María Guardiola, ha invitado recientemente al pontífice a que visite Guadalupe.

Juntos en la basílica esta mañana también han escuchado la petición que a todos los políticos les ha lanzado el arzobispo de Mérida-Badajoz para que trabajen por un futuro mejor, «por una sociedad en la que todos tengamos las mismas oportunidades y no haya ciudadanos de primera y segunda clase».

Lo ha hecho tras denunciar, «porque hay que decirlo abiertamente, que Extremadura es una tierra bendecida por Dios, pero marginada por los hombres, como en las comunicaciones y en el campo». José Rodríguez Carballo ha recordado que «hay familias con problemas económicos para llegar a fin de mes, jóvenes que se tienen que marchar de Extremadura porque no encuentran un empleo, problemas de despoblación en la región por la escasa natalidad y problemas de violencia, también de violencia de género».

Para su resolución ha pedido a responsables sociales y políticos que cuenten con la Iglesia, «no nos echaremos para atrás», en la búsqueda de medidas que favorezcan y cuiden el bien de todos.

Un mensaje que ha lanzado ante Guardiola y Vara, pero también ante otras autoridades. Entre ellas, el delegado de Gobierno, la presidenta de la Asamblea, la presidenta del TSJEx, los presidentes de los grupos parlamentarios del PP, PSOE y Vox, el secretario general de los socialistas extremeños y algunas consejeras del Gobierno regional.

Entre las autoridades también han estado el alcalde de Guadalupe y el expresidente de México en una basílica en la que no cabía un alfiler, porque un año más cientos de peregrinos llegados desde diferentes puntos de la región han querido acompañar a la Morenita en su día.

Antonia y Joaquina lo han hecho desde Millanes como todos los años, igual que Asunción viaja desde Torres de Miguel Sesmero cada 8 de septiembre a Guadalupe para rezar ante la patrona y acompañarla en la emotiva procesión por el claustro con la que culmina la celebración.

Como lo han hecho un año más los caballeros y damas de Guadalupe, los que se ocupan de difundir el culto a la patrona de Extremadura y reina de la Hispanidad mucho más allá de las fronteras autonómicas y conseguir que otros más se sumen «al caudal enorme de gracias que es la Virgen de Guadalupe», ha resumido monseñor Rodríguez Carballo.