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Konrad, Laurence, Jana, Garoé, Martinho, Nuria, Olivier... Aprenderse durante los últimos meses los nombres de las borrascas que han barrido la Península ... Ibérica no ha sido tarea fácil. Se memorizaba una y a las pocas horas entraba otra.
Los servicios meteorológicos del llamado Grupo Suroeste Europeo (donde está España) han debido asignar muchos nombres, y eso significa de forma práctica que ha caído mucho. Y tanto. En Extremadura no se recuerda tanta lluvia desde hace quince años.
La estadística oficial lo confirma. Ha llovido mucho en lo que llevamos de año hidrológico. Este abarca siempre de octubre de un año a septiembre del siguiente, y es una referencia fundamental en Meteorología para comprobar la evolución de precipitaciones de un ejercicio a otro.
Desde octubre pasado hasta el recientemente terminado mes de abril se han acumulado 683,4 litros por metro cuadrado como media regional.
Ese dato es espectacular. Significa un 47,8% más de lo habitual, que son 462,2 litros por metro cuadrado en el conjunto de Extremadura, apunta Marcelino Núñez, delegado territorial de la Aemet, a HOY.
Ha llovido por encima de esa cantidad –más de 800 litros– en lugares tradicionalmente poco beneficiados con las borrascas como la comarca de la Campiña Sur, en el sureste regional.
También por encima de esa media se sitúan puntos habitualmente húmedos como La Vera, el Jerte, la Sierra de Gata o las Villuercas, con Guadalupe con 1.153 litros acumulados hasta ahora como caso paradigmático. Supone un 47% más que su media histórica.
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Pero también los paraguas han tenido bastante uso en las Vegas del Guadiana, donde tampoco suele llover bastante. De esta forma se han recogido 544 litros en el aeropuerto de Badajoz (+52%); 426,6 en Don Benito (31%) y rozando los 400 se han quedado en Mérida (398,6 litros para ser exactos, un 19% más que la media histórica de lluvia en este periodo en la capital de Extremadura).
En la ciudad de Cáceres, el año hidrológico presenta hasta el momento 509,4 litros, un 17% más de lo habitual. En Plasencia el dato se queda en 677,9 litros, un 37% más.
Dentro del listado de municipios más poblados Navalmoral de la Mata es el único que no ha visto caer lluvia con tantas ganas en lo que va de año hidrológico.
Según la información suministrada a HOY por la delegación territorial de la Aemet, en la localidad de Campo Arañuelo se llevan acumulados 4674,5 litros, cantidad que entra dentro de lo normal como media.
La estadística histórica de años hidrológicos en Extremadura cuenta con datos fiables desde 1981. Desde entonces, en solo cinco ocasiones en esos cuarenta y cinco años se han superado los actuales 683,4 litros cuadrados de media regional hasta un mes de abril.
El año hidrológico más húmedo es el del 2001, con 769,5 litros. El segundo, 1990, con 735,5; en 1996, tras cinco años de dura sequía, se alcanzaron los 756,5 litros; en 1998 fueron 703,3 y en 2010 se registraron 762,9 litros por metro cuadrado en la región.
En el lado contrario, el año hidrológico más seco fue el de 1999, con apenas 211,9 litros recogidos entre octubre del año anterior y abril de ese ejercicio. El segundo más seco desde 1981 es del de 1993, con 268,5 litros. Y el tercero peor es el de 1992, con 273,3 litros cuantificados.
Aunque en esta semana las precipitaciones han remitido, no han desaparecido. Y han sido significativas en abril, de nuevo un mes con grandes acumulados de lluvia. De esta forma se explica algo que no suele ser habitual en la comunidad autónoma: que en la primera semana de mayo sigan recogiendo agua los embalses extremeños. Abril se cerró, informa la Aemet en Extremadura, con 85,2 litros por metro cuadrado como media regional, un 53,2% por encima de su valor de referencia, que se sitúa en 55,6 litros como media para un abril extremeño. Especialmente ha llovido en Guadalupe, con 124,6 litros; en el aeropuerto de Badajoz, 114 litros, y en Fregenal de la Sierra, donde se han recogido 106,2 litros. En Cáceres el dato de lluvia de abril se ha situado en 64 litros; en Mérida, en 77 y en Plasencia se ha llegado a los 68,3 litros. Con este panorama y los meses posteriores se entiende que el conjunto de embalses de Extremadura se encuentren, porcentualmente, al 81,5% de su capacidad máxima. Eso implica una inmensa cantidad de agua, 11.775 hectómetros cúbicos (hm3).
En la provincia cacereña el conjunto de presas están por encima del 94,4% de su capacidad y acogen 6.378 hectómetros; los de territorio pacense albergan 5.397 hectómetros, lo que implica situarse al 70,1% de sus posibilidades de acopio de agua. La situación de los embalses es muy buena. Entre los cinco grandes, el de La Serena tiene en estos momentos 2.080,3 hectómetros cúbicos, esto es, rozando el 65% de su capacidad. Es el de mayor de España y el segundo de Europa occidental, capaz de embalsar 3.219 hectómetros. El segundo más grande es de Alcántara, que tiene 3.034 hectómetros, rozando el 96% de su capacidad. Hay que recordar que ya desembalsó el 25 de marzo pasado y ahora está siendo clave para la producción hidroeléctrica nacional.
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