Bajas y viajes, las razones para librarse el 23 de julio
Más del 90% de las alegaciones para no estar en un colegio electoral se aceptan, pero al haber tantos exentos se sigue notificando a más ciudadanos
¡Madre mía, la que nos espera! Eso fue lo que reconoce Toni Vázquez que exclamó cuando el 29 de mayo escuchó que Pedro Sánchez ... acababa de convocar elecciones generales para el 23 de julio. Ella es una de las cuatro personas colaboradoras de la Junta Electoral de Badajoz y estos días va dando entrada, y si es posible resolviendo en el acto, las excusas de ciudadanos a los que les ha tocado en pleno verano desempeñar algún puesto en los colegios electorales durante la jornada de votación.
Además de atender el teléfono para explicar las casuísticas y documentación a aportar, en esta semana está atendiendo de manera presencial a unas veinte personas al día, aunque también se puede alegar por correo electrónico. Solo a través del ordenador ayer calculaba haber recibido en torno a 150 expedientes desde el pasado 26 de junio, que fue cuando se empezó a notificar después de que los ayuntamientos realizaran los sorteos conforme al padrón, lo que por otro lado ha generado una especie de pánico epistolar cuando el cartero aparece por la mirilla de la puerta.
Hay que recordar que estos llamamientos han de hacerse en mano, primero a través de personal de Correos y, si no es posible, por medio de un agente policial.
«Traigo la documentación de mi hermana porque le mandaron ayer la carta y, además de estar de vacaciones, está embarazada de más de seis meses, así que he venido a presentar su renuncia porque le ha tocado acudir al colegio electoral de la guardería Los Diminutos, en Badajoz. Me han aceptado la alegación sin problema», contaba tras culminar su trámite en apenas unos minutos Juan Carlos Antúnez.
Al rato aparecía ante la ventanilla, que Badajoz está en el juzgado de instrucción número 2 de Badajoz, Gertrudis Agudo, que había telefoneado antes y este jueves venía con los papeles a librarse de trabajar el domingo 23 de julio. «Estoy de baja laboral, ya hablé con ellos antes porque me informé en Internet y he traído la documentación que me dijeron porque la baja dura hasta después de las elecciones, hasta el 7 de agosto». La citación era para el colegio electoral del Luis Vives, en San Roque (Badajoz) y cuenta que la carta le llegó este martes cuando pensaba que ya habían dejado de llamar a gente. «Pero por lo visto está habiendo muchas renuncias», le han dicho.
Esto último hay que tenerlo en cuenta porque impide que la población se relaje. Y es que la gran cantidad de exentos está provocando huecos en la composición de las mesas electorales y obliga a realizar nuevos llamamientos. Estos pueden hacerse hasta la víspera de las elecciones e incluso el mismo domingo en casos muy excepcionales. Y aunque el plazo para alegar es de siete días hay multitud de posibilidades a las que se pueden acoger los llamados siempre que acrediten su excusa.
Según indican en la junta electoral de Badajoz, por caer a finales de julio, esta es la vez que más alegaciones están recibiendo para no 'trabajar' el día de las elecciones, un deber ciudadano que se recoge en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General.
Para los comicios del pasado 28 de mayo, decía ayer Toni Vázquez, la mayoría de excusas fueron de estudiantes que podían acreditar que tenían exámenes en los días posteriores y por ello muchos fueron eximidos.
Casuísticas variadas
En la junta electoral de Cáceres capital, en cambio, decían ayer que no han notado un incremento llamativo de alegaciones. 106 han registrado desde el 26 de junio. En lo que sí coinciden es en que la gran mayoría se aceptan, más del 90 por ciento.
De cara a los comicios del 23 de julio, la mayoría de argumentos que trae la gente son laborales, por estar de baja, por discapacidad o porque trabajan o residen fuera y están empadronados en el lugar donde se ubica su colegio electoral. «En ese caso se exige presentar el contrato de trabajo o de alquiler», pone como ejemplo la persona que se encarga de estos trámites en la junta electoral de Badajoz justo antes de que llegara una madre cuya hija es guardia civil en Toledo. En este caso traía un papel con la firma del sargento informando de que ese fin de semana le tocaba estar en el cuartel.
Según dicen en la junta electoral de Badajoz, casuísticas hay muchas y variadas. Una eximente, por ejemplo, es la de un madre o padre divorciado que tiene que quedarse a cuidar ese domingo de su hijo pequeño, siempre que se acredite. En el caso de las vacaciones, cualquier factura que demuestre haber realizado un desembolso económico antes del 29 de mayo basta para no tener que acudir al colegio electoral.
Mentiras y cargo de conciencia
Ocurre sin embargo que hay apartamentos vacacionales pagados sin documento de por medio, o bien estancias comprometidas en alguna casa de un familiar. En estos casos hay veces que se contempla la posibilidad de declaración jurada. «Pero ocurre que cuando se da esa opción no vuelven, como si fuera mentira y les diera cargo de conciencia».
Según indican desde la junta electoral de Badajoz, cuando el caso está claro se sella el eximente y asunto resuelto. Pero cuando hay dudas se debe reunir la junta electoral, votar y emitir una decisión, lo cual suele tardar entre tres y cuatro días. La junta electoral de Badajoz la componen tres jueces, dos abogados, una secretaria del juzgado más cuatro miembros que son personal colaborador.
Para estas elecciones las juntas electorales que actúan son las provinciales, que a su vez se dividen en 16 juntas de zona en Badajoz y 6 en Cáceres.
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