El Badajoz sigue sin despertar de su pesadilla
El equipo blanquinegro no levanta cabeza en un arranque liguero negro que difumina las ilusiones iniciales en el proyecto
J. P.
Badajoz
Lunes, 15 de septiembre 2025, 20:27
El Badajoz sigue sumido en un bucle negativo en el que entró hace cuatro años y del que no termina de salir. Cuando parece que ya no le pueden pasar más desgracias sucede algo imprevisto e insólito que le arrastra aún más abajo. Una pesadilla de la que parece no despertar nunca. El inicio de la competición no puede ser más nefasto. Incomparecencia en la primera jornada y derrota en la segunda. Saldo, -3 puntos y los colíderes ya con 6.
La cronoescalada que tiene por delante el equipo blanquinegro se pone aún más cuesta arriba sin casi moverse de la rampa de salida. El Badajoz toca fondo y si los recursos no lo remedian le va a tocar remontar 9 puntos de desventaja cuando solo se han jugado las dos primeras jornadas. El conjunto pacense desafía todas las estadísticas posibles. Y se apunta al más difícil todavía. «Tenemos que sumar de tres en tres, no hay otra. Para recuperar el terreno necesitamos ganar», asume Juan Marrero.
Después del bochorno de la primera jornada, el Badajoz necesitaba dar un golpe de gracia para sacudirse todos los males y espantar fantasmas. Pero la derrota en Santa Amalia en el descuento vuelve a sembrar de dudas sobre el Nuevo Vivero. Ya ni el seguro de vida de Marrero en el banquillo supone ese hilo de esperanza al que aferrarse la afición. Todas las ilusiones depositadas en el nuevo proyecto se han borrado de un plumazo en gran parte de la castigada masa social blanquinegra.
El técnico del Badajoz compareció ante los medios con gesto serio y especialmente contrariado por un revés que no esperaba. «El equipo ha luchado, lo ha intentado, pero necesitamos más tranquilidad, no tanta precipitación, sobre todo en el aspecto ofensivo». Los jugadores cayeron en ese juego acelerado producto de los nervios y la presión que pesa sobre el equipo después de una primera semana tan convulsa y agitada, aunque Marrero cree que el vestuario está ajeno a lo extradeportivo y no le influye esta situación tan atípica. «No tiene por qué afectar. Depende de nosotros recuperar el terreno y tiene que ser en todos los campos estén como estén». En ese sentido, el preparador valenciano considera que su equipo no supo adaptarse a las condiciones del terreno de juego. «No hemos estado acertados, el balón botaba mal o la toma de decisiones era errónea y eso significa que en cualquier momento en este campo tan pequeño vas a tener problemas». Y achacó la derrota a la falta de intensidad en algunas fases del encuentro. «Los duelos hay que ganarlos, algunos no han ganado los duelos que creo que pueden ganar y ahí hemos empezado a tener menos posibilidades de ganar».
Los blanquinegros volvieron a pecar de los mismos defectos que la pasada temporada. La afición desplazada a Santa Amalia abandonó las gradas con la sensación de revivir más de lo mismo que estos últimos años. Al equipo le sigue costando un mundo competir fuera de casa y padece los mismos problemas para ver puerta. El pesimismo se ha vuelto a apoderar de la mayoría de seguidores que se resignan incrédulos a otra decepción. El sentir de los jugadores es también de frustración, pero Marrero confía en el potencial de los suyos para capear el temporal. «Con la derrota es normal. Nos duele a todos, a mí el primero, pero esto acaba de empezar y estoy segurísimo que este equipo va a empezar a sumar de tres en tres», remarca.
Los nubarrones siguen asomándose por el Nuevo Vivero y el vestuario se conciencia en tratar de salir de esta espiral negativa cuanto antes. «Viene así y ya está. A problemas, soluciones y la única solución es empezar a sumar de tres en tres», sostiene Marrero.
El técnico insiste en corregir determinados detalles, sacar la personalidad de cada uno y no caer en una precipitación que conduce al abismo. «Estás demasiado nervioso, sobre todo cuando tienes el balón y en algunos aspectos sí que tenemos que estar un poquito más intensos para en el aspecto ofensivo hacer más daño».