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Uno de los pasajeros del viaje inaugural, con el icónico Salto del Gitano de fondo LORENZO CORDERO

El Barco del Tajo zarpa hacia Monfragüe

Un crucero fluvial recorre desde ayer el entorno del que fuera el primer espacio protegido de la región extremeña

J. CEPEDA

Viernes, 3 de agosto 2018, 08:04

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La agradable brisa chocaba de bruces con una pequeña embarcación con capacidad para 54 personas que, a una velocidad de seis nudos por hora, hacía olvidar a los pasajeros las alertas meteorológicas por altas temperaturas. Y es que muchas veces los paraísos más pintorescos están a tiro de piedra, sin necesidad de coger un tren o un avión. De entre la fauna alada, quizás fue el águila imperial el único que remoloneó en el día del estreno. Casi todos los demás compañeros de vuelo más representativos –alimoches, garzas, cigüeñas negras o buitres leonados– acudieron puntuales a la cita. Era la puesta de largo y todo debía salir a pedir de boca. Ya en las laderas del río, jabalíes y ciervos conjugaban su reposo en zonas de umbría con desenfadadas carreras por el monte para deleite de los primeros visitantes. Entre medias, el guía Robert Ramallete amenizaba el trayecto dejando su impronta como eficaz divulgador de todo lo que concierne al medio natural. Era un día para recordar en la comarca.

Extremadura cuenta desde ayer con una nueva postal turística, la del roquedo de Peña Falcón –conocido popularmente como Salto del Gitano– visto desde las aguas del río Tajo. La novedosa perspectiva, hasta ahora inédita para el gran público, es ya el gran aliciente que se desprende de la habilitación para la navegación turística del tramo del río comprendido entre el puente de Serradilla y el icónico límite donde se abre paso el parque nacional cacereño aguas arriba. Tras contar con los preceptivos permisos medioambientales, la explotación turística corre a cargo de la empresa Barco del Tajo, que ya gestiona otros dos cruceros fluviales, uno en el Parque Natural Tajo Internacional y otro a su paso por Alcántara. Rafael Pintado, presente ayer en la inauguración, es el empresario que ha apostado por este modelo de negocio.

A la inauguración de ayer junto al embarcadero habilitado en el puente de Serradilla asistieron numerosas personalidades del ámbito local, provincial y regional, con la presencia de la alcaldesa de la localidad, Ana Serrano; el presidente en funciones de la Diputación de Cáceres, Fernando Grande; así como la consejera de Medio Ambiente, Begoña García, y el vicepresidente primero de la Asamblea de Extremadura, José Andrés Mendo. Todos ellos disfrutaron del viaje inaugural a bordo de una embarcación que pretende convertirse en la chispa que revitalice el tejido socioeconómico de toda la comarca, teniendo en cuenta que la iniciativa contempla visitas al municipio, subidas al castillo y observación de aves desde el mirador del Salto del Gitano. Tal es así, que ya existen nuevos emprendedores en materia de alojamientos turísticos, por ejemplo.

La consejera de Medio Ambiente, Begoña García, encabezó la representación institucional
La consejera de Medio Ambiente, Begoña García, encabezó la representación institucional

«Es un sueño hecho realidad. Como políticos es nuestro trabajo, pero también es una obligación», afirmó la regidora. Por su parte, Begoña García abogó por el aprovechamiento de los recursos naturales como herramientas para generar «riqueza y empleo».

La actuación contempla un montante de 65.000 euros aportados por la Junta de Extremadura para la adecuación de un acceso universal al embarcadero. El muelle flotante, por su parte, ha sido financiado por el Ayuntamiento de Serradilla a través de una subvención estatal de 30.000 euros.

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