Koru

Koru no es un lugar para visitas improvisadas o apresuradas. Es un restaurante para planificar y disfrutar de una velada memorable. Ofrece dos cartas diferenciadas: una de día y otra de noche, esta última con opciones más ligeras, y presume de una impresionante propuesta líquida diseñada por Francisco Texeidó. «Me encanta el vino, y encima Paco, que es un crack, es un gran amigo mío. Pues se han juntado el hambre con las ganas de comer», comenta Manuel Gómez, propietario del local. Puedes leer aquí la crítica de Escarapuche.

Koru destaca por su cuidada cristalería y al menos 30 referencias del marco de Jerez. «Y esto es solo el inicio», afirma Manuel, quien ya tiene planes para incorporar etiquetas más exclusivas y novedosas, con el objetivo de recoger en 2025 los frutos de lo sembrado en 2024.Además de su pasión por la cocina, Manu tiene las ideas claras y un enfoque impecable: todo en Koru se elabora al momento y es casero, desde los platos principales hasta el helado que acompaña su célebre tarta de queso. «Lo bueno de este postre es que tiene muchísima rotación. Las tartas están frescas y vivas, que es como más se disfrutan», asegura.