Gallardo constituye un núcleo duro para armar la oposición al PP

El líder de los socialistas extremeños ha reunido a un selecto grupo de dirigentes en un órgano de nueva creación dentro del organigrama del partido. La llamada permanente interparlamentaria celebró su primera reunión la tarde del pasado miércoles, con miembros de los diferentes organismos e instituciones en los que tiene presencia el PSOE, con un fin muy marcado: coordinar la estrategia política en la región.

Además de Eva María Pérez y Manuel Borrego, vicesecretaria general y secretario de Organización, respectivamente, de la ejecutiva regional, Gallardo ha convocado al primer encuentro del nuevo órgano al delegado del Gobierno, José Luis Quintana; al presidente de la Fempex, Manuel José González Andrade; a representantes de la dirección del grupo parlamentario y de la Diputación de Cáceres, así como a senadores y diputados nacionales.

José María Vergeles, Piedad Álvarez y Mari Cruz Rodríguez han asistido por parte del grupo parlamentario a este primer encuentro, en el que también han participado las diputadas Maribel García y Emilia Almodóvar, la senadora María Teresa Macías y su compañero en la Cámara Alta, Miguel Ángel Nacarino.

Un reducido núcleo duro para procurar un funcionamiento más operativo que sirva para avanzar en uno de los principales objetivos de Gallardo, la cohesión del PSOE. Una unidad tocada tras las primarias, que se evidenció en el tibio respaldo a su ejecutiva en el posterior congreso en el que se proclamó secretario general.

Después de la paralización del partido en la última etapa de Guillermo Fernández Vara, cuando ya estaba de salida, la nueva dirección socialista busca revitalizarlo con la implicación de la militancia, pero también de quienes representan al PSOE y pueden contribuir por ello a desplegar la oposición que arma Gallardo contra Guardiola.

Los socialistas extremeños consideran que, aunque el PP está en el gobierno de la Junta de Extremadura por segunda vez en la región en más de 40 años, los populares tienen algunos signos debilidad que quieren aprovechar al máximo.

María Guardiola gobierna Extremadura con el apoyo de Vox. Pero las dos diputaciones provinciales, la Fempex (que aglutina a los municipios extremeños) y la Delegación del Gobierno (es decir, los Presupuestos Generales), además de la Mesa de la Asamblea, tienen signo socialista. Una situación que no se produjo durante el anterior gobierno del PP, con José Antonio Monago, entre 2011 y 2015; en aquella legislatura el PSOE solo mantuvo el gobierno de la Diputación pacense. La situación actual, por tanto, permite a los socialistas, además de ejercer su labor de oposición, tener más instrumentos con los que hacer visible su discurso, «respetando la lealtad institucional», precisan desde el partido.

Antes, durante y después de las primarias en las que venció, Miguel Ángel Gallardo dejó claro que el modelo basado en la horizontalidad, es decir, la responsabilidad compartida, no es algo que vaya con su forma de entender el liderazgo político. Primero conformó una ejecutiva regional a su imagen y semejanza, ejerciendo desde el primer momento la libertad que reclamó, y ahora avanza en el liderazgo personalista como seña de identidad del nuevo capítulo que él escribe en la historia de la federación extremeña.

Hay por eso quienes ven en Gallardo mucho más de Rodríguez Ibarra que de Fernández Vara. Una vuelta a la figura del hombre que encarnó el socialismo extremeño hasta lograr confundir su nombre con las siglas a través de una dirección fuerte. Una vuelta palpable también en las formas. Al igual que Ibarra, y lejos de la discreción de Vara, al nuevo secretario general del PSOE extremeño le gusta sentirse arropado en cada reunión, acto o visita que forma parte de su agenda y que es convenientemente reflejado en las redes sociales.

El liderazgo político, en cualquier caso, solo se alcanza de verdad cuando las urnas lo ratifican. Por eso la próxima cita europea es importante para Gallardo, porque el nuevo secretario general del PSOE extremeño se enfrenta a su primer examen en un nuevo terreno.

Su partido ganó en votos el 28-M de 2023 en la región, aunque perdió el gobierno extremeño, y volvió a hacerlo en la cita nacional del 23 de julio. Miguel Ángel Gallardo quiere ahora revalidar las victorias y, si es posible, mejorar los resultados para apuntalar unidad en torno a su persona e iniciar así el camino de reconquista de la Junta. Por eso la cita europea ha sido asunto prioritario en el orden del día en el estreno del selecto grupo que conforma la nueva permanente. El resultado del 9 de junio también tendrá, más que nunca, una lectura regional.