
Secciones
Servicios
Destacamos
Proyectos que nunca se concretaron, iniciativas que avanzan más lentas de lo previsto y anuncios que no pasaron de serlo. La relación de industrias y ... empresas que han hecho público su interés por instalarse en Extremadura es larga, sobre todo si se compara con la lista de las que han terminado haciéndolo.
Una de las propuestas que más incredulidad generó en el primer momento, por lo peculiar de la producción que planteaba, está muy cerca de ser la que dé inicio a lo que se ha querido ver como la entrada de Extremadura en la revolución industrial del siglo XXI. La fábrica de diamantes sintéticos de la multinacional Diamond Foundry ya ha iniciado las pruebas para poner en marcha su primera línea de producción.
El calendario fijado por la propia empresa marcaba la puesta en funcionamiento de las primeras líneas de fabricación a partir de septiembre de este año y todo apunta a que se va a cumplir. En esa idea insistieron los responsables del proyecto en el pasado mes de febrero, durante una de sus últimas comparecencias públicas: «La intención es que en otoño esté la primera línea, que son catorce reactores», expuso Antonio Córdova, director general Diamond Foundry España.
675 millones de euros
es la inversión que plantea Diamond Foundry para su fábrica de Trujillo; una construcción que se proyecta en tres fases y la previsión es que la primera se ponga en marcha en el último trimestre del presente año
300 puestos de trabajo
creará la industria una vez que funcione a pleno rendimiento; ya hay contratos y para la primera fase será necesaria una plantilla de medio centenar de personas
Hace meses que en el exterior del edificio no se observan cambios. La construcción del edificio de unos 6.000 metros cuadrados está terminada. En las últimas semanas, la compañía ha avanzado en la dotación de la nave. Un equipamiento en el que los reactores son parte fundamental. Estos equipos son únicos, ya que están patentados por la propia empresa, que los construye en Estados Unidos y los traslada a Trujillo. De ellos saldrán los diamantes sintéticos que tienen aplicaciones en la industria, debido a que son un elemento de los semiconductores que se utilizan en los microchips destinados al sector automovilístico y a las redes de comunicación 5G, aunque también se pueden derivar al mercado de la joyería.
La buena marcha de la primera fase y el próximo arranque de la producción ha hecho que Diamond Foundry esté acelerando los pasos para el desarrollo de la segunda de las tres fases en las que se divide el proyecto completo.
No es el único frente en el que trabaja la empresa, que pretende reutilizar las aguas residuales procedentes en las dos estaciones depuradoras (EDAR) de Trujillo para dar servicio a la fábrica. «Ahora se está pendiente de Confederación Hidrográfica del Tajo, para que avance esta iniciativa que sería totalmente novedosa», matizan desde el Ayuntamiento de Trujillo, a la vez que indican que esta posibilidad surge de las necesidades de abastecimiento de agua que tiene la propia industria, pero que ya ha habido otros negocios que se han interesado en el proyecto.
Esta idea ya se planteó en 2022. El entonces alcalde, José Antonio Redondo, dijo que la intención era recoger el agua que se vierte en el caudal del arroyo Mimbrera y reconducirlo al polígono industrial. Para ello, siempre según esa propuesta inicial, habría que instalar un motor de impulsión y hacer un salto para que el agua, antes de que llegue a la depuradora del sector terciario que habría que construir, cayera sobre una balsa de decantación. Ahí se pondría una turbina para generar electricidad.
168 reactores de plasma
producirán los diamantes sintéticos con el proyecto completo; estos equipos están patentados por Diamond Foundry y se construyen en Estados Unidos, en la primera línea se instalarán catorce
89.000 metros cuadrados
ocupará el conjunto de la industria; la nave principal ya construida tiene unos 6.000 metros cuadrados
Por el momento, los trámites continúan y no es el único plan que todavía tiene la compañía por desarrollar. La planta solar fotovoltaica de autoconsumo que proyecta junto a la factoría sigue en trámites y desde la empresa confían en poder iniciar su construcción en el último tramo del año.
A falta de concretar estos dos proyectos para reutilizar las aguas residuales e iniciar la construcción de la fotovoltaica, la empresa ya está en condiciones de empezar a producir. Hace apenas unas semanas –exactamente el 19 de julio– lo pudieron comprobar los responsables políticos locales y regionales, que visitaron las instalaciones junto a directivos de Diamond Foundry. Tanto María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, como Inés Rubio, alcaldesa de Trujillo, acompañadas de miembros de sus equipos de gobierno, pasearon por el exterior de la nave y estuvieron en la sala de control de los reactores.
La multinacional Diamond Foundry, promotora de la factoría de diamantes sintéticos de Trujillo, es propietaria de VRAI, una marca de joyería sostenible que ya tiene tienda abierta en Madrid. Es el segundo establecimiento en Europa, donde solo está en la capital de España y en Londres. La ubicación madrileña habla de su idea de negocio: en plena calle Serrano, junto al establecimiento de Cartier y frente al de Gucci. Ahí se venderá parte de la producción que salga de Extremadura, ya que está previsto que los diamantes de la fábrica de Trujillo se deriven tanto a la industria para producir microchips, dado su alto rendimiento en a conductividad térmica, como al sector de la joyería.
Con esos reactores y las elevadas temperaturas que alcanzan empiezan los grandes números que desde el inicio rodearon al proyecto y que motivaron las dudas iniciales acerca de su viabilidad y su emplazamiento en Extremadura. Unos recelos a los que también contribuyó que se filtrara el nombre de Leonardo DiCaprio como uno de los inversores de la multinacional.
La nave principal que ya está construida tiene unos 6.000 metros cuadrados. Una pequeña parte de los cerca de 90.000 metros cuadrados que ocupará el conjunto de la fábrica una vez que complete las tres fases de desarrollo que tiene previstas.
En ese momento, a pleno rendimiento, el proyecto inicial recogía que estarán instalados 168 reactores de plasma, de los que 14 arranquen en la primera línea que se espera que esté en funcionamiento en los próximos meses.
La inversión global del proyecto asciende a 675 millones de euros. La empresa ha recibido dos ayudas públicas: 81 millones a través de la línea de Incentivos Regionales, que gestiona el Ministerio de Hacienda, y 120 millones en forma de préstamos que concede el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva, promovido por el Ministerio de Industria.
Al completar la primera fase, desde Diamond Foundry se calcula que se habrá ejecutado una inversión de 245 millones de euros y que necesitarán una plantilla de medio centenar de personas. Una treintena de ellas ya fueron contratadas y estos trabajadores han estado formándose en la fábrica que la compañía tiene en el estado de Washington, al noroeste de Estados Unidos. Con las tres fases completas, que el calendario de la empresa sitúa en 2027, la previsión es dar empleo de manera directa a 300 empleados.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.