Divertido callejero extremeño
Las Tontas en El Torno y Necia en Jerez. En Guareña, Salsipuedes y en Puebla de Alcocer, Peligros
La calle de las Tontas está en El Torno. Cuando la descubrí, miré alrededor, la calle tenía media docena de viviendas y por allí no ... se veía ninguna mujer, ni lista ni tonta. Indagué y resulta que lo de tontas no se refería a las mujeres que viven en esa calle, sino a que, durante la Cuaresma, las jóvenes de El Torno paseaban y tonteaban por allí, por la calle de las Tontas, aunque, se supone, tontearían con los jóvenes tontos, que, sin embargo, no aparecen en el callejero.
Otra calle extremeña que me llama la atención es la calle Necia en Jerez de los Caballeros. No he encontrado una explicación a tal nombre y quizás tenga relación con alguna anécdota local. Más evidente parece el nombre de la calle Peligros en Puebla de Alcocer: estrecha, empinada y tan peligrosa que están prohibidas las bicicletas.
El callejero dice mucho de las ciudades. El de Cáceres, por ejemplo, muestra la importancia que siempre tuvo el agua en una ciudad sin río y temerosa de la sequía. En la capital, hay 22 calles con nombres de río, tres calles tienen nombre de fuente, diez de mares y cinco de océanos. También las islas, siempre rodeadas de agua y, por tanto, envidiadas, aparecen 20 veces en el callejero y el anhelo de agua se refleja con evidencia en las calles Mira al Río y Aguas Vivas. Y así hasta 62 calles con nombres 'acuáticos'.
CALLEJERO EMPINADOAbundan las calles que avisan de lo que te espera: El Reventón en Gata, Alzapiernas en Cáceres, Quitapesares en Hervás o Espinazo en Cañaveral
Las calles agotadoras son comunes en muchos pueblos de Extremadura y la sabiduría popular las ha bautizado con apelativos explícitos. Así, en Castañar de Ibor, pueblo empinado donde los haya, los vecinos viven en la Cuesta de la Barrera, en la de las Perdices, en la del Azahar, en la de Labradores o en la Cuesta Barrera.
Son innumerables los pueblos y ciudades de Extremadura con nombres de calles que avisan de lo que te espera. Ahí están las calles Salsipuedes de Guareña y Cañaveral, donde también están las calles Espinazo y Viento anunciando dificultades. Más evidentes son las calles El Reventón y El Reventoncito en Gata, Alzapiernas en Cáceres o una de Hervás cuyo nombre anuncia que es estupenda para combatir la angustia con ejercicio físico: Quitapesares.
Un nombre de calle muy repetido en Extremadura y con un claro mensaje es Calvario, que aparece en el callejero de Viandar de la Vera, Santibáñez el Alto, Jaraicejo, Hinojal, Guadalupe, El Gordo, Garvín, Aliseda, Baños de Montemayor, Cambroncino, Cañaveral, Casillas de Coria o Deleitosa, donde hay, además, una calle que te hunde la moral: Desamparo.
Para contrarrestar tanta penuria, Cáceres, aunque tiene calles dedicadas a la Amargura y a la Soledad, dedica avenidas y plazas al Amor, la Caridad, la Bondad, la Generosidad, la Esperanza, la Tolerancia, la Concordia, la Abundancia, la Alegría, la Amistad, la Demasía, el Socorro y hay dos calles que elevan el nivel y evocan las Delicias y el Paraíso Terrenal. En tiempos políticos de inquietud y polarización, reconforta pasear por estas calles cacereñas llenas de buenas intenciones, caso de la calle Armonía.
Pero dejemos la política, que marcó la calle más comercial de Cáceres, que empezó llamándose Pintores, siempre se ha llamado Pintores y ha vuelto a llamarse Pintores, pero oficialmente ha sido del Rey, de la República, de Pablo Iglesias y del Generalísimo Franco.
Acabemos sonriendo este repaso refiriéndonos a calles tan curiosas como las cacereñas Buscarruidos, Rabo de Gato (Clavellinas), Rincón de la Monja y Reñidero de Gallos o los topónimos humildes y poco alpinos de algunas de las nueve colinas cacereñas: Mosca, Camella, Sierrilla o donde me crié: Peña del Cura.
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