Aviones vintage en la plaza Mayor de Cáceres
Cáceres sueña con un aeropuerto. Hace medio siglo perdió su 'campo de aviación' y no supera la frustración de no poder viajar volando
Cáceres nunca tuvo aeropuerto, pero sí tuvo un aeródromo al que todos llamábamos 'Campo de Aviación'. Es un nombre muy singular que no ... he visto en ninguna otra ciudad. El aeródromo cerró en los 60, pero en los 80 todavía se podían ver unas pirámides de color rojo que señalaban la pista de aterrizaje. Después desaparecieron y desde hace una treintena de años, aquello es un parking gigante que solo se usa durante la feria de San Fernando. Como llevamos dos años sin feria, pues llevamos dos años con el 'campo' sin uso.
Llamar campo de aviación a un aeródromo demuestra una vez más la vocación agropecuaria de esta provincia ganadera, regada y adehesada: campo de tomates, campo ovino, bovino, equino, caprino y porcino, campo de aviones... sin aviones.
Cáceres fue ciudad pionera en la aviación, escala de los vuelos Vitoria-Tánger y de la primera conexión Madrid-Lisboa. Los aviones aterrizaban, repostaban, cogían pasaje, despegaban en ese campo-parking de la carretera de Mérida y los periodistas locales escribían buenos reportajes contando la experiencia de aquellos viajes ibéricos con escala cacereña.
El campo de aviación tuvo gran importancia estratégica durante la Guerra Civil. En él aterrizó el general Franco el 26 de agosto de 1936 para establecer el cuartel general del ejército de África en el palacio de Los Golfines de Arriba y desde él partieron los aviones que realizaron los primeros bombardeos sobre Madrid. En ese 'campo' estuvo la primera base de la legión Cóndor aérea al igual que la terrestre se estrenó en los castillos de las Arguijuelas.
Siguiendo una costumbre que parece muy cacereña, cuando desde la 'AENA' de los años 20 y 30 se propuso a la ciudad que señalizara el aeródromo y arreglara la superficie de tierra, desde Cáceres se respondió que los aviones podían orientarse por las chimeneas de las minas de Aldea Moret y que si habían rodado sobre la tierra campestre hasta entonces, para qué asfaltar ni echar gravilla. El resultado fue que los aviones dejaron de hacer escala en el campo de aviación, Cáceres se quedó sin aeropuerto para los restos y aquel aeródromo ha quedado para parking ocasional mientras sus refugios antiaéreos sirven de decorado para fotos de esas que antes se llamaban subidas de tono y ahora llenan el TikTok y el Instagram de nuestros sobrinos.
No tener aeropuerto en los tiempos de Ryanair, supone estar condenados al aislamiento y sentir una envidia melancólica cada vez que se viaja a una ciudad desde donde es fácil ir en avión a Manchester o Bérgamo a pasar el fin de semana. Pero es lo que hay y los cacereños han de conformarse con aeropuertos lejanos.
Cáceres, sin embargo, no ceja en su empeño de recuperar su 'campo de aviación'. En tiempos de Rodríguez Ibarra se anunció un aeropuerto cerca de Aldea del Cano. Se pusieron peros porque había nidos de cigüeña negra en la zona elegida, pero llegó la crisis y salvó los nidos. Se sigue pidiendo un humilde aeródromo que no acaba de sustanciarse y la ciudad sigue enredada en su anhelo de volar. No sé si como consuelo o como acicate, la semana pasada 'aterrizaron' en la plaza Mayor de Cáceres dos aviones de época, casi de la época del campo de aviación. Fue bonito, pero frustrante: recordaban lo que pudo haber sido y no fue.
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