El Badajoz cruza los dedos con la enfermería

Con la clasificación para el playoff de ascenso prácticamente en el bolsillo, la preocupación para el Badajoz pasa por recuperar jugadores y llegar en las mejores condiciones posibles al momento decisivo de la temporada.

Las lesiones han sido una constante todo el campeonato para los blanquinegros. Rara ha sido la jornada en la que la enfermería se ha quedado vacía de inquilinos. Así, las convocatorias siempre han estado condicionadas por alguna ausencia. Y ese lastre es el que quiere soltar David González para afrontar con las mejores garantías unas posibles eliminatorias de ascenso que acaricia con los dedos. Teniendo en cuenta especialmente la escasez de efectivos con la que se confeccionó la plantilla. «Sabemos que la plantilla es justita, pero que todos lleguen con la flechita arriba», asumía el técnico blanquinegro.

A Trujillo viajaron tocados Álex Herrera, Gustavo Quezada, Álex Alegría y Jorge Barba. Ninguno de los cuatro pudo entrenar esa semana previa y solo el malagueño forzó para poder jugar, pero como estaba previsto fue sustituido antes de la media hora final, precisamente por el delantero placentino que partió desde el banquillo. «Teníamos claro que en el 60 tenía que ir fuera por el riesgo de lesión porque no ha entrenado toda semana, estaba deshidratado y ha llegado muy justo», desvelaba sobre el cambio de Barba. «Los que han jugado de inicio eran los que podían jugar. La idea era que con lo que teníamos en campo teníamos que morir», reconocía David González tras el agónico triunfo en el Julián García de Guadiana.

La buena noticia fue el regreso de Sergio Tienza a una convocatoria casi una vuelta después. El portero pacense se lesionó en el último partido de 2024 ante el Jerez a los seis minutos de ponerse el balón en juego. En Trujillo volvía a estar con el equipo desde el banquillo en lugar de Alonso.

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