Torbjörn Larsson: «Somos mucho más fuertes cuando estamos unidos»

Torbjörn Larsson es desde 2018 el presidente de la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE), una entidad que defiende y promueve la caza en las instituciones de la Unión Europea, en representación de más de siete millones de cazadores.

–¿Cómo valorara la situación actual de la caza en Europa?

–Podemos ver que las asociaciones nacionales de caza de Europa están experimentando todo tipo de desafíos políticos a nivel nacional. Uno de los principales problemas es la toma de decisiones «ideológica» promovida por las asociaciones proteccionistas. Necesitamos promover decisiones basadas en evidencias sobre la caza y demostrar a los políticos que la sociedad apoya la caza.

Desde el punto de vista ecológico, las pequeñas poblaciones de animales silvestres de Europa están teniendo problemas debido a la pérdida de biodiversidad, incluida la tórtola. El principal problema es la pérdida de hábitat debido a la intensificación agrícola. Las poblaciones de caza mayor continúan aumentando con muchos problemas emergentes, como enfermedades y daños a la vida silvestre. Necesitamos ser más fuertes al pedir medidas para recuperar la biodiversidad, particularmente en las tierras agrícolas.

–Lleva algo más de cinco años como presidente de FACE, ¿cuáles diría que son los mayores logros conseguidos en este tiempo?

–Un hito importante fue la entrega oficial de la campaña 'SignforHunting' al comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, que fue firmada por más de 360.000 cazadores de toda Europa. Esta campaña llamó a los legisladores a trabajar con los cazadores de Europa y reconocer la contribución de la caza a la conservación de la naturaleza.

La política sobre los grandes carnívoros avanza en la dirección correcta gracias al trabajo de FACE a lo largo de los años. Por ejemplo, la Comisión Europea está evaluando ahora si se puede introducir más flexibilidad y cambiar el estatus de protección del lobo.

Por otro lado, nuestro trabajo en el grupo de trabajo de la UE sobre la tórtola ha ayudado a garantizar que haya una captura sostenible en siete países de la UE en la ruta migratoria central/oriental. Estamos trabajando arduamente con base científica para garantizar que la caza pueda reabrirse en la ruta migratoria occidental.

Al mismo tiempo, estamos presionando por una buena política de biodiversidad a nivel de la UE para garantizar que la caza menor pueda recuperarse. Hemos logrado algunos buenos resultados en este contexto en la actual política agrícola de la Unión Europea (PAC) y la ley de restauración de la naturaleza de la UE.

–FACE ha trazado una ambiciosa estrategia de trabajo hasta 2027, ¿cuáles son sus principales retos?

–Trabajar con todos los miembros de FACE para medir y mejorar la aceptación social de la caza, así como garantizar que los marcos y leyes internacionales adopten un enfoque basado en evidencias al legislar sobre cuestiones relacionadas con la caza. Por ejemplo, entendiendo que la caza menor se beneficiaría de mejores condiciones de hábitat, no de prohibiciones de caza. Con demasiada frecuencia, las decisiones se toman basándose en opiniones emotivas y malentendidos sobre la caza. Esto necesita cambiar.

–¿Cuáles son las demandas que exigirán a los partidos políticos que concurren a las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en junio de 2024?

–Nuestro manifiesto electoral contiene propuestas muy claras. Primeramente, que las leyes y decisiones que afecten a la caza sean justas, viables y comprensibles, respetando los principio de subsidiariedad y proporcionalidad. También exigimos una implementación flexible de las directivas sobre naturaleza de la UE que tenga en cuenta los intereses de las zonas rurales. Queremos que los partidos respeten el patrimonio cultural de Europa y reconozcan el importante papel de la comunidad cazadores en la conservación de la naturaleza.

–¿Cómo valora el trabajo de los cazadores españoles a través de la Real Federación Española de Caza y las federaciones autonómicas?

–Tuve el orgullo de formar parte de la manifestación en Madrid el 20 de marzo de 2022 en defensa de la caza y la ruralidad, un evento muy impresionante que se logró gracias a la implicación de las federaciones regionales. En el día a día, la RFEC es muy activa en los grupos de trabajo y reuniones principales de FACE. La tórtola es un excelente ejemplo de un tema en el que trabajamos muy estrechamente con la RFEC.

–Hablando de la tórtola, Extremadura lleva dos años desarrollando un proyecto piloto para la caza sostenible de esta especie, ¿son los cazadores extremeños referentes en Europa?

–El proyecto piloto de Extremadura es innovador y adelantado a su tiempo. Si se levanta la moratoria sobre la caza de la tórtola, la región contará con un sistema probado para garantizar la caza sostenible de esta emblemática especie cinegética. ¡Bien hecho!

–FACE representa a más de 7 millones de cazadores europeos, ¿por qué es tan importante que el sector pertenezca unido en Europa?

–Uno de los puntos fuertes de la caza es que está bien estructurada, desde clubes de caza locales hasta federaciones nacionales. Entre nuestros miembros hay más de 70.000 cargos electos y 3.500 empleados. Esto es algo que debemos aprovechar mejor en el futuro. FACE tiene una voz respetada en Bruselas porque representa a cazadores y asociaciones de caza de toda Europa. Si la situación estuviera fracturada y dispersada, los cazadores perderían mucho en los procesos de toma de decisiones. Somos mucho más fuertes cuando estamos unidos.

–Por último, ¿cómo ve el futuro de la caza?

–Nuestra sociedad está evolucionando hacia un enfoque más ecológico y basado en la «protección» del medio ambiente. La sociedad también es cada vez más consciente de la necesidad de reducir nuestros impactos en la naturaleza, ya sea reduciendo nuestra huella de carbono, o logrando bienestar y contacto con la naturaleza.

Aquí la caza tiene un buen espacio que ocupar porque somos un buen agente para la naturaleza, la sociedad y las economías locales. Al mismo tiempo, van en aumento los problemas emergentes relacionados con los conflictos entre humanos y vida silvestre.

Aunque enfrenta una oposición continua de algunos grupos, la caza tiene un lugar importante en nuestra sociedad moderna y en el futuro como medio para obtener alimentos locales de calidad (carne respetuosa con el medio ambiente) y como herramienta para reducir los conflictos entre humanos y vida silvestre, por ejemplo, mediante la gestión del aumento de poblaciones de ungulados.

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