La cineasta que prefiere rodar en Extremadura

Ya hay alguna que otra publicación que aborda la historia de Extremadura como plató cinematográfico, pero cuando estos catálogos se actualicen o surjan otros nuevos, será casi obligado dedicar un capítulo a María Pérez Sanz, que ya ha rodado dos largometrajes en la comunidad autónoma y va camino del tercero, que será una pieza más corta. Hay varias razones que explican esta tendencia de la cineasta por el paisaje regional, pero probablemente una pesa más que ninguna: ella nació aquí.

Fue en Plasencia en 1984, aunque a los siete años se marchó a vivir a Cáceres. En la ciudad atravesada por el río Jerte estudió en el colegio La Salle, y en la capital provincial, en el colegio de Las Carmelitas primero y en el IES Norba Caesarina después. De padre gallego y madre extremeña, los dos profesores, María Pérez creció rodeada de cultura. La pandilla de sus padres –él, que además es escritor, dio clases en el IES El Brocense, y ella en los IES Universidad Laboral y García Téllez– incluía varios artistas, entre ellos el pintor Juan José Narbón, y las visitas a los museos o los viajes formaron parte de su vida desde temprano.

Tras el Bachillerato, la joven extremeña se fue a Madrid, a estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense. «El cuarto curso –recuerda– lo hice en Roma, en la Universidad La Sapienzia. Ahí rodé mi primer cortometraje, titulado 'La muerte de Iván'. Fue un año muy interesante. Hice una especialidad de cine con profesores de mucho nivel y pocos alumnos. Ahí acabé de tener claro del todo que quería dedicarme al cine».

Para cumplir ese deseo, al acabar la carrera empezó a estudiar en la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), una estación clave en su carrera, que incluye ya varios premios. 'Ejercicio 3. Documental' y 'Ejercicio 2. Ficción' fueron premiados en el festival de cortometrajes Notodofilmfest, y 'Androides' ganó el premio del jurado del festival de cortos Kontrast (Bayreuth, Alemania). Otras de sus obras son 'Discordia', 'Valentina en la estufa', 'Al final del corredor' o 'Nombres propios', que dirigió junto a Sabina Urraca.

Con los estudios de cine terminados, recibió una beca para trabajar en Bruselas, donde vivió tres años y ejerció como realizadora. Allí grabó 'Robin & Robin', incluida en el catálogo Jara, de Extremadura Audiovisual. Desde la capital belga volvió a España para centrarse en 'Malpartida Fluxus Village', un documental –disponible gratis en la plataforma plat.tv– que repasa la vida y la obra de Wolf Vostell, el artista alemán que se instaló en Malpartida de Cáceres, donde está el museo que lleva su nombre.

A él fue más de una vez María Pérez siendo una niña, gracias al círculo de amistades de sus padres, que incluía a Mercedes Guardado, la pareja del artista alemán. Ese documental, que ha sido exhibido en una treintena de festivales y recibido varias distinciones, fue el primer largometraje de la cineasta extremeña, que estos días ocupa parte de su tiempo en la promoción del segundo, titulado 'Karen' y que fue rodado en paisajes de la provincia de Cáceres, cerca de Trujillo. El filme recrea la relación entre Karen Blixen, la protagonista de 'Memorias de África', y Farah Aden, su criado.

La cinta cuenta con apoyo económico del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) y de la Junta de Extremadura, su presupuesto ronda los 200.000 euros y se proyectará esta semana en Mérida y Plasencia (los días 9 y 10 respectivamente, en los dos casos en la Filmoteca de Extremadura) y más tarde en Multicines Cáceres.

Y el siguiente proyecto empezará a materializarse en unas semanas. El día 5 de julio comenzará el rodaje de una película corta sobre la infancia de Teresa de Jesús, que formará parte de la obra 'Introducción a Teresa de Jesús', basada en el libro de Cristina Morales. También lo rodará en Extremadura, «donde lo tengo todo a mano y me lo ponen fácil», explica María Pérez. «Por qué irme a otro lugar si aquí estoy tan a gusto –añade–. El gobierno extremeño siempre me apoya. Y me seduce la idea de transformar el paisaje, introduciéndole elementos que le son ajenos».

Ese escenario en el que Extremadura parece África en 'Karen' y que enmarcará también los episodios de la infancia de Teresa de Jesús es una finca familiar cerca de Trujillo. Un lugar «al que me encanta ir, sobre todo cuando necesito paz y tiempo para escribir», explica la cineasta extremeña, a quien le interesa de modo particular «bucear en los personajes míticos o arquetípicos que están en el imaginario colectivo». Y con su tierra de origen como fondo.