Andrés Salado, director de la OEx
Andrés Salado. Director OEx. ·
El director musical madrileño quiere acercar la música clásica a los jóvenes y trabaja a diario para que la OEx llegue a lo más altoMaría Isabel Hidalgo
Badajoz
Domingo, 5 de noviembre 2023, 10:42
Fue en el año 2014 cuando Andrés Salado (Madrid, 1983), llegó a Extremadura para ponerse al frente de la orquesta joven de la región. Años ... más tarde cogió la batuta y se estrenó como director al frente de los mayores, la OEx, dirección que compagina con la Orquesta Nacional de España o la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Su pasión por la música la ha trasladado a la radio, donde tiene un programa de divulgación cultural.
–¿Cómo afronta su tercera temporada al frente de la Oex?
–Con muchas ganas, la Orquesta no deja de crecer. Estamos ofreciendo música de muchísima calidad y de grandísimo nivel artístico. Hemos tenido un precioso comienzo de temporada, llenamos el Palacio de Congresos de Badajoz. Es un buen momento para la OEx, crecemos y eso es señal de evolución, exigencia y compromiso.
–¿Qué verán este año los extremeños en la orquesta?
–Verán un homenaje a la atemporalidad de la música clásica. Por eso la hemos llamado 'A Tempo'. Lo clásico sigue vigente, se escuchó, se escucha y se seguirá escuchando porque es música de calidad e infinita.
–¿Qué le une con Extremadura más allá de la música?
–Mi vínculo familiar con esta tierra es la orquesta y aunque mi residencia no está aquí cada vez me empapo más de la cultura extremeña. Me siento extremeño. Estoy vinculado a esta casa desde 2014, cuando era director titular de la orquesta joven de Extremadura. Dirijo una agrupación importante, a nivel nacional todo el mundo la conoce y quiénes han estado en ella quieren volver.
–¿Qué la diferencia de otras?
–Es una orquesta flexible, trabajadora y con un índice de humanidad muy alto. Para mi fue un reto llegar aquí, es mi primera orquesta como director titular y estoy aprendiendo mucho.
–¿Las desigualdades con otras regiones se dan también en lo musical?
–Las orquestas profesionales son fotografías de las sociedades. Una orquesta es un colectivo humano con personas de diferentes países que la hacen especial. Tener una orquesta con tantísimas culturas diferentes es un colectivo complejo. La música es el nexo de unión pero se vive, se siente y se prepara de manera diferente en cada lugar y esto es muy bonito.
–Hay mucho trabajo detrás para que la orquesta funcione...
–Es una estructura complicada. Funciona como una empresa, pero aquí el producto es la cultura. Los músicos trabajan a diario para que la orquesta funcione. La OEx es uno de los grandes proyectos culturales de la región y es para la gente. La línea artística que yo sigo es la de la ambición de seguir creciendo como orquesta del siglo XXI
–¿Qué tiene que tener una orquesta del siglo XXI?
–Debe estar abierta a nuevos proyectos y experiencias que no encajen con lo clásico. Los jóvenes entienden como orquesta solo la música clásica. A ellos les vende más C. Tangana, que también es un súper artista y que no es incompatible con la clásica porque cualquier manifestación musical nace de lo clásico.
«Estudiar música debería ser uno de los pilares en los que construir la educación»
–¿Se enfrenta a alguna dificultad a la hora de dirigir la orquesta en Extremadura?
–Es una región que tiene la peculiaridad de ser muy grande y las comunicaciones no son las mejores. Tenemos que estar en Plasencia, Mérida, Cáceres, Badajoz y Villanueva de la Serena porque todo el mundo quiere que su orquesta esté. Hay que estar en todos sitios y es complicado. Nuestro objetivo es que la orquesta tenga mayor visibilidad y que todos la sientan suya.
–¿Siempre quiso ser director?
–Nunca me planteé serlo. Es una de las profesiones más difíciles, casi como un milagro. Tienes que conseguir que 80 personas se sincronicen con un nivel de precisión altísimo para que el resultado sea bueno. Las partituras son realmente complejas, hay muchas horas de estudio y unos egos complicados de gestionar.
–¿Es fácil lidiar con el nivel de exigencia que habla?
–Al igual que un deportista de élite dedica mucho tiempo a entrenar, nosotros tenemos que estudiar. Tras 13 años de carrera necesito priorizar para dar lo mejor de mi. Las semanas que paso fuera de casa pesan, te tomas muchos menús del día solo. Esto te enfrenta a ti mismo y te hace conocerte mucho, pero es muy difícil lidiar con ello.
–¿La música ha perdido peso en las enseñanzas educativas?
–No tiene la importancia que debería, las instituciones deberían cuidar más de la música. Está desapareciendo de la enseñanza pública a una velocidad importante. Estudiar música debería ser, como en la antigua Grecia, uno de los principales pilares en los que construir la educación. Hoy solo se busca el desarrollo técnico de las personas y no el emocional.
–¿Perciben esto a la hora de conectar con el público más joven?
–La mayoría de los jóvenes que van por la calle asustan en muchos aspectos y esto es consecuencia de la era digital. Somos un país con mucha cultura, pero ahora hay mucha incultura. Estamos en un momento muy complejo del ser humano y creo que las artes y la cultura; leer sería la solución a este problema. La cultura genera sensibilidad, conocimientos, creatividad , empatía, es vital que la gente sea sensible, por desgracia la gente hoy no es sensible a nada.
–De los cuatro años que le corresponde dirigir, este es su tercero ¿Quiere seguir al frente?
–Necesito trabajar en un sitio que se me quiera y se me respete. Esto ahora sucede, pero tiene que seguir ocurriendo, El equipo de la consejería ahora es nuevo y tenemos que hablar. Pero yo estoy muy contento de ser parte activa de la cultura extremeña.
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