Extremadura paga 1.300 prestaciones por maternidad menos que antes de la crisis

Las prestaciones por maternidad se han convertido en el último mes en el foco de numerosos debates después de que el Tribunal Supremo determinara que la cantidad económica que perciben las mujeres trabajadoras durante la baja de 16 semanas tras el nacimiento de un hijo está exenta del IRPF. Hasta ahora, el criterio que mantenía la Agencia Tributaria era el contrario.

Estas prestaciones, que se reconocen principalmente para intentar compensar las pérdidas de ingresos provocadas por la suspensión del contrato de trabajo, supusieron para Extremadura un desembolso de 26,1 millones de euros en el año 2017. Sin embargo, hace una década, en 2008, justo antes de que estallara la crisis económica, esa cifra fue mayor y alcanzó los 28,6 millones.

Eso se debe al descenso en el número de prestaciones percibidas por mujeres en esta comunidad autónoma, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Es algo generalizado en todas las comunidades autónomas y la tendencia a la baja es más que evidente si echamos la vista atrás. En 2008, las prestaciones de maternidad ascendieron a 6.874, lo que supone 1.314 más que en 2017, cuando se registraron un total de 5.560. En porcentajes supone un 19,11% menos.

Se confirma la situación que se viene observando. En 2009 descendió hasta los 6.608 y así ha ido sucediendo hasta la actualidad.

No es de extrañar teniendo en cuenta el descenso de la tasa de natalidad. Si en el año 2008 hubo 10.735 nacimientos en Extremadura, en 2017 se registraron 8.462. Son 2.273 menos, un descenso del 21,17 por ciento.

Tras esos datos hay una razón que detalla Antonio Pérez, profesor de Geografía de la Universidad de Extremadura. «El descenso en el número de nacimientos desde el año 2008 se debe, entre otros aspectos, a las consecuencias de la crisis económica. Tras la entrada en vigor de la reforma laboral ha aumentado la precariedad y la dificultad para conciliar la vida familiar y laboral. En este tiempo hemos podido comprobar que hay más incertidumbre entre quienes se plantean ser madres por no poder compatibilizar el empleo con el cuidado de sus bebés», explica Pérez.

Con él coincide Lourdes Núñez, secretaria de la Mujer y Política Social de Comisiones Obreras en Extremadura. «Este descenso tiene una explicación que depende de varios factores. Además del modelo de familia que predomina actualmente, con menos hijos que antes, destacan otras causas si atendemos a la vida laboral de la mujer que decide ser o no madre. La mayoría de ellas están posponiendo el inicio del periodo gestacional. A eso se suma la elevada tasa de paro femenino que hay en la región y la precariedad del empleo», explica Núñez.

Ella detalla que incluso existe miedo entre las mujeres a hacer uso de la baja maternal. «El 20 por ciento de las consultas que nos llegan en torno a este asunto están relacionadas con las consecuencias que pueden tener tras el embarazo. Se preguntan cómo van a poder conciliar su jornada laboral con la vida familiar y hasta nos plantean si es posible que les despidan durante la baja o después».

Si nos centramos en lo que va de 2018, en los nueve primeros meses, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha gestionado 3.966 prestaciones económicas por maternidad en Extremadura. Esta cifra implica un descenso del número de procesos por maternidad del 6,4 por ciento con respecto al año anterior. Del conjunto de prestaciones reconocidas, la mayor parte, un total de 3.907, corresponden a permisos disfrutados por la madre y 59 al padre.

Por provincias, se registraron un total de 2.698 prestaciones económicas por maternidad en Badajoz. Las 1.268 restantes se pagaron en Cáceres. El coste acumulado de esas ayudas en la región extremeña ascendió a 19,1 millones de euros, un 0,31% menos que en 2017.

En los términos establecidos en la Ley General de la Seguridad Social, se puede solicitar excedencia para atender al cuidado de hijo, menor acogido o familiar. Hasta septiembre de 2018 se registraron 527 en Extremadura, de las que 445 corresponden a solicitudes presentadas por mujeres y 82 por hombres. En el mismo periodo de 2017 las altas por este concepto fueron 450. De ellas 398 fueron de mujeres y 52 de hombres.

La edad media en la que los extremeños son padres por primera vez se sitúa en los 32 años, según los últimos datos registrados por el INE, que corresponden a 2016. Coincide con la edad media a nivel nacional. El aumento también es generalizado con el paso de los años. Por ejemplo, en 1991, la media se situaba en los 28,7 años. En los inicios de esta década sobrepasaba ligeramente los 31.