Los extremeños afrontan la subida del euríbor y de los gastos del hogar con los sueldos más bajos
La subida de las hipotecas y el encarecimiento de los recibos de luz y gas complican el fin de año para las economías familiares
Ya está aquí septiembre. Final de vacaciones de verano y vuelta a la normalidad para muchas familias. Nada diferente a otros años, excepto en el ... pesimismo desde el punto de vista económico con el que se encara este último cuatrimestre de 2022 y que los extremeños tendrán que afrontar con los salarios más reducidos del país.
Cierto es que se prevé un final de año complicado para las economías familiares y el BCE (Banco Central Europeo) apuntando hacia la llegada de una recesión moderada en la Eurozona parece dar credibilidad a esos poco halagüeños pronósticos.
En cifras
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70% ha crecido la factura de la luz en doce meses, según la OCU
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7,8% de inflación es la previsión de la Airef para el cierre de 2022
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2% es el índice que se prevé para el euríbor a final de año
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1,1% ha crecido el desempleo en la región en el último mes
La noticias tampoco señalan en la mejor dirección: el incremento en los importes de las facturas de gas y de luz que están llegando a los consumidores, el euríbor al alza, la volatilidad en el mercado de los carburantes, la inflación en la cesta de la compra y la subida del paro que se ha certificado en agosto oscurecen el horizonte para los hogares.
Llenar el depósito del coche o pagar los suministros de los hogares no tiene un coste diferente por comunidades autónomas y los extremeños deberán soportar este aumento de sus gastos con el salario medio más reducido del país, según la última encuesta realizada por la Agencia Tributaria. En concreto, en la región se cobran casi 5.000 euros menos al año que la media nacional.
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El Gobierno lleva meses tratando de reducir el impacto de la coyuntura económica en familias y empresas. La bonificación en los combustibles, la excepción ibérica o la reducción del IVA en las facturas de gas aprobada esta pasada semana son ejemplos de ello, pero a la vez indicadores de que se espera que las complicaciones se prolonguen.
BBVA Research ha recortado al 3,5% para 2022 y al 0,6% para 2023 las previsiones regionales de crecimiento del empleo
En el caso de los suministros de los hogares no hay dudas al respecto. Las facturas continúan al alza a pesar del tope del gas y de las rebajas impositivas, aunque sin estas el encarecimiento hubiese sido bastante mayor.
En agosto, el recibo medio de luz ha superado los 130 euros, según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), lo que supone un incremento cercano al 70% respecto al mismo mes de 2021. La previsión es que siga ese camino ascendente debido a la compensación por el tope del gas y a que el gas natural mantendrá su tendencia alcista, sobre todo por el aumento de la demanda en los meses de invierno y la reducción de la oferta que está ocasionando el cierre de los gasoductos rusos.
Esos mismos motivos van a tirar hacia arriba de los importes de los recibos que paguen los hogares que tienen gas natural. Además, el 80% de los consumidores tienen sus contratos en el mercado libre y las comercializadoras están revisando las ofertas con incrementos que llegan a triplicar el precio del kilovato-hora (kWh) consumido.
Cesta de la compra
La escalada de los precios se comprueba, igualmente, en la cesta de la compra. La alimentación se ha encarecido un 15,4% en Extremadura durante el último año, según el IPC de julio. Es el mayor incremento para este grupo de la serie histórica, que se remonta a 2002. Todavía no se ha publicado el dato de agosto, pero el índice general a nivel nacional ha caído en cuatro décimas, hasta el 10,4%, respecto al mes anterior.
La previsión de la Airef (la autoridad fiscal) es que el IPC anual termine en el 7,8%, aunque otras previsiones, como la de Funcas, se van hasta cerca del 9%.
«Ahora es más difícil acceder a una hipoteca y eso hace que el alquiler suba»
Ana Belén López
Experta mercado inmobiliario
«Hay una volatilidad tremenda en los carburantes; lo único que parece claro es que no se va a volver en un futuro inmediato a los precios previos a la pandemia»
Fernando Mena
Presidente de Aresex
En cualquier caso –y pese a que la inflación en Extremadura ha estado ligeramente por encima de la nacional a lo largo de todo el año– lo lógico es que los precios de la cesta de la compra se moderen en lo que queda de 2022.
Los carburantes son otro de los conceptos que han tirado hacia arriba del IPC. Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el diésel se ha encarecido un 50% desde septiembre del año pasado y la gasolina 95, un 25%. Y ambos combustibles están a principios de este mes por debajo de los máximos que se marcaron en junio.
Hacer pronósticos en el sector es complicado. «Hay una volatilidad tremenda», señala Fernando Mena, presidente de Aresex, la patronal extremeña de las estaciones de servicio, que vincula la evolución de los carburantes al precio del gas. «La gasolina se ha estancado y se mueve a la baja, pero el diésel ha vuelto a repuntar», dice Mena sobre lo poco habitual que es que el gasóleo cueste cerca de 15 céntimos de euro más que la gasolina 95. «Lo único que parece claro es que no se va a volver en un futuro inmediato a los precios previos a la pandemia», concluye.
Hipotecas
El euríbor cerró agosto en el 1,2%. Este índice estaba en negativo en diciembre del año pasado y ya no se descarta que llegue al 2% en los próximos meses. En apenas diez días el índice diario ha subido 50 puntos básicos (0,5%) y hay entidades bancarias que trabajan con la idea de que cierre el año en torno a ese 2%.
Esto supone un fuerte incremento en los recibos mensuales de las familias que están pagando una hipoteca a tipo variable. Las cuotas para un crédito hipotecario de 85.000 euros –que puede considerarse próximo a la media en Extremadura– se incrementarán en unos 75 euros al mes: 900 euros al año.
Las familias que quieran comprarse una vivienda también conseguirán peores condiciones hipotecarias que las que se ofrecían hace un año. Los tipos fijos próximos al 1% han desaparecido y los clientes vuelven a mirar hacia el variable. «En los últimos años se han demandado más hipotecas fijas, un 82% en 2021 y en cifras similares en lo que va de 2022, aunque en las últimas semanas las solicitudes de variables están aumentado», reconocen desde Banco Santander.
Tampoco se enfrentan a un escenario mucho mejor quienes optan por vivir de alquiler. «Ahora es más difícil acceder a una hipoteca y eso hace que el alquiler suba», explica Ana Belén López, experta en el mercado inmobiliario, para añadir que ya se ha detectado un encarecimiento de los alquileres en la región.
Otro de los indicadores que preocupa es el desempleo. En agosto el paro extremeño ha crecido en 918 personas. «Hemos recortado la previsión de crecimiento anual del empleo al 3,5% para 2022 y al 0,6% para 2023», detalla Pep Ruiz, responsable de análisis regional de BBVA Research, que añade que Extremadura está más protegida ante la desaceleración económica que viene al estar menos expuesta al sector turístico y a los mercados europeos.
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