La cumbre hispano-lusa llega con el tren como uno de los temas centrales
Se celebrará en Trujillo el 28 de octubre y es la tercera vez que este encuentro internacional es en Extremadura
El próximo jueves, 28 de octubre, se celebrará en Trujillo la XXXII cumbre hispano-lusa, un encuentro que se viene repitiendo desde la entrada de ... España y Portugal en la Comunidad Europea, en 1986. De este modo, la localidad cacereña se convertirá en el centro de las relaciones bilaterales entre los dos países. Allí se podrá ver tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como al primer ministro portugués, António Costa.
El recién estrenado ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que ya avanzó en agosto que esta cumbre quiere que sirva de «impulso para una relación renovada entre ambos países», también estará junto a su homólogo portugués, Augusto Santos Silva, y encima de la mesa hay temas pendientes que sobre todo están relacionados con las comunicaciones tanto por tren como por carretera.
Hasta el momento, ha trascendido que las conexiones ferroviarias entre España y Portugal será uno de los puntos claves de la cita. Albares ya ha adelantado que es un tema central en el que ambos países están trabajando y que lo abordarán con más detalle en la cumbre hispano-lusa.
En ese sentido, Extremadura tiene mucho que decir para posicionarse como principal eje de la conexión ferroviaria entre Madrid y Lisboa. Las dos capitales ibéricas estaban unidas por un servicio que tardaba diez horas y media en un trayecto nocturno que circulaba por Salamanca, pero con la pandemia se eliminó y ahora no hay una conexión directa entre ambas capitales.
Precisamente la unión por tren entre Madrid-Lisboa es un asunto que ya se ha tratado en cumbres anteriores e incluso se han llegado a hacer anuncios, como el de 2003, cuando en Figueira de Foz (Portugal), los que eran presidentes, José María Aznar y José Manuel Durão Barroso, acordaron la conexión por AVE entre las dos capitales, cuyo trazado atravesaría Extremadura.
En 2006, en otra cumbre hispano-lusa celebrada en Badajoz, también hubo anuncios. En ese caso, España y Portugal ratificaron los plazos del tren de alta velocidad Madrid-Lisboa y sus jefes de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y José Sócrates, se comprometieron a que ambas capitales estuvieran enlazadas por menos de tres horas de viaje en 2013. Incluso llegaron a decir que tres años antes, en 2010, se podría realizar el trayecto entre Madrid y Badajoz.
Habrá que esperar para saber si se anuncian detalles concretos sobre un tema que ya era de interés cuando se celebraron las primeras cumbres hispano-lusas. Precisamente, la primera que tuvo lugar en la región fue en Trujillo en 1991. Por aquel entonces, el presidente de España era Felipe González, y el primer ministro de Portugal, Aníbal Cavaco Silva.
En la hemeroteca hay imágenes de los mandatarios paseando por Trujillo y en aquella ocasión los periodistas ya le preguntaron a Cavaco Silva por la línea de tren de alta velocidad que debería unir Madrid y Lisboa. En esa ocasión se limitó a decir que estudiarían todas las vías que interesasen a España y Portugal.
Protestas
Ante los anuncios que no se han hecho realidad, se espera también que esta cumbre esté marcada por la protesta. De hecho, se prevé que la plataforma Milana Bonita se concentre en Trujillo para recordar las necesidades que tiene el tren extremeño y pedir la conexión con Portugal por Badajoz y Valencia de Alcántara.
Esta cumbre hispano-lusa es la tercera que se celebra en Extremadura, tras la de Trujillo en 1991 y la de Badajoz en 2006. En esa última también se aludió a otros asuntos de interés, como la construcción de la autovía de Moraleja a Castelo Branco. La Junta de Extremadura hizo una desde Navalmoral a Moraleja y se cortó en ese punto a la espera de que se lleve a cabo una obra parecida al otro lado de la frontera.
Finalmente, otro tema clave para los extremeños es el puente entre Cedillo, en Cáceres, y el concejo portugués Nisa. En este caso ya está presupuestada la obra tanto por la parte portuguesa como por la española.
«Regalé a Felipe González y Cavaco Silva una cerámica blanca con motivos de Trujillo»
La primera cumbre hispano-lusa que se celebró en Extremadura fue en Trujillo en diciembre de 1991. Por aquel entonces, Benigno Fernández Rubio era alcalde de esa localidad cacereña y guarda muchos recuerdos de la cita.
«Días antes ya empezamos a organizar todo el entramado de esa cumbre. Hubo que habilitar el campo de fútbol para que aterrizaran los helicópteros de los presidentes del Gobierno. La primera tarde que llegaron hubo unas jornadas en el Parador. Hicimos una ruta andando por toda la plaza y la parte antigua y, aunque conocían ya Trujillo, se volcaron con la localidad y hablaron muy bien del municipio tanto la delegación portuguesa como la española», comenta Fernández Rubio.
De aquellos días recuerda momentos entrañables. «Le regalé a Felipe González y Cavaco Silva una cerámica blanca con motivos de Trujillo, con una vista general de la Plaza Mayor, hecha por el arquitecto Dionisio Hernández Gil. Aún tengo grabado lo agradecido que fue Cavaco Silva, que no paraba de decir 'muito bonito'».
Benigno también guarda numerosas fotos de aquel encuentro e incluso el menú que hubo en la cena de gala, donde no faltaron los dulces de Santa Clara. «Fue en el Parador, el mismo sitio donde se celebraron los actos protocolarios y las jornadas de trabajo», concluye el que fuera alcalde de Trujillo entre 1983 a 1995.
Trujillo ya lo tiene casi todo listo para acoger la cumbre. De hecho, ya se ha empezado a ver movimiento de personalidades relacionadas con la organización por la localidad, un hecho que en estos días se mezcla con el turismo y el rodaje de la serie de HBO 'La casa del dragón'.
Se espera que durante los próximos días y el desarrollo de la cumbre las medidas de seguridad sean extremas ante la llegada de mandatarios que se reunirán en lugares como el Palacio San Carlos de Trujillo, el Conventual de San Francisco o el colegio Sagrado Corazón, entre otros.
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