Animales y coches, cuanto más lejos mejor
La Junta de Extremadura estrena a ocho kilómetros de Cáceres un sistema de balizas disuasorias de fauna para ahuyentar perros, ciervos y jabalíes
En enero de 2020 un informe de seguridad encargado por la aseguradora Axa revelaba que en los dos últimos años los accidentes en carreteras provocados ... por jabalíes se habían disparado un 47% en España. Pero lo peor estaba por llegar. El momento más crítico fue justo después del confinamiento debido a la pandemia, cuando los animales perdieron de vista a los cazadores durante varios meses y se encontraron las carreteras vacías, lo que multiplicó su población y modificó sus hábitos.
Dos años más tarde, en 2022, también según Axa se cerró el ejercicio de peor siniestralidad en carretera de los últimos años en cuanto a colisiones con animales con un incremento del 92% en cinco años. El que más provoca es el jabalí (45%), seguido del corzo (23%) y el perro (15%).
Extremadura es un territorio eminentemente rural y suelen ser los dueños de las fincas los responsables si se fugan animales por sus vallados, pero no por ello la Administración ignora esta realidad. Comunidades como Castilla y León, Galicia y Cataluña lideran este tipo de siniestralidad vial. Con todo, la Junta de Extremadura acaba de estrenar unos dispositivos para avisar al conductor de que se aproxima un animal y de paso espantar a este para alejarlo de la carretera si se acerca un vehículo.
Por las carreteras de la región hay cada vez más señales de tráfico triangulares con borde rojo que advierten de algún peligro potencial con la silueta de una vaca o un ciervo, tanto para avisar como para descargar responsabilidades en caso de accidente.
Sin embargo, desde esta semana se ha dado un paso más allá con la instalación de las primeras balizas disuasorias de fauna. Básicamente se trata de ahuyentar al animal con luz y sonido.
El consejero de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Manuel Martín, se desplazó ayer hasta el punto kilométrico 8,8 de la EX-206, una carretera autonómica que conecta Cáceres con Villanueva de la Serena para conocer 'in situ' estas balizas que acaban de ser colocadas a lo largo de doscientos metros.
Tras cuatro años de investigación las ha desarrollado la empresa Visever, que activó las primeras de ellas el año pasado en una carretera de la Diputación de Ciudad Real.
14 accidentes en ese tramo
Que en Extremadura se haya elegido este tramo de la EX-206 (conocido como carretera de Miajadas) se debe, según explicó ayer el consejero Manuel Martín, a que en esta carretera se han producido 135 accidentes por atropellos de animales en los últimos cinco años, catorce de ellos en el tramo en el que se han colocado las balizas, aunque sin víctimas.
Desde el punto de vista técnico se trata de un sensor de movimiento que abarca 160 grados con un rango de activación efectivo de entre 13 y 17 metros, el cual avisa tanto al animal como al conductor si se prevé que estos van a coincidir. Si no, no se activa. Otras empresas comercializan otros disuasores de fauna más básicos que se instalan en los hitos de los márgenes y simplemente desvían la luz de los faros de los vehículos hacia el borde de la carretera. Esto hace que el animal huya de nuevo hacia los bosques o campos.
La novedad no ha supuesto ningún coste a la Junta porque ha sido una mejora que ha introducido en su oferta la UTE Visever-Aglomerado Olleta Torres en un lote de obras de la red autonómica de carreteras que salió a concurso.
Además de evitar accidentes por colisión entre coche y animal, entre sus ventajas Visever cita que se evita una barrera cinegética y permite los desplazamientos naturales de los animales, además de evitar que modifiquen su zona de paso hacia otro punto sin balizas y que el animal de habitúe a los estímulos sonoros y lumínicos.
Proteger al lince ibérico
Según Visever, con sus balizas se reduce entre 60 y 80% la posibilidad de accidente en general. Pero ahora ensayan un producto destinado al lince ibérico adaptando el ultrasonido que emite la baliza a su frecuencia de audición para evitar específicamente el atropello de este animal.
Precisamente sobre el lince también está actuando la Junta, según recordó ayer Martín cuando se refirió al convenio aprobado esta semana con la Junta de Andalucía con 300.000 euros para evitar accidentes y proteger a esta especie en peligro de extinción al atravesar carreteras en las que corre riesgo de atropello. Para ello, su consejería actuará en un tramo que une Campillo de Llerena y Valencia de las Torres (Badajoz), construyendo pasos de fauna y vallados perimetrales de encauce, e instalando señales para advertir a los conductores y que estos reduzcan la velocidad.
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