La emprendedora que renueva armarios

Esta pacense es una emprendedora en toda regla, de las que observa las tendencias, analiza el mercado, se asesora y, gracias a una formación puntera, forma el equipo adecuado y se lanza a conquistar al público, en este caso clientas que desean cambiar de ropa continuamente.

Pilar Olmedo Gómez (Mérida, 1996) creció en Badajoz, estudió en Sevilla y ahora como empresaria reside en Madrid. Junto con su socio, Francisco Sánchez Trueba, al que conoció durante la carrera, ha creado Pantala, una empresa que alquila ropa. Su idea viene de constatar cómo los armarios están llenos de prendas que no se usan y del afán de muchas personas por tener a disposición ropa de catálogos exclusivos aunque sea para lucirla una sola vez, dos si acaso.

Su apuesta retrata a la perfección el modo en que vivimos: «La tendencia en nuestra manera de vivir es hacia el fin de la propiedad, se prefiere el alquiler. El consumidor ha cambiado muchísimo en los últimos años y valora más la experiencia que la posesión, por eso cambiamos más de casa, de móvil, de coche o de pareja. No nos atrae el compromiso como a nuestros padres o nuestros abuelos», razona esta emprendedora que no se define como una fan obsesiva del mundo de la moda, sino que se ha introducido en este sector porque detectó una oportunidad de negocio.

Su empresa, Pantala, permite alquilar tres prendas de marcas de éxito al mes por una tarifa plana de 69 euros y ellos se encargan de enviar y recoger la ropa en casa. Según explica esta extremeña, todo se basa en el concepto imperante del 'fast fashion' (moda rápida). «Mucha gente –dice– lo que hace es comprar, usar dos veces y tirar. Nosotros lo que damos es una oportunidad para rotar de prendas y de paso respetar el medio ambiente, ya que la moda está considerada la segunda industria más contaminante del mundo», recuerda.

Según explica, la idea ya les rondaba la cabeza a él y a su socio desde que coincidieron en Sevilla estudiando Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pablo de Olavide. Ella terminó los estudios universitarios y luego trabajó en una consultora mientras su socio viajó a Indonesia para hacer su trabajo de fin de grado sobre economía circular. Lo siguiente fue poner en pie el proyecto que ambos tenían en mente.

Tenían de referencia otra empresa norteamericana (Rent the runaway) que se dedica a alquilar ropa y está siendo un éxito, así que se pusieron manos a la obra. Después de un año dándole vueltas, la activaron en julio de 2019. «En enero de 2020 hicimos un lanzamiento de preventas de cien plazas y se agotaron, y en estos seis primeros meses del año hemos terminado de definir el servicio tras hablar con las clientas. La semana pasada abrimos más plazas, que se eligen tras un proceso de selección y ya tenemos lista de espera. De momento, queremos crecer controladamente para conocer la experiencia de la gente. Primero afianzarnos y luego tratar de crecer más», explica la CEO y cofundadora de Pantala, al frente de un equipo de seis personas de entre 20 y 25 años. «La verdad es que estamos trabajando muchas horas, pero también las estamos disfrutando», revela.

No obstante, admite que hoy día en España ser emprendedora no es sencillo. Ella lo ha conseguido gracias a la aceleradora Atelier del ISEM, que viene a ser una escuela de negocios de moda de la Universidad de Navarra, la cual les dio la oportunidad de hacer un postgrado de 'fashion digital' para abordar cuestiones de márketing, entre otras habilidades para lanzarse al mercado.

«Hay entidades que te acompañan al salir de la universidad y está bien tener referencias para no cometer los mismos fallos que otros. En ese sentido, hemos estado muy bien asesorados. La parte mala, es que en este país a la hora de constituir una empresa como autónomo surgen muchas dificultades. En nuestro caso, por ejemplo, teníamos que pagar 300 euros al mes cuando no teníamos ingresos. Nos preguntábamos que quién va a querer emprender así, con esas condiciones. Ideas hay miles, la diferencia la marca el equipo y cómo ejecutar esas ideas. Pero una barrera inicial también es el tema económico», apunta.

Por otro lado, ella, que se ha criado en una familia de cinco hermanos, eligió un tema sobre igualdad de género para su trabajo de fin de grado. «Era sobre las diferencias entre hombres y mujeres, el techo de cristal, la conciliación y estas cuestiones», resume.

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