Un partido con poco en juego y heridas que cerrar para el Moralo y el Extremadura

El Extremadura y el Moralo se miden en Navalmoral de la Mata en un partido que no tiene nada en juego. Los locales ya están más que salvados y sólo se jugarán en estas dos últimas jornadas quedar unos puestos más arriba o más abajo en la tabla. Por su parte, los visitantes ya son los campeones de liga y tienen dos partidos por delante que quieren afrontar con profesionalidad, pero sabiendo que van a cambiar poco el devenir de la temporada.

Lo único en juego quizá es la opción de cerrar heridas para los ambos contendientes. El Moralo llega tras una goleada en contra en Jaraíz y ganar ante el Extremadura sería una buena forma de hacer olvidar ese partido. En cambio, su rival tiene la opción de vencer al último equipo que le ganó en liga, allá por diciembre. El conjunto azulgrana ha vencido a todos los equipos excepto al Azuaga y al Moralo, por lo que quiere también doblegar a los del norte de Cáceres.

El Moralo fue el último verdugo del Extremadura con el 0-1 cosechado en el Francisco de la Hera, fue en diciembre, justo antes del parón navideño, y fue el catalizador de la reacción azulgrana, que desde entonces ha sido una máquina casi infalible. Aquella victoria morala fue también el prólogo de su mejor racha para despegarse de las posiciones peligrosas y obtener más adelante una permanencia que ha sido un objetivo demasiado poco ambicioso. El Moralo acude herido a este duelo después de la calamitosa goleada que le endosara el vecino Jaraíz.

Por su parte, el Extremadura llega al partido con los deberes hechos y con el ascenso conseguido. Por eso, habrá que ver qué hace el equipo y Cisqui en estos dos últimos partidos de liga. La intensidad con la que ha competido el Extremadura en los últimos cuatro meses será imposible de igualar ahora que tiene el objetivo cumplido. Además, el entrenador ha confiado plenamente en su 'once' tipo, pero ahora podría introducir cambios para darle minutos a los jugadores menos habituales.

Pese a que los azulgranas ya no se juegan nada, su entrenador espera que su equipo siga dando el máximo en cada partido por respeto a los rivales y para intentar seguir ganando. «Vamos a afrontar los dos partidos con mucho respeto a todo el mundo. Tenemos que ser un equipo ganador y serio», afirma Cisqui.

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