Suceso en Extremadura

100.000 pastillas de speed en karaokes para niños

«Se organizó una entrega controlada y eso nos ha permitido intervenir 100.000 pastillas de éxtasis», ha adelantado este jueves Manuel Delgado Fuentes, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz.

La Operación Zanger, cuyo nombre deriva de la palabra holandesa «zanger» (cantante si se traduce al español), se puso en marcha cuando el Equipo de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil en Badajoz y las Unidades del Servicio Fiscal sospecharon de un envío procedente de los Países Bajos que tenía como destino un domicilio de Mérida.

Los controles que hace la Guardia Civil a las transacciones que se realizan utilizando empresas de paquetería les habían hecho sospechar porque esas 'máquinas de cantar para niños' iban a ser recibidas por personas particulares que no tenían relación alguna con una actividad económica relacionada con esos aparatos.

Esa fue la razón por la que utilizaron un escáner de rayos X y perros antidroga para estudiar el interior de las cajas antes de abrirlas. De ese modo comprobaron que los altavoces habían sido vaciados y que en su interior había bolsas sospechosas.

Con esa certeza interceptaron el envío, todo ello con la correspondiente autorización judicial. Fue así como constataron que de los altavoces solo quedaba la carcasa de plástico y que en el interior de cada uno de ellos había una bolsa que contenía un kilo de pastillas de éxtasis recubiertas con poliespán.

Los comprimidos, de color azuláceo, fueron extraídos de los primeros 24 altavoces interceptados, que después de ser rearmados y reempaquetados siguieron su recorrido hasta ser entregados por la empresa de paquetería a los vecinos de Mérida que estaban esperándolos.

En realidad, la dirección se correspondía a un domicilio inexistente por lo que fueron retirados personalmente por sus destinatarios, a quienes esperaba la Guardia Civil para proceder a sus detenciones.

Un día después fue registrado el domicilio en el que residían los arrestados, en cuyo interior fueron localizados otros ocho altavoces de similares características que también contenían estupefacientes.

En ese momento solo quedaba esperar que pudiese llegar a Mérida algún nuevo envío, tal y como sucedió en fechas posteriores, cuando fue interceptado otro paquete con altavoces más. Todo ello ha sucedido durante las últimas semanas.

Ha explicado el teniente coronel Manuel Delgado, jefe de la Comandancia de Badajoz y jefe accidental de la Zona de la Guardia Civil de Extremadura tras el ascenso a general de división del hasta ahora general jefe Carlos Sarrión, que en total han sido intervenidos 40 kilos de droga, o lo que es lo mismo, 100.000 pastillas de éxtasis.

Cada una de esas dosis hubiese alcanzado en el mercado negro un valor que se cifra entre los 10 y los 14 euros, por lo que el alijo podría haberles reportados entre 1 millón y 1,4 millones de euros.

«Estamos ante una operación de trascendencia internacional porque esta sustancia procedía de Países Bajos. Pensamos que no solo tenía como destino Badajoz y Extremadura, sino otros muchos puntos», ha destacado el teniente coronel Delgado, quien confirma que los dos detenidos ya se encuentran en prisión.

«Es muy importante destacar la coordinación que han mantenido las distintas unidades de la Guardia Civil», añade el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, quien ha valorado la importancia de la operación.

Los dos arrestados tenían antecedentes policiales, pero hasta ahora no se les consideraba intermediarios en el negocio del narcotráfico ni se sospechaba que pudieran mover cantidades de droga tan importantes. «Aquí vemos una distribución intermedia, no se trataba de menudeo».

El teniente coronel ha indicado por último que la incautación ha sido posible porque los investigadores del Instituto Armado utilizan distintas estrategias para analizar los envíos que mueven las empresas de paquetería, entre ellas el análisis de los puntos de origen y puntos intermedios por los que circulan las mercancías, a lo que se suman los controles mercantiles y bancarios. «Cuando salta una alarma, intervenimos», advierte Manuel Delgado

En este caso, la Operación Zanger ha sido realizada por el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Badajoz con la colaboración de otras unidades, entre ellas las Unidades del Servicio Fiscal de la Guardia Civil.

Y aunque el alijo habría alcanzado en el mercado un valor de hasta 1,4 millones de euros, el coste de ese envío era muy inferior porque la droga se ocultaba en 40 altavoces bluetooth con micrófono diseñados para fiestas con karaoke que se pueden comprar en el mercado por apenas 50 o 60 euros.