Carmen, una madre para todos tras una infancia difícil

Carmen Olivenza Infante era de la localidad cacereña de Membrío, pero vivió en Badajoz hasta su fallecimiento hace un mes, a los 82 años. Su familia recuerda que tuvo una infancia difícil como casi todos los niños de la posguerra, y ayudó muchos a sus padres y hermanos, para los que era como una segunda madre. Se casó con Ramón y tuvo tres hijas. «Fue la mejor madre que se podía tener, siempre estuvo ahí para lo bueno y para lo malo, fue insuperable». Con la llegada de sus yernos, siempre tuvieron una muy buena relación de cariño. Tenía seis nietos que la querían con locura. En los últimos años padeció alzhéimer. Desde ese momento su marido se dedicó en cuerpo y alma a cuidarla.

Recuérdalos

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