La defensa del conductor de la excavadora pide saber a qué velocidad iba el microbús

¿Conducía o no bajo los efectos de las drogas el conductor de la retroexcavadora implicado en el accidente en el que murieron cinco menores? Los primeros análisis de saliva hallaron restos de cocaína y cannabis, pero las muestras de sangre no encontraron cantidad suficiente. Ante la disparidad, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Castuera reclama un tercer informe .

Según indica el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, la juez ha pedido al Instituto de Medicina Legal de Badajoz un informe complementario a los dos que ya existen. El primero se centró en la muestra de saliva que se tomó tras el accidente, y dio resultado positivo. El laboratorio de referencia de Santiago de Compostela corroboró estos resultados con una muestra de saliva de las 0.15 horas del día 9, tres horas después del suceso. Pero apuntó que los análisis de sangre no hallaron restos de cocaína o cannabis, sino sólo del metabolito que produce el organismo cuando se consume cocaína. En este caso, la toma se hizo a las 3.30 horas, más de seis horas después del siniestro.

El jefe de investigación de la Dirección General de Tráfico, Juan Carlos González Luque, apuntó ayer a Efe que un resultado positivo de drogas en saliva significa una exposición reciente, no más allá de cinco o seis horas desde el momento del consumo hasta la prueba de saliva. El laboratorio gallego apuntó a un periodo de seis a nueve horas.

González Luque explicó que la prueba de saliva permite conocer si ha habido consumo reciente. En caso de que resulte positiva se toma una segunda muestra y se envía al laboratorio toxicológico. También se puede realizar una prueba de contraste en sangre en un centro sanitario, pero en este caso debe realizarse en unos tiempos prudenciales para valorar la presencia de droga antes de que se elimine del organismo, una hora u hora y media desde la prueba de saliva.

En cualquier caso, no basta con demostrar el consumo, sino que hay que probar sus consecuencias. José Duarte, el abogado del conductor de la retroexcavadora, F. F. M., señala que las únicas pruebas válidas para aseverar que una persona dirige un volante bajo los efectos de las drogas son las muestras de sangre y los indicios (nerviosismo, excitación, etc.) que aprecien los agentes que intervienen en el suceso y que se recogen en el atestado. Señala que en ambos casos se excluye la responsabilidad de su cliente. Por ese y otros motivos el pasado viernes pidió su puesta en libertad. La juez aún debe oír a las partes para tomar una decisión al respecto.

Asimismo, Duarte ha pedido la imputación del conductor del microbús, ya que afirma que F. F. M. no hizo ninguna maniobra extraña, y ha reclamado que se obtenga el tacógrafo del vehículo de transporte colectivo para saber a qué velocidad circulaba. Un dato que, según indica, aún se desconoce y que puede resultar clave para corroborar si el accidente se produjo por una negligencia de su cliente al girar a su izquierda o del conductor del microbús.

A la espera de las nuevas pruebas periciales, ayer declararon en el juzgado de Castuera los primeros testigos del accidente. En concreto, se trata de nueve menores, que acudieron acompañados por sus padres.

José Duarte afirma que su declaración desmiente algunas cuestiones que se habían planteado, como que el conductor del microbús lanzó ráfagas de luces y tocó el claxon para avisar a la retroexcavadora.

Asimismo, el abogado de la defensa asegura que los testigos confirmaron que algunos de los pasajeros del autobús estaban de pie en el momento del accidente y que otros no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Sobre este punto, indica que en lugar de cinturones de tres puntos (pasan por el hombro y cruzan el tronco) el microbús sólo disponía de cinturones de dos puntos, que sujetan a los pasajeros por el abdomen. Según afirma, esto supone un incumplimiento de las normas de seguridad.

A la comparecencia de ayer también asistieron abogados de compañías de seguros que ya se han personado en el caso. Su participación obedece a las posibles peticiones de responsabilidad civil.

La próxima semana, probablemente el martes, se celebrará una nueva comparecencia a la que se convocará a los adultos que se encontraban en el autobús, entre ellos previsiblemente el conductor.