«Lo que cobramos los camioneros no da para vivir»

José Manuel Rico es camionero desde hace más de 30 años. «El transporte está en la más absoluta de las miserias. El precio que cobramos no da para pagar gasoil, ruedas y taller; simplemente no da para vivir. Trabajamos bajo coste y esto ya es imposible», dice desesperado.

Pone un ejemplo con uno de los trayectos que suele hacer. «Hay viajes desde puntos de Extremadura a la zona de Alcalá de Henares, en Madrid, que los están pagando entre 220 y 250 euros. Solo en gasoil, ahora, ya te gastas más de 200 euros, así que no te queda ni para la dieta. Tienes que acabar poniendo dinero sí o sí».

Asegura que «esto lleva pasando mucho tiempo», pero reconoce que «esta última subida de los carburantes ha sido la gota que ha colmado el vaso».

Va más allá y ayer, desde la protesta que tuvo lugar en Cáceres, criticó al Gobierno central por insinuar que en las marchas de los transportistas hay grupos de «extrema derecha» alentando las reivindicaciones. «Esto no es extrema derecha, esto es extrema necesidad, porque es hambre y miseria», dijo.

También participó en la protesta José Javier Zancada. En su caso es gerente de una empresa con una flota de diez camiones. Con ellos realiza transportes sobre todo en España y Portugal. Lleva todo tipo de mercancía. Desde alimentación, pasando por metalurgia, construcción o automoción.

«Mantenerse en marcha es hacerlo a pérdida y de eso tienen la culpa los elevados costes de carburantes, neumáticos, seguros y personal. Todo está al alza», dice antes de entrar en detalles. «Si tras una facturación de 10.000 euros antes había unos gastos de 8.500, ahora rozan los 10.000».

Los vehículos que ellos manejan gastan unos 1.300 litros de combustible a la semana, que se traduce en más de 2.000 euros actualmente. «Antes de estas subidas, la semana se realizaba con unos 1.300 euros, así que imagina las pérdidas. Estamos soportando un incremento de coste de gasoil del 40% y eso es solo la base», lamenta Zancada.

Explica que también se ha incrementado el precio de los seguros, las ruedas, el mantenimiento en los talleres mecánicos y las piezas de recambio. «Como yo digo, todo es múltiplo de mil. La avería más insignificante vale 1.000 euros», comenta.

El otro gran problema es que el tiempo medio de cobro del trabajo en el sector del transporte pasa de los 90 días en la mayoría de los casos. «Algunas veces nos pagan a los 120 y, sin embargo, el gasoil no espera a que le pagues», dice José Javier, que considera que «las grandes operadoras de transporte han dejado con la soga al cuello a la pequeña y mediana empresa, es decir, al límite y sin ganancias».

Los transportistas también aluden a las dificultades para encontrar relevo generacional en el sector. «Hay falta de conductores y los que hay van pasando de unas empresas a otras; los jóvenes ya no quieren ser camioneros y estar lejos de su familia, así que hay que pagarles más para que hagan este trabajo. Si antes a un conductor se le pagaba 2.000 euros al mes, ahora hay que pagar 2.300, por poner una cifra», detalla Zancada.

Reconoce que, como otros compañeros, se ha visto «obligado» a parar. «Aunque no hubiera habido un paro, tendríamos que hacerlo porque si nos mantenemos en marcha lo único que hacemos es perder dinero».