El vínculo entre cazador y perro
Javier Bielsa Príncipe
Ingeniero de montes
Viernes, 27 de octubre 2023, 09:40
Por mi afición a los teckel, tengo relación con varios criadores-cazadores alemanes, ya que es allí donde nació la raza y el país que ... cuenta con más aficionados. Allí se repite en los ambientes de caza la siguiente frase: «Jagd ohne hund is schund», que viene a decir que la caza sin perro no merece la pena. Yo estoy de acuerdo con esa frase. Cuando un perro muestra y cobra una perdiz que cae en el fin del mundo o saca al zorro de la madriguera tras una dura batalla, la emoción que siente el cazador es máxima por el especial vínculo existente entre el cazador y su perro.
Perros y humanos han convivido y cazado juntos desde hace al menos 11.000 años. En todos esos años de convivencia se ha logrado un gran entendimiento entre ellos. Para un cazador su perro es algo más que un auxiliar en los días de caza, es además un compañero, un amigo. Se crea una relación emotiva y entrañable difícil de comprender para los que no tienen perro. El maestro Miguel Delibes alternó su trabajo intelectual como escritor con la caza de perdices a rabo, actividad a la que se entregó con pasión hasta el punto de autodefinirse como «un cazador que escribe». Delibes tampoco comprendía la caza sin perro y dedicó un libro titulado Mis perros a la Fita, al Coquer y al Grin, con los que compartió paseos y días de caza, en el que describe la personalidad y carácter de aquellos animales tan importantes en su vida.
El perro de caza tiene por lo general un carácter equilibrado, es dócil y cariñoso con las personas y convive bien con los animales de granja. Cuando el perro convive con la familia se deshace en juegos y zalamerías con todos sus miembros, sobre todo con los niños. Sin caer en la humanización del perro propio del animalismo abolicionista, por ese vínculo especial del que vengo hablando, posiblemente se nos escape una lágrima el día en que lo perdemos tras dedicar toda su vida perruna a hacer la nuestra más feliz y nunca le olvidemos.
Extremadura ha sido y es tierra de buenos aficionados a los perros de caza. Yo me inicié en la caza en madriguera con Ernesto 'Madriles', de Villar del Rey, y Eulogio, de Esparragalejo, auténticos especialistas en la modalidad que me enseñaron todo lo que sé. Ambos tenían perros inmejorables. Aquellos foxterrier de Eulogio; El Rayo, Litrí, Sargento, Chari, todos de cuerpo menudo como corresponde a un buen perro de madriguera. Los acollaraba para que no causasen molestias a la caza mucho antes que hubiese normas que obligasen a hacerlo y le seguían dócilmente en el tránsito de una madriguera a la otra. El presente y futuro del perro de caza en Extremadura es excelente. Hay magníficos criadores y adiestradores y por tanto perros de la máxima calidad. Contamos con recovas que dan ejemplo del buen hacer en Extremadura y en todas las manchas de España. Algunos rehaleros de las Villuercas se esfuerzan en consolidar una raza autóctona, el Naveño. En cuanto a perros de muestra, tenemos adiestradores de altísimo nivel que compiten en el San Huberto acaparando los primeros puestos incluso en competiciones internacionales.
Una demostración de la fuerza del vínculo del cazador con su perro es la histórica manifestación de 20 de marzo de 2022 contra la Ley de Bienestar Animal. Medio millón de personas de todas partes de España acudimos al Paseo de la Castellana en Madrid para dejar claro, entre otros motivos relacionados con los ataques al mundo rural, que no estábamos dispuestos a que mediante una Ley que partía de una minoría radical dispuesta a prohibir lo que no entiende o no les gusta, se hiciese imposible la caza con perro. Aquella manifestación dio sus frutos y por ahora podemos seguir criando libremente perros de caza y cazando con ellos. Enorme agradecimiento a los que trabajaron lo indecible para organizar el 20-M, especialmente a la Federación Extremeña de Caza.
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