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M. Gª Garrido
Badajoz
Viernes, 16 de mayo 2025, 21:48
David González ha priorizado desde el pitido final que cerró el telón de la temporada regular en hacer tabla rasa y poner tierra de ... por medio respecto a un campeonato gris y plagado de borrones. «A partir de ahí, resetear, volver con la máxima ilusión». Eran las primeras pinceladas del técnico del conjunto pacense de cara a un lienzo en blanco que se les presenta en las próximas semanas. «Todos hemos cerrado una etapa anterior y a partir de ahora se abre un camino muy largo», añadía en su comparecencia previa al duelo que inaugura la fase territorial del playoff de ascenso a Segunda RFEF en el Nuevo Vivero frente al Azuaga, el domingo a las 18.30 horas.
Ese mensaje no es baladí, porque aunque las referencias abren un abismo de rendimiento entre ambos contendientes, el playoff inaugura un camino por desprecintar. «Las fuerzas se igualan, la presión la vamos a seguir teniendo porque al final lo único que nos vale a todos ahora es ganar y todo lo que hayas hecho anteriormente no sirve de nada».
Más allá del objetivo del ascenso, otorga una vía para la catarsis, redimirse y reconciliarse con una afición con la que tienen contraída una deuda de juego y resultados. Es necesario que ese pensamiento cale en le vestuario, porque aún rezuma sobre el verde del coliseo blanquinegro una clasificación postrera y sombría con otro encuentro plomizo en el que prevalecía más esa sensación insulsa que la euforia por una meta tan imperativa como escurridiza. «Nos fuimos con una sensación agridulce en cuanto al juego o en cuanto a la manera de conseguir el objetivo».
Llegados a este punto, es inevitable incidir en quién llega mejor, quién parte con ventaja y el que a priori afronta el cruce con argumentos más sólidos. En ese plano, el preparador navarro no dejó muy clara cuál era su perspectiva, con un criterio algo oscilante conforme evolucionaba el discurso. «Creo que aquí ya no hay favoritos», manifestaba en primera instancia, para, a continuación, sostener que «no somos favoritos de nada porque realmente nos hemos metido de mala manera al final, entre comillas». Una aseveración que colisionaba en cierto modo con su posterior análisis, «si alguien tiene que ser más favorito ahora mismo somos nosotros porque jugamos en casa».
Aunque matizó esa arista, «tenemos que ser muy humildes sabiendo quién es el rival, la dinámica que trae y lo bien que ha hecho las cosas durante todo el año». Pese a que el factor campo siempre es uno de los alicientes clasificatorios para tratar de escalar lo máximo posible en la tabla, el técnico tudelano le da la vuelta a ese vector, «abrir el partido en casa yo creo que nos va a beneficiar. Fuera vamos a tener menos presión de la que tenemos aquí y si conseguimos sacar un buen resultado aquí va a ser clave». Para que esa proyección se convierta en una realidad, implora a su gente que empuje desde la grada, «que el Nuevo Vivero esté lo más lleno posible para que el rival también se sienta hostil y que a partir de ahí podamos conseguir una victoria o un muy buen resultado que nos ayude a afrontar el partido de vuelta con las mayores garantías posibles».
David González contará con buenas noticias desde la enfermería, ya que asegura que estarán todos disponibles, hecho prácticamente insólito en las últimas fechas. Regresan Jesús Sánchez tras su esguince de tobillo, así cómo Gustavo Quezada, además de Borja Domingo, que cumplió ante el Castuera su partido de sanción por la roja que recibió en Jerez.
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