Borrar
¿Qué ha pasado este lunes, 8 de diciembre, en Extremadura?
Elena Lombao tras el estreno de 'Ben-Hur' el año pasado. :: Brígido

Las entradas de Podemos

Las diputadas de UP se van a perder el glamour y el jamón

Martes, 30 de julio 2019, 09:12

Comenta

Las diputadas de Unidas Podemos han renunciado a las invitaciones que les daban para los estrenos del Festival de Teatro Clásico de Mérida. El gesto es ejemplar y se une al de otros políticos como el Alcalde de Cáceres, Luis Salaya, que se paga las entradas de los conciertos. Sin embargo, los ciudadanos deben saber que eso de ir a ver espectáculos gratis no es tanta bicoca como parece y que, a veces, lo que puede entenderse por gorroneo no es otra cosa que responsabilidad y obligación.

Conozco a un alto cargo de Cultura que tuvo que ver seis veces 'Edipo Rey' en el teatro romano. Un día acompañó a un embajador, otro a un productor, un tercero a un director general de otra región, un cuarto, a un conocido escritor colombiano, un quinto a varios periodistas y el primer día tuvo que ir porque era el estreno y no le quedaba más remedio. ¿Se imaginan ver seis veces la misma obra?

Esas entradas, además, no crean que son de primera fila, a un paso del escenario. En realidad, están situadas en lo alto, justo debajo del 'gallinero', y te enteras de la obra más o menos, pero ni el gesto ni la intensidad te llegan y es difícil conmoverse.

Si los invitados viven en Mérida, todo es más cómodo, pero si viven, por ejemplo, en Cáceres, han de salir de casa a eso de las nueve de la noche ya cenados. Lo mejor es llevar una camiseta para sudarla en el coche y luego, tras dar mil vueltas para aparcar, hacer un strip-tease en plena calle, quitarse la camiseta empapada y ponerse una camisa decente.

Conviene llevar un termo de café o unas latas de refrescos con cafeína porque la obra acabará más allá de la una y a la vuelta, el sueño acecha inmisericorde. Eso sí, con un poco de suerte, te detendrá la Guardia Civil en un control por Aljucén y eso despeja completamente.

En esos controles de la Guardia Civil, siempre de madrugada, me han hecho dos tipos de interrogatorio: el filosófico y el dramatúrgico. El primero consistía en preguntas de fondo metafísico. «¿De dónde venimos?», me preguntaba un número. «¿A dónde vamos?», me preguntaba otro. Y esas cuestiones, planteadas en la noche estrellada, te sumen en las profundidades del yo, de la angustia, la náusea y el nihilismo. Pero te despiertan. Un guardia civil preguntándote a las tres de la mañana por el devenir te despeja 'ipso facto'.

El interrogatorio dramatúrgico era más fácil, aunque exigía atención durante el espectáculo. El guardia te preguntaba también: «¿De dónde venimos?», pero al responder que venías del teatro de Mérida, te pedía el nombre de la obra y, ¡atención!: «¿De qué iba?». Me imagino la desesperación de aquel director general que vio 'Edipo Rey': «Además de asistir a seis representaciones, ahora tengo que contarle la trama a la Guardia Civil». Pero bueno, esos encuentros con la Benemérita eran un magnífico estimulante y te ahorrabas un par de latas de Red Bull.

Otra cuestión polémica del festival de Mérida, además de las entradas para políticos, es el catering de después de los estrenos. Cuando escribía la crítica de las obras, en tiempos de Jorge Márquez, me quedaba al catering para recoger declaraciones de los actores y era un rollo chic de mucho cuidado. Siempre se puede hacer demagogia sobre el jamón gratis, pero la verdad es que el rendimiento publicitario de aquellos aperitivos los hacía rentables: los famosos y los importantes hablaban y escribían luego maravillas en los medios nacionales sobre tortas y embutidos y el catering salía barato.

En fin, Mérida es lo que es: teatro y acto social. El festival se ha convertido en referencia cultural y glamurosa veraniega y así hay que entenderlo. Normalmente, las mejores obras son las representaciones extremeñas, pero el turista de festivales quiere famosos y ministros y ahí los tiene. Unidas Podemos ha renunciado a sus entradas gratis y hacen bien, pero se van a perder el 'glamú' y los interrogatorios de la Guardia Civil, que tenían su punto.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Las entradas de Podemos

Las entradas de Podemos