Una bola de fuego de la roca de un asteroide sobrevuela la provincia de Badajoz
El destello, que comenzó en La Albuera y finalizó sobre la localidad de Sagrajas, se avistó pasadas las doce y media de la noche
redacción
Sábado, 21 de enero 2023, 10:55
Una bola de fuego producida por una roca procedente de un asteroide sobrevoló esta pasada madrugada la provincia de Badajoz. La roca entró en la atmósfera a 89 mil km/h.
El destello, que fue avistado sobre España este 21 de enero a las 0:42 horas, lo generó un meteroide de un asteroide que golpeó la atmósfera a unos 89.000 kilómetros por hora, sobrevolando provincia pacense. Comenzó a unos 94 kilómetros de altitud sobre la localidad de La Albuera, desplazandose hacia el noroeste, para a unos 29 kilómetros de altura sobre el municipio de Sagrajas.
Esta bola de fuego, tan brillante como la luna, fue registrada en el marco del proyecto SMART (Spectroscopy of Meteoroids in the Atmosphere by means of Robotic Technologies), operado por Southwestern Europe Meteor Network (SWEMN) desde las estaciones de observación de meteoros ubicadas en Huelva, La Hita (Toledo), Calar Alto, Sierra Nevada, La Sagra (Granada), Sevilla, y El Aljarafe (Sevilla). El fenómeno ha sido analizado por el investigador principal del proyecto SMART, Jose María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), quien ha publicado el momento en el que los restos del asteroide surcaban los cielos de la provincia pacense.
El pasado 5 de octubre multitud de personas avistaron otro fenómeno similar desde Andalucía y Extremadura, que fue grabado por muchos aficionados a la astronomía. Fue otra roca que procedía de un asteroide y entró en la atmósfera a una velocidad de unos 69.000 kilómetros por hora, según explicó el astrofísico Madiedo.
En la localidad pacense de Hornachos la desintegración de un meteorito que llevaba una velocidad de unos 53.000 kilómetros por hora causó un fuerte estruendo, que también se sintió con gran virulencia en Fuente de Cantos. El brusco rozamiento con nuestra atmósfera a esta enorme velocidad dio lugar a que la superficie de la roca se calentase y se volviese incandescente.