Caminando 33 kilómetros a pleno sol y sin posada

Hace una semana, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, inauguraron en la cacereña plaza de Santiago un hito Xacobeo marcando los 695 kilómetros que separan Cáceres de la praza do Obradoiro. Ahora solo falta que el Camino de la Plata, a su paso por Extremadura, esté bien dotado de albergues y no sea suicida el tramo entre Casar de Cáceres (albergue rural Ruta de la Plata con 50 plazas desde 20 euros) y Cañaveral (Albergue Hostel Cañaveral, 23 plazas a 16 euros la litera), 33 kilómetros a pleno sol que ya se han cobrado alguna víctima porque el albergue del Embalse de Alcántara lleva años cerrado.

A pesar de esas carencias, cientos de extremeños hacen cada año el Camino de Santiago, pero no el natural suyo, sino el inglés, el portugués o incluso el tramo de Santiago a Fisterra: un microbús con 17 peregrinos parte el 14 de agosto desde Cáceres camino de Compostela para hacer esta ruta final de 92 kilómetros en cuatro etapas.

El Camino de Santiago conoce hoy un auge formidable. El año pasado se batió el récord de peregrinos oficiales, con un total de 499.241. Es una actividad deportiva y espiritual de moda que nació en un bar de Santiago, un proyecto servilleta que se ha convertido en un fenómeno de masas. Pero no siempre fue así. En 1978, solo hubo 13 peregrinos a Santiago. La cifra subió en 1982, Año Santo con visita incluida del Papa, pero tampoco fueron muchos: un total de 1.868. Al año siguiente, la cifra bajó a 146 y en 1992, un año antes de la gran eclosión, únicamente 9.764 peregrinos obtuvieron la Compostelana.

Fue ese año de 1992 cuando Manuel Vázquez Portomeñe, a la sazón consejero de la Xunta de Galicia, y unos colegas se animaron tomando unas tazas de ribeiro en un bar de Santiago y les dio por inventarse algo que compitiera con la Expo de Sevilla y los Juegos de Barcelona. Fueron apuntando ocurrencias en servilletas del bar y llegaron a la conclusión de que la única imagen de marca exclusiva de Galicia era la tumba real o legendaria del Apóstol. Un contertulio cayó en la cuenta de que 1993 era Año Santo y aquellos vinos culminaron con una idea brillante escrita en una servilleta de papel: Xacobeo 93.

Portomeñe aún conserva esa servilleta que ha acabado movilizando a media España y en Galicia se recuerda que cuando le presentaron el proyecto a Manuel Fraga, no le convenció, pero dejó hacer y la locura fue in crescendo: en 1993, la cifra se disparó a 99.436 compostelanas y el año pasado, hubo medio millón de peregrinos y cuatro millones y medio de visitantes llegados en coche, AVE, avión o autobús.

Actualmente, hay 16 caminos de Santiago oficiales. He visto flechas amarillas en el pueblo portugués de Crato, que no sé qué tendrá que ver con el Camino, y César Rina, columnista de HOY, acaba de traerme de Buenos Aires una credencial del peregrino del Camino Gallego de Buenos Aires: se consigue visitando los 13 centros gallegos bonaerenses. En resumen, todos los caminos llevan a Compostela, incluido el 'Camino Suicida' que cruza el embalse de Alcántara.