Alfredo Guerrero
Barbero y bodeguero en Valverde del Fresno. Tiene 8.286 botellas de pitarra y seis ocas violentas
Alfredo Guerrero (Valverde del Fresno, 1937) se presenta: «Vivo en Valverde del Fresno con mi familia, mi bodega, mi huerto y mis animales. He sido ... barbero, emigrante, contrabandista, tendero, bodeguero y presidente de los comerciantes, la cooperativa de aceite y el hogar del pensionista de Valverde».
–Repasemos: ¿la barbería?
–Mi abuelo era un barbero de los antiguos, de los que anestesiaban con coñac y extraían muelas con tenazas. Mi padre solo abría los sábados, desde bien temprano hasta las dos de la madrugada, para afeitar a los hombres del campo, cuando en Valverde había tres barberos y cobraban una peseta. Yo he sido barbero durante 60 años, me ofrecieron dar cursos en Mérida y me puso una medalla Saponi. Cuando puse la barbería, eran iguales. Los afeitaba y me daban, a final de año, queso, aceite o pienso y el veterinario me miraba gratis el ganado. Actualmente, barbero lo que se dice barbero, quedo yo, aunque solo afeito a amigos y enfermos.
–¿La emigración?
–Emigré a Hamburgo en 1966 y regresé tres años después. Con los ahorros, puse una droguería en 1971, pero no dejé de afeitar. En Hamburgo, el jefe pidió voluntarios para poner plaquetas de cemento en un cementerio. Nos quedamos cinco de Valverde. Yo era jefe de los valverdeiros y de los alemanes, con los que había que tener mucho cuidado porque se dedicaban a coger las joyas de los cadáveres de las mujeres porque allí las entierran con las joyas puestas.
–¿El contrabando?
–En Vilar Formoso, pasaba loza por la frontera caminando porque si cruzabas andando, no te paraban. Compré unos platos de cerámica que solo se hicieron 100 en Portugal y luego valieron mucho dinero. En ese tiempo, nadie quería escudos y Tomás, el del bar Inocencio, y yo acumulábamos muchos en cajas. Yo tenía 2.800.000 escudos en tres cajas de zapatos y convencí al director del Banco Hispano Americano de Eljas para abrir una cuenta en pesetas, pero bajó el escudo y el banco perdió 80.000 pesetas de entonces. Tras el 25 de abril, se exiliaron varios portugueses en Valverde, entre ellos un notario que venía a afeitarse con un maletín lleno de escudos y un teniente que fue guardián en una mina de diamantes en Angola y sobornó a los guardiñas para cruzar la frontera. La Raya está plagada de unas cortinas de aluminio y plástico contra las moscas que yo inventé y vendía en mi droguería.
–¿Los clientes?
–Hubo un viajante de Talavera de la Reina que me compraba cerámica para venderla en la joyería de su mujer. Siempre pagaba, pero la última vez, se llevó el doble de mercancía y me dejó a deber 155.000 pesetas. Como no pagaba, al cabo de un año, me fui a Talavera con mi hijo, compré joyas por 152.000 pesetas en su joyería, no pagué y le enseñé la factura a su mujer. Esperamos a su marido y, cuando llegó, le dio un guantazo en los hocicos.
–¿Su hijo Raúl?
–Fue mánager de Extremoduro. Tenemos en casa un disco de oro por las 50.000 ventas del LP 'Agila'. El disco 'Iros todos a tomar por culo', grabado en directo, está dedicado a Leyre Antón y a Raúl Guerrero. Mi nieto también se llama Raúl y es poeta en a fala.
–¿La huerta, la bodega?
–Tengo 80 olivos y árboles frutales. Injerto melocotoneros con perales y dan peras que saben a melocotón y melocotones que saben a pera. También tengo uvas que saben a fresa y seis gatos, dos perros, nueve gallinas y seis ocas muy violentas. He plantado una endrinera para hacer pacharán, aunque el color del pacharán no se lo da la endrina, sino los granos de café torrefacto. En mi bodega reposan 8.286 botellas de vino de pitarra. Le voy a regalar una.
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