«Alcuéscar o Arroyomolinos están escondidos, pero son muy atractivos»

Extremadura tiene el privilegio de poder vivir a otro ritmo. Nada que ver con la cadencia frenética que lleva de un lado para otro a los habitantes de las grandes ciudades. En Extremadura, el tiempo pasa entre encinas y puestas de sol, entre paisajes y monumentos. A veces, hasta dándonos tiempo de imaginar a caballeros templarios en Jerez de los Caballeros o a reconstruir la Ruta de los Ingleses en el entorno de Miravete. Así, disfrutando a paso lento de cada rincón, el escritor Fernando Olmedo (Sevilla, 1957) ha fraguado 'Por tierras de Extremadura', un libro que define como un cuaderno de viaje que permite «ver sitios encantadores». Mediante el patrocinio de Red Eléctrica Española, Olmedo viajó por los parajes que acompañan a una línea de alta tensión en la región. Tanto él como el ilustrador Arturo Redondo presentarán este trabajo en Aula HOY el día 9 de febrero en Cáceres y el 10 en Badajoz.

¿Cómo definiría a su libro 'Por tierras de Extremadura'?

Es un cuaderno de viaje a lo largo de Extremadura, desde una fuente de energía, como es Almaraz, hasta Guillena, en la provincia de Sevilla. Recorre 37 municipios de Extremadura y cuatro o cinco de Sevilla. La línea no es recta desde Almaraz a Guillena, sino que sigue los puntos de una línea de alta tensión, que se corresponden con los municipios. No es un trazado aleatorio o ajeno a las ciudades de interés.

¿La energía se toma, entonces, como hilo conductor del libro?

Sí. Se trata de una línea de transporte de alta tensión de 400 kilovoltios que son la columna vertebral de la que parten las ramificaciones de líneas menores de abastecimiento y consumo de electricidad. Las líneas de Alta Tensión sí son fundamentales para infraestructuras de gran peso y gran consumo, como, por ejemplo, el AVE o determinadas industrias de muchísimo consumo eléctrico, como las industrias de Jerez de los Caballeros.

La línea pasa por municipios grandes, ¿pero le ha permitido descubrir algún rincón desconocido?

Sí es cierto que toca lugares de carácter diverso. Monfragüe, por ejemplo, es un sitio de un gran atractivo natural. También pasa por otros sitios más convencionales como Jerez de los Caballeros, Trujillo, Mérida... Pero otros lugares me han llamado la atención, como el espacio entre Montánchez y Trujillo, que es bastante más desconocido, o incluso los alrededores de Montánchez. Alcuéscar o Arroyomolinos son sitios un poco escondidos en cierto modo y tienen mucho atractivo. La zona de Tentudía, la franja de Monesterio o la parte meridional de Badajoz son sitios muy interesantes. Están muy a mano, pero al no estar en ejes de comunicaciones principales ves que son sitios muy tranquilos pero que tienen mucho interés.

¿Cómo puede participar el lector de este cuaderno

El libro lo hemos planteado como el equivalente de lo que haría una persona que llevara un cuaderno en la mochila o en el bolsillo y fuera anotando cosas que van pasando. Los puntos de atracción son muy variados y dependen de la experiencia de cada uno: pueden ser los espacios gastronómicos, parajes naturales, momentos, ambientes, figuras históricas... La idea de la edición es meter aquello que pueda tener interés; cualquier cosa puede tener cabida. Una cabida ligera, como una anotación. El libro se compone de texto breves y de anotaciones, compuestas por una ilustración y una anotación a lápiz, como si fuera un collage.

La ilustración tiene una importancia clave en el libro.

Sí, uno de los elementos más novedosos de la edición es que es un cuaderno de apuntes dibujado a mano y hecho sobre el terreno, con recreaciones históricas. En Jerez de los caballeros hay, por ejemplo, un apunte de un caballero templario. Así se despega mucho de las guías de viaje, de las guías de bolsillo. Es algo un poco más personal. Y te invita a que tú puedas componer tu propio cuaderno: pegando fotos, dibujando, etc.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de este viaje?

A mí me han llamado mucho la atención las reconstrucciones históricas de batallas que se hacen en sitios como en Miravete. Son cosas que vemos en la televisión, que se hacen en América.

¿Qué es lo más destacaría de su propio cuaderno de viaje?

El eje es el paisaje, el entorno. Y a partir de ahí, te va abriendo puertas a diversas cuestiones en una dirección o en otras, según el lugar donde estés. En Monfragüe está claro que te va a arrastrar la naturaleza, en otros la cultura, los museos o en otros simplemente darte un paseo. En imagen mucho de los aspectos están dedicados al entorno paisajístico, natural y del ambiente. Los sitios no son escenarios muertos. Son lugares donde pasan cosas, donde hay gente y lo hemos querido transmitir en este cuaderno de viaje

¿Cómo va a plantear las actividades de Aula HOY?

La idea de la charla, más que una conferencia rectoral, es hacer una charla distendida entre Arturo Redondo -el ilustrador- y yo para explicar cómo se ha hecho este cuaderno, qué contenidos tiene, qué hemos pretendido con ello y ver las posibilidades gráficas de la ilustración.