Los empresarios de Villanueva afectados por el cierre de negocios recibirán ayuda municipal

Cerca de un centenar de comerciantes y de hosteleros de Villanueva de la Serena se echaron ayer a la calle para protagonizar una cacerolada como protesta por el cierre de sus establecimientos. Una medida que repetirán cada día a las doce del mediodía mientras dure el cierre de sus negocios, además de apagar la iluminación de sus escaparates. La concentración se inició en la calle San Francisco desde donde marcharon hasta la plaza de España para continuar con la sonora protesta delante del Ayuntamiento.

El alcalde, Miguel Ángel Gallardo y varios concejales, mantuvieron un encuentro con los manifestantes, a quienes les transmitió su apoyo y avanzó que se está trabajando sobre un paquete de ayudas, sin determinar aún la cuantía, para los negocios afectados por este nuevo cierre temporal. Gallardo reconoció que las medidas que se han tomado son necesarias «pero hay matices que podrían mejorar la eficacia y el ambiente que hay entre los comerciantes». El primer edil villanovense prometió trasladar a la Junta las impresiones manifestadas por el sector «para que se modifique la premisa de tener un mínimo de tres trabajadores para acceder a ayudas o la contradicción entre sectores», explicó.

En un primer momento, el cierre durará una semana, aunque algunos comerciantes dicen estar seguros de que se prolongará todo enero «porque ahora tienen que seguir aumentando los casos tras las navidades, por lo que el comienzo de año va a ser desatroso habiendo cerrado un 2020 muy malo», aseguró Ana Pavo. Por su parte, Ramón Gallego, explicó que lo más fuerte de la temporada es del 2 y el 10 de enero «por lo que si nos cortan el día 7 y en plenas rebajas, es una ruina». Otra de la propuestas que hacía la trabajadora de una zapatería es que se permita la apertura por la mañana «o que todos los establecimientos cierren, ya que sí puedo ir a comprar un móvil a Villanueva pero no unos zapatos, cuando sí es posible hacerlo en otro pueblo».