El SES administra 500 dosis en el primer día de vacunación de los sanitarios

Los sanitarios han sido junto a los trabajadores y usuarios de residencias de mayores los que más han sufrido la pandemia y ayer comenzaron a ver la luz al final del túnel. El SES empezó a vacunarlos y llegó a un total de 500 a los que les administró la primera dosis de Pfizer (se necesitan dos para conseguir la inmunización).

Los equipos de enfermería iniciaron este proceso por la mañana en el hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres y siguieron por la tarde en otras áreas como Don Benito-Villanueva. Hoy continuarán administrando dosis.

Es un trabajo que compaginan con la vacunación en las residencias, donde esta semana prevén poner dosis a 10.400 personas de 127 centros. De este modo, llegarían a todos, excepto a los que tienen casos de coronavirus, entre el 15 y el 17 de enero.

Desde el pasado 27 de diciembre, cuando empezó la campaña, hasta el lunes 11 incluido, el SES puso 11.346 dosis, un 52% de las recibidas en las dos primeras remesas (21.725), según el informe del Ministerio de Sanidad.

La tercera, con 10.725 dosis, finalmente llegó ayer por la mañana después de ser enviada por error por parte de Pfizer a un aeropuerto equivocado.

Entre los sanitarios vacunados en Extremadura está María Pilar García, de 62 años. Fue la primera del área de salud de Cáceres. «Es muy importante que nos vacunemos porque ahora es lo único que tenemos frente al virus», aseguraba ayer a este diario esta enfermera del servicio de Urgencias del San Pedro de Alcántara. Lleva trabajando desde el inicio de la pandemia con pacientes de covid-19 y no se ha contagiado.

Además de los profesionales de Urgencias, también vacunaron a varios empleados de diferentes categorías de los servicios de unidades de cuidados intensivos y plantas covid de varias áreas de salud.

Entre ellos, administraron las dosis a algunos de los médicos de Medicina Interna del hospital San Pedro de Alcántara. Trabajan en la segunda planta, que desde el inicio de la pandemia ha estado atendiendo a pacientes de coronavirus. Tan solo tuvieron un pequeño respiro durante algunos días de verano.

Hay que recordar que el SES empezó a organizar la vacunación de estos profesionales al principio de la semana, con la recopilación de los listados de las personas que se quieren inmunizar. En esas listas tenían que hacer saber a los supervisores de servicio tanto las que se querían vacunar como las que no. Los que se niegan deben aportar los motivos, un aspecto que el Gobierno central dijo que solo serviría para asuntos estadísticos.

Según apuntaban ayer algunos de los primeros vacunados, en sus plantas, «el número de profesionales que no se quieren poner las dosis es mínimo y en la mayoría de los casos es por factores personales y no por dudar de la vacuna».

Se trata, por ejemplo, de mujeres en periodo de lactancia y embarazadas para las que se aconseja consultar a sus médicos de cabecera si es recomendable. La sensación general es de necesidad de vacunación, según comentaron varios sanitarios.

También los hay que ya han pasado el virus y aún no ha transcurrido mucho tiempo desde que generaron anticuerpos. «Yo no me la voy a poner porque hace menos de un mes que lo pasé», explicaba una enfermera de Urgencias del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres.

Sobre este asunto, la Dirección General de Salud Pública de Extremadura está explicando a los empleados del SES que en los ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer no se han encontrado problemas de seguridad en la vacunación de personas que han pasado la covid. Les han especificado que, como no se conoce con precisión durante cuánto tiempo persisten los anticuerpos tras la infección y se espera que la vacuna refuerce la respuesta inmune, también puede administrarse en personas que hayan pasado el coronavirus.

Eso sí, matizan que la reinfección es excepcional en los 90 días posteriores al contagio y que teniendo en cuenta eso se podría retrasar la vacunación en las personas que lo hayan padecido hace poco tiempo.

La previsión que maneja el SES es inmunizar a 20.000 personas, entre sanitarios y no sanitarios, que trabajan en hospitales, clínicas privadas y centros de salud.