Un buzón violeta en el Instituto Pérez Comendador contra la violencia machista y vicaria

«Las actividades en torno a este tema, contra la violencia machista y vicaria y a favor de la igualdad real de hombres y mujeres, siguen siendo necesarias», afirma Esther Ramos, la primera mujer que se convierte en directora del Instituto Pérez Comendador. «Pero más allá de las actividades que realizamos cada año en torno a esta fecha, este año las hacemos el 26, son materias que trabajamos a lo largo del curso», añade. «La lucha contra la violencia machista y vicaria no es cuestión de un día ni de actividades puntuales».

Este instituto placentino abrirá este curso su tercer espacio violeta. «El primero fue la biblioteca, el segundo el mural contra la violencia que hay en uno de los patios y este año se instalará otro más en la entrada del instituto», detalla Esther Ramos. «En el mismo hemos instalado un buzón, con el mensaje 'cuéntame', para que de forma anónima todo aquel que quiera pueda dejar mensajes en torno a las experiencias vividas por ellos o por familiares y amigos relacionados con la violencia machista y la violencia vicaria, porque trabajamos ambas». Este martes, cuando el centro celebre el 25N, ese buzón se abrirá y se leerán de manera pública a la comunidad educativa los mensajes que se han venido depositando.

«Se trata de dar a conocer esas experiencias a todos para entender que es preciso seguir hablando de violencia de género, seguir aclarando determinados conceptos, porque hay confusión entre los adolescentes respecto al feminismo, respecto a la igualdad, y es preciso darles formación para ayudarles a enfrentar, de manera crítica, los mensajes y bulos que les llegan a través de las redes sociales». Especialmente aconsejable, deja claro Esther Ramos, «en un espacio seguro como es el instituto, de transmisión de valores y transformación social». Y no solo eso. «También un espacio en el que es preciso que se luche contra los estereotipos sexistas que seguimos sufriendo», añade Yolanda Mateos, profesora y coordinadora de la biblioteca del centro, donde abrió el primer espacio violeta del Pérez Comendador de Plasencia.

Espacios que se suman a las actividades que se realizan a lo largo del curso y a la formación que se brinda en las materias curriculares y en las tutorías. Ambas docentes están convencidas de que esta formación debe seguir. «Hay un retroceso en la permisividad de las actitudes machistas, se están normalizando», coinciden. «Ahora no se rebelan ni se revuelven como antes lo hacíamos cuando detectábamos una actitud así, ahora parece que no pasa nada porque mi novio me controle». Para ambas profesoras, «es muy difícil hacer frente a los mensajes contrarios que les llegan a los adolescentes y jóvenes de forma continua a sus teléfonos móviles».