El exdirector general de Turismo también denuncia por lesiones leves al vecino al que agredió

Este hombre, que aún tiene dos grapas quirúrgicas en la cabeza, se muestra sorprendido. «No tiene ni pies ni cabeza que me denuncie por lesiones leves. A mí me no dio tiempo a reaccionar siquiera tras recibir el botellazo. Hay testigos. Está todo muy claro de lo que pasó«, señala a este periódico.

De esta forma, el caso de Jesús Viñuales, destituido por la Junta de Extremadura como alto cargo tras los incidentes del pasado sábado en un bar de Sierra de Fuentes, sigue una nueva senda judicial en la que se entremezclan dos denuncias por lesiones. En todo caso, la tramitación judicial del caso, debería ser rápida, según fuentes jurídicas consultadas por este diario.

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El estado físico del hombre que recibió el impacto del botellín ha mejorado, aunque sigue tomando analgésicos y no se prevé que se le retiren las grapas que tiene en la cabeza hasta el próximo lunes. Será en el Hospital Universitario de Cáceres.

«Me ha podido arruinar la vida», comentó en conversación telefónica con HOY este miércoles desde su domicilio. «La ruina me la podía haber provocado bien por un mal golpe que me llevara por delante y por que a mí me podía haber dado por reaccionar y darle un mal golpe a él, y entonces soy yo el que pagaría las consecuencias», sostiene este hombre, marido de una concejala del PSOE, segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento. Confirma que hace un año fue su mujer quien le presentó a Viñuales. Y avanza que cree que la agresión vivida no «tiene nada que ver con la política».

En esa conversación agregó que supo que Viñuales «había discutido con dos chicos en el pueblo y venía calentito, en mal estado (ebrio) cuando se metió en el bar. Orinó junto a la barra, empezó a meterse con la camarera. Y también lo hizo conmigo. Le dije que igual se equivocaba, que si no se acordaba quién era porque desde luego nunca habíamos tenido ningún enfrentamiento. La respuesta que me dio es que me iba a reventar la cabeza».

R. C. afirma a HOY que apenas pudo reaccionar. Recibió el botellazo del entonces director general de Turismo de la Junta. «No llegué a perder el conocimiento total. Recuerdo que no veía porque tenía mucha sangre en la cara tras el botellazo. No sé sí fui solo o seguramente acompañado por algunas personas a lavarme la cabeza, pero fui al baño. Después recuerdo que Jesús Viñuales ya no estaba en el bar. Se había ido. Y yo fui al hospital (Universitario de Cáceres)».