Paula Leitón, el sueño dorado de Higuera de Vargas en los Juegos

En esa pequeña localidad de casi 2.000 habitantes perteneciente a la comarca de Llanos de Olivenza nació su padre, que se marchó a Barcelona por trabajo, y residen los abuelos, tíos y primos de la rama paterna de la jugadora catalana, que vibrarán con el desenlace de una cita histórica. Allí pasa los veranos desde que era una niña, reuniéndose con su grupo de amigos, yendo a la piscina y tomándose algo en la plaza, como una chica normal de su edad. Esa tradición se interrumpió desde el inicio de la pandemia por temor a poner en riesgo la salud de su abuelo, aunque su intención es regresar en unas semanas.

El alcalde, José Torvisco, cuenta que pese a que la waterpolista se ha criado y vive en Cataluña, «considera Higuera de Vargas su pueblo, lleva su nombre por bandera y presume de él por donde va». Hace un par de años, el Ayuntamiento le rindió un homenaje por su trayectoria, un reconocimiento que le pilló por sorpresa y que la conmovió, según cuenta su tía y teniente de alcalde en el Consistorio, Maite Cadenas.

Paula Leitón tiene la oportunidad de fijar su nombre con letras doradas, ya que el techo olímpico del combinado nacional es la plata lograda, también ante las estadounidenses, en Londres 2012. Ahí no estuvo ella, que por entonces apenas tenía 12 años, pero sí asistió a la siguiente cita, la de Río de Janeiro en 2016, con 16 años, siendo la benjamina de una generación plagada de talento que se quedó fuera de la lucha de las medallas tras caer en cuartos de final en un apretado choque contra Rusia. Un año antes ya había sido seleccionada para disputar el Mundial de Kazán, donde España finalizó sexta. Batiendo récords de precocidad se fue afianzando hasta convertirse en una pieza clave para Miki Oca, ganando protagonismo ante toda una institución como Maica García, convertida ahora en su relevo pese a su veteranía y experiencia.

A sus 21 años, ya ha sido subcampeona del mundo en 2017, bronce en el campeonato de Europa en 2018 y oro en el de 2020 en Budapest.

Su demarcación es la boya, algo así como el pívot del baloncesto o el pivote del balonmano, y es la posición de mayor exigencia física al situarse en la zona de influencia más cercana de la portería rival, vertebrando el eje central del ataque. Las cualidades más demandadas para poder desempeñarse en esa función son la corpulencia, resistencia y destreza para la definición en el tiro, ya que suele haber un espacio muy reducido de acción y los marcajes defensivos son feroces. Paula Leitón ha firmado en el torneo un total de diez goles: 4 de ellos en el triunfo aplastante ante Sudáfrica (29-4), otros dos para ganar a Canadá (14-10), otro doblete en la derrota ante los Países Bajos (12-13) y otros dos en el duelo que cerraba con victoria la fase de grupos ante Australia (15-9).

Higuera de Vargas y gran parte de la región extremeña seguirá hoy con atención y esperanza el gorro número doce de una selección que daría la campanada si doblega a las americanas, favoritas indiscutibles para alzarse con el oro.