El Gobierno sostiene que la reparación de la N-523 estará lista antes de que termine el verano
El Ministerio de Transportes dispone de 6,1 millones de euros para las carreteras afectadas por el temporal
La reparación de la N-523 estará lista antes de que termine el próximo verano. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) mantiene ... que antes del otoño podrá abrir con normalidad la carretera entre Cáceres y Badajoz después del socavón producido a mediados de diciembre por las inundaciones causadas por la borrasca Efraín.
Tras una pregunta del diputado extremeño Víctor Píriz, del PP, el ministerio asegura que desde que se produjo el temporal puso todos los medios existentes de la Demarcación de Carreteras del Estado en Extremadura para señalizar y balizar las múltiples incidencias detectadas en distintas vías de la región. Asimismo, se procedió a inventariar los daños sufridos, analizar las soluciones técnicas para la resolución de cada caso y estimar su coste de reparación.
El pasado 20 de enero se habilitó un desvío provisional en la carretera para el tráfico de vehículos ligeros y ya se están ejecutando las obras para la reparación de los daños causados. «Se prevé que la N-523 pueda abrirse al tráfico antes de que finalice el verano del presente año», añade.
Para ello, se ha habilitado un crédito de más de 6,1 millones de euros mediante una declaración de emergencia para las obras de reparación de los daños ocasionados tanto en la N-523 como en la N-430, N-502, A-5, N-5A, A-66 y N-630. La actuación contempla la ejecución de un nuevo puente en el kilómetro 45 de la carretera entre Badajoz y Cáceres a la altura de Puebla de Obando.
«Todas las carreteras afectadas se restablecerán a su estado original», asegura, para lo que se espera que el crédito habilitado sea suficiente para la reparación de los daños.
Por otro lado, el ministerio asegura que desde que asumió la titularidad de la N-523 en el año 2019, que hasta ese momento se denominó EX-100 en el catálogo de la Junta de Extremadura, se ha ocupado de mantenerla y conservarla en buen estado. Según indica, desde junio de 2018 ha invertido en conservación de carreteras en Extremadura más de 115 millones de euros.
Junto a esto, recuerda que el Gobierno trabaja en la mejora de la conexión entre Cáceres y Badajoz mediante la prolongación de la A-58 que discurrirá en paralelo a la N-523. Con ese fin, ya se han adjudicado las obras del primer tramo partiendo de la capital cacereña, entre la A-66 y el río Ayuela, y se ha licitado la redacción de la actualización del proyecto del tramo entre Bótoa y Badajoz. Las obras de ambos tramos cuentan con un presupuesto aproximado de 172 millones de euros con una longitud conjunta de unos 28 kilómetros, más de la tercera parte de la futura autovía.
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